Usted está aquí: viernes 13 de junio de 2008 Cultura Intenta experto “rescatar la esencia de un mudejarismo que exprese modernidad”

■ José Luis Ezquerra presentó su libro en Bellas artes sobre “arquitectura lejanista”

Intenta experto “rescatar la esencia de un mudejarismo que exprese modernidad”

Fabiola Palapa Quijas

La arquitectura es una máquina para amar, gozar y embellecer, no lo es para vivir, como algunos la han malinterpretado, aseguró el arquitecto José Luis Ezquerra de la Colina, durante la presentación de su más reciente libro, titulado Ezquerra, arquitectura lejanista: del mudejarismo a la Modernidad, que se realizó el pasado miércoles en el Palacio de Bellas Artes.

Explicó que la tarea de esos especialistas es crear una arquitectura con identidad y respeto a cada región.

Asimismo, planteó que la mexicanidad tiene una asignatura pendiente, porque “existe una parte que no ha sido descubierta”, y resaltó la importancia de la historia de una cultura en la arquitectura.

Ezquerra explicó que en los pasados 20 años se acercó al Islam para realizar un proyecto en Marruecos. Allí se encontró con el arte mudéjar del mundo musulmán.

Sin embargo, aprendió que existe una esencia en cada cultura que lo llevó al término del transmudejarismo, que significa una evolución sin destruir el pasado.

“Conforme transcurre el tiempo, intento rescatar la esencia de un mudejarismo que exprese modernidad.”

Enseñanzas de Goeritz

El arquitecto Ezquerra de la Colina, de origen español, recordó que durante su época de estudiante, en Ciudad Universitaria, conoció a Mathias Goeritz, quien le enseñó que la materia podía convertirse en algo sensual y emocional.

“Mathias propició la evolución de nuevas tendencias, pues decía: ‘vean la forma, las texturas, la composición, analicen la materia y busquen la emotividad’.”

Por su parte, el director de Arquitectura y Conservación del Patrimonio Artístico Inmueble del Instituto Nacional de Bellas Artes, Ramón Vargas Salguero, señaló que Ezquerra formó parte de un grupo de transterrados que salieron de España y que estaban identificados por una idea de nostalgia del mundo que habían dejado.

“Había añoranza de lo que dejaron atrás y de algún modo no querían perder de manera definitiva su identidad.

“La añoranza del pasado español va jugar un papel muy importante en la arquitectura lejanista que buscaba el recogimiento, el espacio cerrado; se trata de una arquitectura de naturaleza intimista, propicia para el recuerdo”, expresó Vargas Salguero.

Agregó que la vertiente internacional de esa disciplina se encontró con la arquitectura mudéjar, de espacios sorpresivos, que traslada a un mundo árabe-español. “Ezquerra aportó nuevas vías para la arquitectura, que en ese momento estaba siendo absorbida por la gran corriente internacional, y esas vías están corriendo día con día.”

Por su parte, la arquitecta Sara Topelson de Grinberg indicó que el libro de Ezquerra de la Colina invita a la reflexión sobre las memorias y vivencias que pueden trasmitirse. “José Luis (Ezquerra) crea el concepto del juego de formas y volumen que tiene como resultado proyectos de gran trascendencia para el disfrute de las personas que lo habitan.”

Topelson resaltó la importancia que tiene el techo, o quinta fachada, para Ezquerra en sus proyectos.

 
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