■ Bombardeos a presuntas posiciones de los talibanes en Pakistán
Pide la ONU a países acoger a casi 3 mil palestinos varados en el desierto de Irak
Ginebra, 14 de octubre. La Organización de Naciones Unidas (ONU) lanzó hoy un llamado urgente para que sus países miembros reciban a 2 mil 943 palestinos que desde hace más de dos años se asentaron en el desierto iraquí para escapar de la ocupación militar estadunidense de Irak y de la intensificación de los conflictos interétnicos en ese país.
La formación de campamentos de refugiados en el desierto ubicado en la frontera de Irak y Siria es sólo una de las consecuencias de las guerras en el occidente asiático, donde se registran crisis humanitarias por el desplazamiento masivo de 190 mil paquistaníes de la región de Bajaur, por la expulsión de mil 400 cristianos del Kurdistán iraquí y la muerte de 3 mil 800 personas –un tercio de ellos civiles–, en tan sólo siete meses, en Afganistán.
Los palestinos, que antes de la invasión estadunidense a Irak formaban una comunidad de 30 mil personas, comenzaron a salir de ese país árabe por temor a convertirse en blanco de ataques, en represalia por el apoyo que dieron al régimen anterior encabezados por el entonces presidente Saddam Hussein y su partido Baaz.
Cientos de ciudadanos palestinos han sido trasladados a Brasil, Chile, Canadá, Dinamarca, Holanda, Islandia y Nueva Zelanda.
El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados calcula que quedan sólo 15 mil palestinos en Irak, y respecto de los refugiados en la zona fronteriza del este del país, el portavoz del organismo, Ron Redmon, afirmó que “las condiciones de vida en los campos de frontera son extremadamente difíciles e inseguras. Los refugiados enfrentan temperaturas extremas y frecuentes tormentas de arena”.
Otro efecto de la invasión estadunidense a Irak ha sido la dispersión de la minoría cristiana kurda, que antes de 2003 estaba conformada por un millón y medio de personas y actualmente se reduce a 800 mil individuos.
En los últimos 14 días, según parlamentarios iraquíes, alrededor de mil 400 cristianos abandonaron la ciudad de Mosul y se refugiaron en pequeños pueblos, atemorizados por la ola de asesinatos contra esa comunidad, presuntamente organizada por milicianos kurdos, conocidos como “peshmergas”.
Las consecuencias de la otra ocupación militar estadunidense en esta región asiática, la de Afganistán en 2001, se ha extendido este año hacia la larga frontera con Pakistán y desde agosto pasado se ha centrado en el área tribal de Bajour, con combates de artillería de mediano alcance, particularmente morteros, y un saldo de mil muertos, de acuerdo con información del gobierno paquistaní.
Este martes, aviones y helicópteros paquistaníes atacaron supuestas posiciones de militantes talibanes –quienes estuvieron en el poder en Afganistán hasta la ocupación estadunidense–, con un saldo de 28 muertos, según fuentes oficiales paquistaníes.
Este año en Afganistán, según el ministro de Defensa Abdul Rahim Wardak, se convirtió en “el peor de todos” desde la ocupación de Estados Unidos, que junto con sus aliados europeos mantienen una fuerza militar de 70 mil hombres, incluidos refuerzos europeos enviados en los últimos meses.
Según un reporte reciente de la organización mundial, 3 mil 800 personas fallecieron entre enero y agosto de este año, incluidos 224 soldados extranjeros.