Usted está aquí: domingo 23 de marzo de 2008 Cultura “El Viernes Santo no es un día de fiesta, pero de todos modos estamos contentos”

■ Celebran en San Juan Chamula la Semana Santa, según sus costumbres

“El Viernes Santo no es un día de fiesta, pero de todos modos estamos contentos”

Javier Molina (Corresponsal)

San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, 22 de marzo. El Viernes Santo en San Juan Chamula no es un día de fiesta “pero, de todos modos, estamos contentos, porque es un día en que estamos reunidos. Es una costumbre del pueblo. No es de fiesta porque Jesús está sufriendo, entonces nosotros le llevamos velas, laureles, rosas blancas al Señor. Pero también nos da alegría, porque sabemos que va a resucitar”:

Fuimos a San Juan con un joven de ahí, Agustín López Díaz. Su hermano Andrés interviene en esa celebración que no es una fiesta. Nos hace ver que las señoras, en el centro del atrio, ofrecen sus dones: tortillas, atole y refresco. El Viernes Santo en San Juan no se toma aguardiente ni se escucha música. Un respeto a quien debe descansar, estar en paz. El sol, el cielo azul, los niños que juegan, el agua que se toma, las muchachas que sonríen, todo ello, nos une con la naturaleza. Es la tradición, es la costumbre.

–¿Y adónde está Judas?– le preguntamos a un señor.

–Judas está en la cárcel –responde inmediatamente– porque vendió al Cristo, por dinero. Pero Jesucristo vuelve a vivir. Entonces la resurrección se recibe con un fiesta. Al rato va a haber música, se van a quemar cohetes. Es una manifestación de respeto: la manzanilla, el laurel, las rosas blancas, transmiten respeto”.

A la entrada del pueblo de San Juan Chamula hay, desde siempre, tres cruces, de forma única, que se distingue: es la cruz chamula que contempla los cuatro rincones del cosmos, las cuatro estaciones del año. Y estamos en el comienzo de la primavera. Un joven universitario –también de San Juan Chamula– agrega: “Y hoy nació Benito Juárez”.

En San Juan hay una enorme variedad de orquídeas, de rosas, de flores, de semillas comestibles de una vaina (el guasch). Y, como es un día de reunión, en verdad, este día se respira la armonía, el viento es entero y agradable, acaricia las ramas de los árboles. Es la Semana Santa y en la iglesia la gente platica con Dios, con la Virgen, con los santos. Todos esperamos las lluvias, Pero aquí ya está la semilla. Dios va a volver a vivir.

 
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