Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 15 de febrero de 2009 Num: 728

Portada

Presentación

Bazar de asombros
HUGO GUTIÉRREZ VEGA

Medellín, capital de la poesía
RODOLFO ALONSO

Nunca digas
TAKIS VARVITSIOTIS

El libro y la cuestión editorial
RAÚL OLVERA MIJARES

Francis Bacon: el espejo en sí mismo
MIGUEL ÁNGEL MUÑOZ

Francis Bacon: ¿maestro de lo despiadado?
JOHN BERGER

El horror en la pintura
BALTHUS

Martin Amis: la más cruda perspectiva
JORGE GUDIÑO

Leer

Columnas:
Mujeres Insumisas
ANGÉLICA ABELLEYRA

Paso a Retirarme
ANA GARCÍA BERGUA

Bemol Sostenido
ALONSO ARREOLA

Cinexcusas
LUIS TOVAR

La Jornada Virtual
NAIEF YEHYA

A Lápiz
ENRIQUE LÓPEZ AGUILAR

Artes Visuales
GERMAINE GÓMEZ HARO

Cabezalcubo
JORGE MOCH


Directorio
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Medellín, capital de la poesía

Rodolfo Alonso

Desde que por primera vez, allá a mediados de 1994, me descubrí, profundamente conmovido, en lo alto del cerro Nutibara, rodeado en su gran anfiteatro al aire libre durante horas y horas (e incluso bajo la lluvia) por miles y miles de atentos, cálidos, fraternales habitantes de la injustamente desangrada Medellín, como no pude evitarme decirles allí mismo que les agradecía poder ver al fin concretado lo que profetizara Lautréamont: “La poesía debe ser hecha por todos”, intuí con deslumbradora certidumbre no sólo que ellos eran los principales protagonistas, los auténticos poetas, sino también los verdaderos artífices de ese milagro reiterado y creciente que, a través de su Festival Internacional, ha convertido sin duda a la ciudad cabecera de la provincia colombiana de Antioquia en capital mundial de la poesía.

Han errado, entonces, quienes han enfocado sus desdenes contra el esforzado grupo de seres humanos que, con sus más y sus menos, con sus muchos aciertos y sus previsibles errores, han ideado, organizado, sostenido y mantenido vigente este evento memorable y ejemplar. Porque los verdaderos artífices, los verdaderos creadores del inolvidable Festival Internacional de Poesía de Medellín, al cual auguro larga vida para que nos siga dando vida, son sus muy numerosos, apasionados y devotos sostenedores, los hombres, mujeres, ancianos, jóvenes y niños de su pueblo, que le dan su verdadera dimensión y sin los cuales nunca hubiera sido posible. Gracias, de corazón. Salud, hermanos.