Narco amenaza a instructores del Conafe
Debido a los riesgos por la proliferación de sembradíos de estupefacientes en zonas serranas, el Consejo Nacional para el Fomento Educativo (Conafe) ha “removido” al menos a cinco instructores comunitarios del llamado Triángulo Dorado, en los límites de Chihuahua, Sinaloa y Durango, reconoció el director del organismo, Arturo Sáenz Ferral, quien señaló que se han iniciado acciones de prevención como el cambio de uniforme –por colores claros–, la acreditación del personal y la promoción del apoyo comunitario, con el objetivo de que “no los confundan” con elementos de seguridad.
Al concluir el Encuentro Nacional de Jóvenes Conafe 2008, en el que la titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Josefina Vázquez Mota, anunció un incremento de 250 pesos a las becas que entrega el organismo a los instructores –quienes incrementarán sus recursos de mil 50 a mil 300 pesos–, docentes de Chihuahua y Tamaulipas denunciaron que no sólo enfrentan falta de acceso a servicios básicos como agua y luz, también “hay amenazas, acoso sexual e intentos de violación, porque en muchas localidades remotas la única autoridad es la del narco”.
Con un promedio de 40 mil instructores comunitarios en el país, de las cuales 50 por ciento son mujeres, Sáenz Ferral agregó que entre los factores de riesgo que en enfrentan destaca las “condiciones de alcoholismo en muchas de las comunidades más remotas, que muchas veces genera violencia, así como los casos de violencia intrafamiliar, porque los instructores llegan como única representación de una institución del Estado mexicano. No hay nada, no hay médico, enfermeras ni el cura, los únicos son los instructores, que son a quienes acude la comunidad para cualquier cosa”.
En el acto en el que la titular de la SEP también anunció la aplicación, para 2009, de 5 mil “acciones” para el mejoramiento de las escuelas comunitarias, en colaboración con la Secretaría de Desarrollo Social, el director del Conafe demandó apoyo para la protección de los instructores en materia de salud, pues reconoció que ha iniciado los trámites con las secretarías de Salud de los estados para que los instructores comunitarios accedan al Seguro Popular, porque “no tienen ninguna seguridad. Nosotros les damos un seguro muy general que hacemos con una aseguradora del Conafe, en el que les dan hasta 50 mil para accidentes y enfermedades, pero en una enfermedad muy grave que los lleven a un hospital ese dinero no alcanza para nada”.