■ Devastadas, miles de hectáreas y cientos de casas: autoridades
Logran bomberos controlar tres grandes incendios en California
■ Los evacuados empezaron a regresar a ciudades aledañas a Los Ángeles
Los Angeles/San Francisco, 18 de noviembre. Después de cuatro días de devastación, los bomberos lograron controlar hoy tres grandes incendios, por lo que las personas que habían sido evacuadas regresaron a lo que fueron sus viviendas, mismas que quedaron destruidas por las llamas en el estado de California.
Las conflagraciones destruyeron numerosas casas desde el jueves, entre ellas 500 rodantes en Sylmar, al este de Los Ángeles.
También se quemaron más de 100 residencias de lujo en Montecito, al noroeste de Los Ángeles, al igual que 120 viviendas en Yorba Linda, al sur de esa ciudad.
Según el Departamento Forestal y de Protección del Fuego (CalFire, por sus siglas en inglés) y la Interagencia Nacional Central del Fuego, el incendio denominado Triangle Complex quemó 11 mil 600 hectáreas y 155 estructuras, y está controlado en 75 por ciento. El fuego en Sayre destruyó 4 mil 400 hectáreas y 604 estructuras, y también pudo ser contenido en 70 por ciento.
En tanto, el Tea Fire devastó 800 hectáreas y 210 estructuras, y ya fue controlado totalmente.
Más de 5 mil 800 bomberos están ocupados en prevenir nuevos focos de incendios, pero con los vientos que apagan las llamas, los jefes de las agrupaciones confían en que la mayoría de los 50 mil desalojados puedan retornar a sus hogares.
“La lucha contra el fuego se terminó”, dijo Marlene Heisey, funcionaria de CalFire.
En Montecito, la catástrofe se inició debido a una fogata, según indicó la policía. Diez jóvenes fueron interrogados por haber hecho fuego el miércoles de la semana pasada en una propiedad abandonada, informó el diario Los Ángeles Times.
Aunque los jóvenes aseguraron haber apagado todo al final de la tarde, las autoridades sospechan que quedaron cenizas que incendiaron el entorno a partir del jueves.
El viernes pasado, el gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, declaró estado de emergencia en la zona para que la ayuda pudiera llegar más rápidamente.
También había solicitado al presidente estadunidense, George W. Bush, declarar el sur de California zona federal de desastre y pidió créditos para los condados de Los Ángeles, Orange, Riverside, Santa Barbara y San Bernardino donde “muchos residentes fueron afectados”.