Usted está aquí: martes 18 de marzo de 2008 Espectáculos Indígenas realizan ritual para alejar calamidades de El Tajín

■ En el Itlán, con duración de 22 horas, los chamanes dirigieron el tributo a sus dioses

Indígenas realizan ritual para alejar calamidades de El Tajín

■ La ceremonia tiene el propósito de lograr el perdón-permiso para visitar la ciudad sagrada y efectuar festividades a su alrededor

■ Mañana comenzará la Cumbre 2008 y sus actividades artísticas

Andrés Timoteo Morales (Corresponsal)

Ampliar la imagen Se espera que alrededor de 15 mil personas se den cita en la Cumbre Tajín 2008. En la imagen, un momento de la ceremonia que realizaron los curanderos totonacas Se espera que alrededor de 15 mil personas se den cita en la Cumbre Tajín 2008. En la imagen, un momento de la ceremonia que realizaron los curanderos totonacas Foto: Sergio Hernández Vega

El Tajín, Ver., 17 de marzo. A unas horas de comenzar la novena edición de la Cumbre Tajín, curanderos totonacas e integrantes del Consejo Supremo de Ancianos realizaron la ceremonia del perdón-permiso en la zona arqueológica de El Tajín para solicitar la venia de los dioses y alejar cualquier calamidad en los próximos días.

El ritual, conocido como Itlán, duró 22 horas: comenzó la mañana del sábado y concluyó la madrugada del domingo. Los chamanes indígenas sacrificaron animales, colocaron ofrendas frente a la Pirámide de los Nichos y participaron en danzas,  sahumaciones y cánticos.

Provenientes de diversas comunidades del Totonacapan, 60  médicos tradicionales, hombres y mujeres, en su mayoría ancianos, empezaron la ceremonia a las 8 horas del sábado degollando un cerdo, animal que representa el mal, y cuyo sacrificio representa la petición de los totonacas de que los dioses prehispánicos den su permiso tanto para visitar la ciudad sagrada como para efectuar las festividades en sus alrededores.

Durante todo el sábado, los chamanes prepararon tamales con la carne del cerdo sacrificado, pero dejaron la cabeza completa, la cual envolvieron en hojas y cocieron en un horno de tierra, pues es el elemento principal de la mesa de ofrendas que se coloca frente a la pirámide principal.

A las 18 horas, una vez que estuvieron listos los tamales con la carne del animal sacrificado, los curanderos colocaron las ofrendas –siete en total– en diversos puntos de la zona arqueológica para halagar a los dioses moradores. Sobre manteles blancos fue colocado el alimento junto con velas encendidas al pie de cada estructura.

En la plaza principal, frente a la Pirámide de los Nichos, una vez que empezó a oscurecer se dio paso a las danzas rituales, en las que los ancianos hacen un círculo y bailan girando primero en la dirección de las manecillas del reloj y después en sentido contrario.

“Lo que hacemos es tejer y destejer, avanzamos y regresamos en nuestros mismos pasos; así, hacemos y deshacemos, pecamos, pero pedimos perdón”, explicó Jorge García Valdez, médico tradicional que encabezó la ceremonia.

A final de cada ciclo, que dura aproximadamente 30 minutos, se va colocando la ofrenda principal: primero la mesa de madera, después los adornos con papel picado y más tarde los tamales, botellas con alcohol, las velas y las flores. Al terminar, la cabeza del cerdo corona los regalos para los dioses.

Tras varias horas de danza, en los primeros minutos del domingo los ancianos corearon en totonaca las plegarias del perdón-permiso, al tiempo que una curandera, la más anciana, asestó varias cuchilladas a la cabeza del puerco.

“En el cerdo entregamos la fuerza maligna de este mundo; las puñaladas significan que enterramos las cosas malas, cualquier mal presagio y mala acción, de esa forma damos de comer a las deidades”, explicó García Valdez.

Las mañanitas a María de Guadalupe

Al cambio de la noche al día, los ancianos distribuyen entre ellos el contenido de la ofrenda y lo consumen. El ritual, fusionado ya con el cristianismo, concluyó con el canto de Las mañanitas dedicadas a María de Guadalupe, que los chamanes locales identifican como La Madre, en alusión a la diosa prehispánica de la tierra.

A la edición 2008 de la Cumbre Tajín, cuyo tema principal son las lenguas originarias, se espera la llegada de aproximadamente 15 mil personas, que participarán en los recorridos nocturnos que se realizarán en la zona arqueológica para presenciar el espectáculo de luz y sonido denominado Tajín vive.

El espectáculo multimedia es del creador francés Martín Arnaud y en su montaje participan también Luis Martín Solis, director de escena, el compositor Tareke Ortiz y Rodrigo Cervantes, explicó Eduardo Lizalde Farias, productor de Tajín vive.

Por noche, agregó, se efectuarán hasta 10 recorridos de 20 minutos con 300 personas cada uno para presenciar el juego de luces y diseños sobre las estructuras milenarias de El Tajín, acompañadas con danzas y ambientación sonora en toda la ciudad totonaca.

El primer recorrido se efectuará el miércoles 19 de marzo con luna llena, fenómeno astronómico que este año antecederá al equinoccio de primavera.

 
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