■ Los adversarios de Nueva Izquierda amenazan con tomar la sede nacional del sol azteca
Izquierda Unida clausura las oficinas de la comisión de garantías del PRD
■ Exigen la renuncia de Renato Sales y Dolores Nazares por parcialidad en comicios internos
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Roberto López y Otilia Galindo, integrantes de Izquierda Unida, clausuran de manera simbólica las oficinas de la Comisión Nacional de Garantías del PRD
Foto: Jesús Villaseca
En una secuela más de las controvertidas elecciones internas de marzo pasado, integrantes de la corriente perredista Izquierda Unida bloquearon ayer, de manera indefinida, los dos inmuebles de la Comisión Nacional de Garantías (CNG) y exigieron la renuncia de Renato Sales y Dolores Nazares, los dos miembros del organismo que permanecen en sus cargos, para que la calificación de los comicios se realice de manera institucional y con apego a la legalidad.
La clausura de estas instalaciones, ubicadas en las calles de Monterrey y Bajío, en la colonia Roma, se dio poco después de las diez de la mañana, en una acción en la que estuvieron presentes el diputado Alejandro Sánchez y Manuel Oropeza, integrante del PRD capitalino, entre otros.
Los miembros de esta corriente acusan a Sales y Nazares de actuar de manera parcial en la calificación de los comicios internos y de beneficiar con esa actitud a Nueva Izquierda para que se integre una mayoría ilegal en el consejo y en el congreso nacionales.
Alejandro Sánchez no descartó la realización de acciones más fuertes, como la toma del edificio central del PRD, para lograr la integración de una nueva comisión de garantías y que se emita la convocatoria para la elección extraordinaria del presidente y secretario general del perredismo en un plazo de 45 días, a partir de que se publique dicho documento.
Eloí Vázquez, del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), criticó a Sales y Nazares, quienes han perdido su respetabilidad porque se “pusieron en manos de una expresión política en lugar de actuar imparcialmente”.
En la clausura, Roberto López informó que a partir de ayer dejó de reunirse la comisión organizadora del congreso, lo cual fue interpretado en el PRD como una medida más de protesta contra Nueva Izquierda.
Si bien los integrantes de Izquierda Unida se dijeron dispuestos a resolver el conflicto interno de su partido, dejaron en claro que ello sólo puede pasar por la renuncia de los comisionados.
Por último, informaron que no han tenido ninguna reunión o negociación con el dirigente sustituto, Guadalupe Acosta Naranjo.