Usted está aquí: miércoles 22 de octubre de 2008 Cultura Todorov insta a repudiar, “sin paliativos”, el terrorismo de Estado practicado por EU

■ El autor de El miedo a los bárbaros recibirá el premio Príncipe de Asturias de las Letras

Todorov insta a repudiar, “sin paliativos”, el terrorismo de Estado practicado por EU

■ El encuentro de personas de diferentes culturas es crucial en el mundo de hoy, dice el filósofo

Armando G. Tejeda (Corresponsal)

Madrid, 21 de octubre. El miedo a los bárbaros es el título del nuevo libro de Tzvetan Todorov, prestigiado intelectual, que esta semana recibirá el Premio Príncipe de Asturias de las Letras.

En ese ensayo, el filósofo de origen búlgaro y residente en París desde 1963, advierte de varios riesgos inminentes de la sociedad actual, pero sobre todo uno: “la tortura y el terrorismo de Estado practicado por Estados Unidos debe ser condenado sin paliativos, pues es un ejemplo de que el miedo a los bárbaros nos puede convertir en los peores bárbaros”.

Todorov tiene una prolífica biografía como intelectual comprometido. Sus campos de estudio abarcan desde la historia del arte, con ensayos reveladores sobre las vanguardias del siglo XX, hasta la faceta que más cultivó en los años 90: la de historiador.

En ese entonces escribió e investigó sobre una serie de hechos que consideró “cruciales” en la historia de la humanidad: las “conquistas” de América Latina, sobre todo, la de México, porque supuso un encontronazo inédito entre dos culturas. Y el segundo tema de estudio historiográfico fue la Segunda Guerra Mundial, con una inmersión sin rodeos por los peores crímenes perpetrados por el régimen nazi.

Antes de trasladarse a Oviedo, donde recibirá el prestigioso galardón, Todorov charló con un grupo de periodistas sobre las reflexiones de su libro El miedo a los bárbaros (Círculo de Lectores), donde se centra en la manera en que las sociedades, pero sobre todo las ricas y occidentales, se enfrentan al reto de convivir con la gente de otros países y culturas. Un fenómeno que en un mundo cada vez más globalizado es más frecuente y masivo.

“Desde hace años tengo la sensación de que el encuentro de personas de culturas diferentes es un fenómeno crucial del mundo de hoy, así como nuestra manera de entender al otro es un reto que puede marcar el futuro de la convivencia entre los pueblos y los individuos de una misma ciudad y del mundo”, explicó el pensador naturalizado francés.

Al respecto, añadió que “desde el 11 de septiembre se ha extendido en el mundo occidental una obsesión del peligro, sobre todo del supuesto riesgo que representa el otro, el diferente, el de otra cultura. Y creo que un miedo constante al peligro acaba produciendo mayores destrozos que los que se pretende evitar, pues el miedo a los bárbaros nos puede convertir en los peores bárbaros”.

La barbarie, potencial latente

Todorov pone énfasis, en su libro, en una cuestión de actualidad, pero que de alguna manera puede marcar la tendencia de las políticas públicas en cuanto a la seguridad en las próximas décadas: la práctica de la tortura por parte del Estado, sobre todo desde que Estados Unidos cambió la legislación para perpetrarla de manera “legal” y con el beneplácito del Legislativo y de la ciudadanía.

“El terrorismo individual puede ser muy poco agradable, pero lo que sí digo es que las réplicas desde el Estado o gobiernos a ese tipo de acciones pueden acabar siendo más mortíferas que las causas a las que se reaccionó. En los estados democráticos el ciudadano se expresa mediante el voto, pero lo que quisiera también es que hubiera una expresión nítida y sin paliativos por parte de Europa, tanto de sus instituciones como de sus ciudadanos, contra la tortura y el terrorismo de Estado que utiliza Estados Unidos. Por ejemplo, en la guerra de Afganistán es imperativo que los países europeos que permanecen ahí –Francia y España, entre otros– salgan cuanto antes, puesto que es una acción inmoral y contraria a nuestros intereses”, dijo Todorov.

En cuanto a la crueldad y su relación con hombre, el filósofo explicó que “la barbarie jamás ha desaparecido en la historia. Es un potencial que está presente tanto en los individuos como en los pueblos, lo que ocurre es que hay momentos históricos en que la barbarie la aplican los estados. Y entonces es peor. Por ejemplo, bajo el totalitarismo nazi hubo pueblos y comunidades considerados infrahumanos: los judíos, los gitanos y los homosexuales”.

Todorov añadió que la barbarie no se da por una ausencia de educación, “pues puedes ser una persona cultivada, que vaya al cine, que le guste la música y que te apasione el teatro, y aun así comportarte como un bárbaro en algún momento, pues la barbarie es la manera de tratar al prójimo, de hacerlo sentir diferente e inferior a nosotros. Y el miedo a los bárbaros, que nos convierte en bárbaros, se da en muchos sitios del mundo y en ese sentido mis tesis no son alentadoras.”

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.