Usted está aquí: jueves 29 de enero de 2009 Economía El desenfrenado endeudamiento de los estadunidenses, causa de la crisis: China

■ El primer ministro Wen Jiabao criticó el modelo basado en bajo ahorro y alto consumo

El desenfrenado endeudamiento de los estadunidenses, causa de la crisis: China

■ Contexto sombrío, el de la reunión de la elite empresarial y política mundial en Davos

Reuters, Notimex y Afp

Ampliar la imagen Fuerte dispositivo de seguridad en la sede del foro de Davos Fuerte dispositivo de seguridad en la sede del foro de Davos Foto: Ap

Ampliar la imagen Activistas tibetanos se manifestaron ayer en contra del primer ministro chino, Wen Jiabao, en la estación de trenes en Davos, Suiza, sede del Foro Económico Mundial Activistas tibetanos se manifestaron ayer en contra del primer ministro chino, Wen Jiabao, en la estación de trenes en Davos, Suiza, sede del Foro Económico Mundial Foto: Reuters

Davos, 28 de enero. Grandes empresarios y dirigentes mundiales se reunieron en Davos en la 39 edición del Foro Económico Mundial, cuyo tradicional aire de autocomplacencia dejó paso a la angustia frente a la recesión que amenaza al planeta. En señal de los tiempos que corren, las grandes figuras del sector bancario estadunidense brillan por su ausencia –al igual que los representantes de la nueva administración de Washington– en un Foro de ambiente menos festivo que en años anteriores por la crisis económica mundial.

Las estrellas de inicio de jornada fueron el primer ministro chino, Wen Jiabao, y su homólogo ruso, Vladimir Putin. El primero culpó al desenfreno en el endeudamiento de los estadunidenses y a la búsqueda ciega de ganancias por la crisis financiera global. Abogó por “el establecimiento de un nuevo orden económico mundial justo, ecuánime, sólido y estable” y criticó el modelo estadunidense basado en el endeudamiento y un exceso de consumo.

“Políticas macroeconómicas inapropiadas en algunas economías y su modelo insostenible de desarrollo, caracterizado por bajos ahorros y alto consumo” se ubicaron primeros en la lista de razones de la crisis mencionadas por Wen.

Esa declaración fue una abierta referencia a Estados Unidos, que tiene una tasa de ahorro negativa y depende de que China compre deuda estadunidense para financiar su enorme déficit de cuenta corriente.

Pero Wen eligió no referirse directamente a una amarga disputa con Washington por el valor del yuan, un tema estrechamente relacionado con la emisión de deuda de Estados Unidos. La semana pasada, el nuevo secretario del Tesoro estadunidense, Timothy Geithner, sorprendió al decir que China manipulaba su moneda para dar una ventaja a sus exportaciones.

Esto decepcionó a Pekín, dado que el Gobierno de Bush había evitado esa declaración durante años, consciente de la dependencia estadunidense de las compras de deuda por parte de China.

La confianza entre los responsables de las principales compañías del mundo reunidos en Davos se ha derrumbado a un nuevo mínimo, pues el panorama de una recesión larga socava la fe en las perspectivas corporativas. Las conclusiones de un sondeo entre más de mil 100 presidentes ejecutivos establecen un contexto sombrío para un encuentro de cuatro días protagonizado por la elite empresarial y política del mundo.

Putin, en su discurso inaugural, recordó que en el Foro de Davos de 2008, “los estadunidenses recalcaron la estabilidad fundamental de su economía. Actualmente los bancos de inversiones, el orgullo de Wall Street, han desaparecido prácticamente”, subrayó.

En 2008, la crisis parecía haber afectado sólo a los bancos occidentales que habían apostado en sus inversiones por los créditos hipotecarios de riesgo estadunidenses (subprime). China e India, además, se erigían como los salvadores del planeta ante la recesión.

Ahora, todo el mundo está afectado por la crisis. “Estamos en el mismo barco”, resumió Putin ante buena parte de los 2 mil 500 prestigiosos participantes en un Foro por el que también pasarán unos 40 jefes de Estado y de gobierno.

Los líderes empresariales y las autoridades gubernamentales presentes en el Foro Económico Mundial, de cuatro días de duración, dijeron que no había soluciones fáciles para la crisis del crédito y que se necesitaban grandes programas de gobierno.

Davos será la sede hasta el sábado de las intervenciones de la canciller alemana, Ángela Merkel, y los primeros ministros de Gran Bretaña y Japón, Gordon Brown y Taro Aso, cuyos países han gastado cientos de miles de millones de dólares para combatir la crisis.

Los presidentes de México, Felipe Calderón, Colombia, Álvaro Uribe, y el canciller brasileño, Celso Amorim, serán los máximos representantes latinoamericanos en Davos.

Mientras que en Washington el FMI publicaba unas nuevas y sombrías previsiones de crecimiento para 2009, un estudio de los consultores de PricewaterhouseCooper (PwC) mostró que la confianza entre los más de mil empresarios presentes en Davos “ha caído en picada”.

Hace un año, la mitad de ese millar se decían “muy confiados”, mientras que ahora sólo son 21 por ciento. El Foro, además, refleja la actual crisis, con pocos cócteles y veladas, y la ausencia de artistas de reconocido compromiso en temas sociales, como el cantante del grupo U2, Bono, que cada año acudía a Davos a abogar por la causa de los países endeudados de África y que en esta ocasión no estará presente.

Pese a que Davos sigue siendo para los poderosos del planeta un lugar propicio para concretar negocios y hablar en privado, este año, la necesidad de comprender lo que pasa en el mundo es palpable y los debates previstos están a rebosar.

Además de la recesión, otro tema recurrente en Davos, templo del liberalismo económico, será el regreso del papel del Estado. Y uno de los interrogantes que se plantearán en este sentido es saber qué margen de maniobra dejarán los gobiernos a las empresas tras haberse gastado miles de millones de dólares en salvar los bancos y socorrer la economía.

Otro tema fuerte será la vuelta del proteccionismo, un reflejo denunciado como peligroso para el crecimiento mundial pero tentador para muchos dirigentes políticos.

Decrecimiento chino

La economía de China crecería entre 7 y 8 por ciento este año, apoyada en las medidas de estímulo fiscal del gobierno, anticipó el economista en jefe del Banco Mundial, Justin Lin. El gigante asiático se expandiría entre 6 y 7 por ciento en el primer trimestre respecto del mismo periodo del año anterior y promediaría 7 por ciento en los trimestres restantes, aseguró Lin en un alto del Foro Mundial de Davos.

China, la tercera mayor economía del mundo, se ha desacelerado más de lo esperado inicialmente, dado que el crecimiento de las exportaciones pasó de un ritmo de dos dígitos a una contracción en pocos meses.

El primer ministro chino reconoció que la crisis financiera y de crecimiento económico que sufre el mundo ya tuvo un “fuerte impacto” en la economía de China, el segundo exportador mundial tras Alemania. Jiabao señaló que la crisis se ha manifestado sobre todo en “un aumento creciente de las zonas urbanas” que se convirtió en un desafío para el gobierno.

Jiabao explicó además que el gobierno chino tiene retos graves como la disminución de la demanda interna, un exceso de capacidad de algunos sectores y una tendencia a la baja del crecimiento económico.

 
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