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La región perderá unos 4 millones de empleos en 2009: directora del PNUD para el área

AL no provocó la crisis; sí pagará los efectos: analistas de BM y FMI

En 2005 se logró que la pobreza regresara a los índices de la década de los 80, señalan

La prioridad es promover protecciones sociales en salud y educación, dice el Banco Mundial

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Una familia sin techo captada hace unos días en Bogotá, ColombiaFoto Reuters
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 18 de febrero de 2009, p. 27

Washington, 17 de febrero. La buena noticia: esta vez, América Latina no tiene la culpa. La mala: de todas maneras tendrá que sufrir las consecuencias de la crisis financiera y económica detonada por Estados Unidos.

El consuelo, según los expertos del Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, analistas de Wall Street y otros con gran credibilidad ante algo que ninguno de ellos pronosticó, es que por seguir las recetas de políticas macroeconómicas sanas en varios países, entre ellos México, la crisis no golpeará tan duro como podría haber sido de no haberse promovido las políticas tan placenteras para los inversionistas y los gurús de la estabilidad (hasta ahora).

Y advierten que no hay que abandonar todo lo que antes se llamaba el consenso de Washington –aunque no están seguros de que aún exista tal consenso– ya que éste abarcaba más que sólo el libre mercado y el libre comercio, sino toda una gama de las recetas que generaron un sólido desempeño económico en la mayor parte de la región, brutalmente interrumpido ahora por la crisis en Estados Unidos (aparentemente, aquí no se estaban aplicando las mismas recetas que estos expertos y sus jefes estadunidenses ofrecían a América Latina).

Al parecer, fue un caso de practiquen lo que predicamos, no lo que hacemos.

“América Latina no es el epicentro de esta crisis, pero la región está directamente afectada… y eso ha llevado a un frenazo del crecimiento económico en la región”, afirmó Pamela Cox, vicepresidenta para América Latina del Banco Mundial en un reciente foro sobre la región en el Woodrow Wilson Internacional Center. A pesar de la aplicación de políticas macroeconómicas sensatas y el despegue del crecimiento, la crisis amenaza el futuro inmediato de la región.

Esto, dijo, es en gran medida porque casi 90 por ciento de la población de la región depende de los precios de materia prima, y 95 por ciento del PIB depende de lo mismo. El auge en estos precios fue el motor del crecimiento, pero en septiembre de 2008 estos precios se desplomaron 50 por ciento, mientras que los flujos de remesas sufrieron una reducción de 6 por ciento en el último trimestre, y otras exportaciones también se desplomaron por la reducción de demanda.

Cox comentó que los países más vulnerables ante la crisis que estalló en Estados Unidos son los más cercanos a éste, o sea México y los centroamericanos, y arriesgan sufrir más que los demás ante una recesión prolongada en Estados Unidos. Aquellos países de la región con relaciones más diversificadas tienen mejores oportunidades para enfrentar la crisis.

Para el Banco Mundial, dijo Cox, la preocupación es que la crisis financiera y económica actual no se convierta en una crisis humana y social. La prioridad del BM, añadió, es promover las protecciones sociales, especialmente salud, educación y programas para evitar que muchos más regresen a la pobreza. A la vez, aconsejó mantener algunas de las políticas económicas ya establecidas: es muy importante que el comercio permanezca abierto, y dijo que el apoyo para el comercio libre debería de ser prioridad para la próxima Cumbre de las Américas.

Cox afirmó que el llamado consenso de Washington no debería ser descartado ante la crisis, ya que se trataba de políticas macroeconómicas sanas. De hecho, dijo al responder a La Jornada, la región está en un lugar mucho mejor para enfrentar esta tormenta, que en crisis anteriores.

A la vez, indicó que ahora estalla un gran debate sobre el papel del Estado por todo el mundo y de cierta manera estamos en un territorio sin mapas. Agregó que la creciente dependencia de la economía sobre el Estado era impensable hace dos años.

Para el Fondo Monetario Internacional, la crisis será la peor a nivel mundial en 60 años, pero América Latina no saldrá tan golpeada como antes, y que de hecho se va mantener creciendo, pero eso sí, sólo 1 por ciento. Pero igual que sus contrapartes en el BM, el Fondo afirma que por aplicar las políticas macroeconómicas sensatas durante los últimos años, la región sufrirá menos de lo que ha padecido en otras crisis, afirmó Nicolás Eyzaguirre, director del departamento del Hemisferio Occidental del FMI, en una entrevista de la institución, Boletín FMI en Línea.

Esto es, vemos cómo las políticas que han sido adoptadas durante el último tiempo han preparado a la región para resistir mucho mejor eventuales temporales que vengan desde afuera. Para ser más concreto, comparados con el pasado, las finanzas públicas y los sistemas financieros son mucho más sólidos y la flexibilidad de las políticas monetarias y cambiarias es mucho mayor, dijo Eyzaguirre. Agregó que “creemos que se puede hacer más para reducir vulnerabilidades, incluso durante la crisis. Y para eso se necesita una cierta cooperación o partnership entre lo que puedan hacer los países y lo que desde el FMI podamos hacer”.

Señaló que uno de los problemas en esta crisis es que el capital está volando a la seguridad, y eso, paradójicamente, se encuentra en los bonos y otros instrumentos respaldados por el gobierno estadunidense, epicentro de la crisis. Pero cuando fluyen estos capitales hacia Estados Unidos, salen de alguna otra parte. ¿De dónde? De Latinoamérica y otras regiones. Y cuando los capitales salen y hay menos recursos en Latinoamérica y otras partes del mundo, entonces la actividad económica se contrae.

Por lo tanto, el FMI está ofreciendo líneas de liquidez para “países que tienen políticas económicas impecables y que pueden ser afectados por este fenómeno que se llama flight to quality o vuelo a la calidad, en que los capitales vienen a refugiarse hacia los activos más seguros en Estados Unidos y por tanto pueden reducir la liquidez de los mercados de capitales en nuestra región. Evitar esa reducción es el objetivo del apoyo del FMI con líneas de liquidez de corto plazo a los países”.

O sea, ¿la recuperación de Estados Unidos también la subsidia América Latina?

La desigualdad se mantiene en índices elevados

Sufriremos mucho en el ámbito social, afirmó Rebeca Grynspan, directora del Buró para América Latina y el Caribe del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). En el mismo foro del Woodrow Wilson Center, recordó que la desigualdad y la pobreza aún están en índices altísimos en la región, y que fue sólo hasta 2005 cuando se logró que la pobreza regresara a los niveles de los años 80, o sea, 25 años sólo para llegar a donde estaba en aquel momento. Con la crisis, todo esto retrocederá de nuevo, como casi todos los avances programados por el Objetivos de Desarrollo del Milenio. Pronosticó que la región perderá por lo menos 4 millones de empleos en el transcurso de 2009.

Al parecer, si América Latina lo hace bien o mal, paga.