Usted está aquí: viernes 26 de septiembre de 2008 Política “Construyamos nuestro sueño mexicano”

■ Incluye trabajo, seguridad y escuelas suficientes, dice el Presidente

“Construyamos nuestro sueño mexicano”

Claudia Herrera Beltrán (Enviada)

Nueva Jersey, 25 de septiembre. Así como Estados Unidos tuvo su sueño americano, el presidente Felipe Calderón llamó en un encuentro con migrantes a construir “nuestro sueño mexicano”. Desde la perspectiva del michoacano, este sueño consiste en que un día México tenga condiciones de vida que puedan generar oportunidades de trabajo o escuela suficientes para que nadie vuelva a salir por hambre del territorio a buscar trabajo.

Reunido con paisanos en la escuela Lord Stirlirg, de New Brunswick, al concluir su visita a este país, Calderón consideró que Estados Unidos puede apostar a reconstruir su economía, “más allá del rescate financiero que está quebrado” (sic), por medio de la promoción de un trabajo ordenado, legal y formal de los migrantes. Aseguró que la prosperidad de este país será imposible si no se piensa en la integración económica de la región.

Antes de su intervención los connacionales advirtieron, en voz de Gabriel Rincón, de la Organización Mixteca, que la crisis económica de Estados Unidos les ha afectado y por eso le solicitaron hacer un cabildeo integral en pro de una reforma migratoria.

En respuesta al planteamiento de Rincón de que los migrantes no tienen un candidato definido para la presidencia de Estados Unidos, pero requieren el apoyo del gobierno mexicano para negociar esta reforma, Calderón contestó que será respetuoso de lo que decidan “los americanos. Ni quiero ni nos debemos meter, porque no queremos que se metan en lo nuestro”.

Aseguró que su deber es “jalar fuerte” con el próximo presidente estadunidense, para que América del Norte sea próspera, de oportunidades y los países dejen de verse como enemigos, y en particular a los mexicanos no se les conciba como amenaza.

A la reunión acudieron residentes en Connecticut, Nueva York, Nueva Jersey y New Brunswick, quienes pidieron una tarjeta electoral y la apertura de un centro cultural “para que nuestros hijos no se olviden de sus tradiciones”.

Al referirse al “sueño mexicano” que busca construir, dijo que también concierne al problema de la violencia. Ofreció que erradicará este cáncer que se ha ido enraizando en México y que tiene su origen en la falta de escrúpulos, en décadas de tolerancia, corrupción y complicidad con la delincuencia. “Tenemos problemas y tenemos en muchas comunidades un problema de criminalidad, de falta de escrúpulos, problemas que tienen que ver con una violencia en torno a miserables intereses de unos cuantos, que es capaz de quitarles la vida a niños inocentes en la noche de la Independencia, una criminalidad que no permitiremos y vamos a atrapar a esos responsables”, aseguró.

Les pidió que cada vez que piensen en el “sueño mexicano” se imaginen que un día los niños podrán salir a jugar a la calle en un México libre de delincuencia y seguro.

Este “sueño mexicano”, reiteró el mandatario federal, también implica que un día todo mexicano pueda contar con médico y medicinas, y afirmó que su gobierno lo conseguirá en 2011, año en que se alcanzará la cobertura universal en salud. En su discurso trató de dejar en claro su cercanía con los migrantes, y explicó que en el caso de su esposa, Margarita Zavala, quien estaba sentada a su lado, tiene un pariente en esa situación “muy cercano, no se imaginan cuánto”.

 
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