Usted está aquí: miércoles 18 de junio de 2008 Política La zona comercial más importante de Tijuana, a punto de desaparecer

■ Noticias sobre violencia redujeron 90% el turismo, asegura The Washington Post

La zona comercial más importante de Tijuana, a punto de desaparecer

■ Autoridades del estado afirman que la ciudad es más segura que la capital estadunidense

De la Redacción

La zona comercial más concurrida de Tijuana está a punto de convertirse en pueblo fantasma, informó el periódico estadunidense The Washington Post en un reportaje firmado por Manuel Roig Franzia. Hasta hace poco la avenida Revolución de esa ciudad estaba repleta todos los días de turistas estadunidenses, quienes aprovechaban un viaje corto o su paso por la urbe hacia algún otro destino turístico de México para comprar joyas, artesanías y artículos de piel.

Sin embargo, en los pasados dos años y medio las noticias sobre batallas a tiros entre cárteles de la droga, ajustes de cuentas, decapitaciones y secuestros han tenido como consecuencia que el turismo se haya reducido hasta 90 por ciento desde 2005, cuando la ciudad recibió 4 millones de visitantes, de acuerdo con comerciantes interrogados por el diario.

Uno de ellos, Andrés Méndez, aseguró: “estamos tocando fondo. Esto es el barómetro de lo que puede suceder al resto de la ciudad y el país”.

Los comerciantes de Tijuana atribuyen la situación no sólo a la violencia entre narcotraficantes, que ha dejado al menos 200 muertos en la ciudad fronteriza, sino a la imagen que tanto medios estadunidenses como mexicanos están difundiendo sobre la urbe. El Post, citando al secretario de Turismo de Baja California, Óscar Escobedo Carignan, asegura que si bien ha habido asaltos y robos a paseantes, ninguno ha sido asesinado.

El funcionario añadió que los pocos turistas que se aventuran a cruzar la frontera hacia México se atemorizan al ver soldados fuertemente armados patrullando las calles a bordo de vehículos blindados.

Según Escobedo Carignan, el Estado ha lanzado una campaña para promocionar destinos de playa como San Felipe, popular entre los jóvenes estadunidenses para pasar sus vacaciones de primavera, también conocidos como los tradicionalmente escandalosos springbreakers.

Escobedo sostiene que “el problema es que la percepción de la violencia es mucho mayor de lo que en realidad es, particularmente en la ciudad de Tijuana”, que según el funcionario “es más segura que Washington DC”.

Escobedo Carignan citó datos oficiales, según los cuales en Tijuana hubo 16 asesinatos por cada 100 mil habitantes, aunque este año la cifra parece haber aumentado. Durante 2006, en la capital estadunidense hubo 29 homicidios por cada 100 mil, de acuerdo con cifras de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés).

The Washington Post señala la paradoja de que los destinos de playa, si bien no son inmunes a la violencia asociada con el narcotráfico, no padecen este deterioro en su imagen a los ojos de turistas extranjeros, y que éste sería el caso de Acapulco, Guerrero, donde pese a las decapitaciones y la actividad de los cárteles de narcotraficantes se mantiene el ingreso constante de vacacionistas.

El diario narra cómo el comerciante Andrés Méndez tuvo que cerrar cuatro de sus seis tiendas de ropa y dejar sin trabajo a 40 empleados, quedándose sólo con cuatro. Uno de ellos, con 30 años de antigüedad, sobrevive haciendo trabajos en el sector informal y durante la entrevista estaba en la calle, tratando de vender cinco azulejos que rescató de un trabajo de remodelación.

A su vez, la comerciante de artesanías Gloria Flores manifestó que el efecto de la imagen de violencia y peligro de la ciudad perjudica a muchos, más allá de las fronteras, pues antes recibía a artesanos indígenas provenientes de Guerrero y Oaxaca que eran proveedores de su tienda. Agricultores, cuyo trabajo en máscaras talladas y figuras de barro les permitía vivir por encima del nivel de pobreza extrema. Ahora no puede comprarles sus obras que, dice, “no tengo a quién vender”.

También hay repercusiones en la salud pública, pues ante la falta de clientela en prostíbulos y clubes de desnudistas de las afueras de Tijuana, las sexoservidoras se involucran en otras actividades riesgosas.

“Ya lo voy a hacer. Si un cliente me da 10 dólares más por prescindir del condón lo haré. Sé que no debería, pero necesito dinero”, señaló Katia, prostituta tijuanense, a The Washington Post.

Operadores turísticos de San Diego han notado también una disminución general y cancelaciones de último momento para convenciones en Tijuana. El guía Lenny Papp aseguró que llegaban de San Diego a Tijuana cada semana entre cinco y 10 camiones de personas que asistían a convenciones, y ahora “tenemos suerte si hay uno o dos”.

El operador turístico expresa que esto ocurre a pesar de que la agencia de viajes para la que trabaja garantiza la seguridad en los lugares que se visitarán. Sin embargo, Papp habló también de anécdotas y rumores de que dueños de sitios turísticos en San Diego supuestamente contribuyen a dañar más la reputación de Tijuana. Asegura que ahora los paseantes que antes iban a Tijuana en busca de gangas en la avenida Revolución ahora atiborran la Ciudad Vieja de San Diego, Sea World y el Zoológico de San Diego.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.