Usted está aquí: jueves 14 de febrero de 2008 Cultura “Siento increíble gratitud por la libertad con la que hago música”

Bobby McFerrin se presentó ayer en Guadalajara y hoy lo hará en Bellas Artes

“Siento increíble gratitud por la libertad con la que hago música”

Los tres conciertos del artista estadunidense en México forman parte de una intensa gira que incluye Europa y EU

A los jóvenes les hablo de lo difícil que es definir una voz única y ser honesto con uno mismo, dice a La Jornada

El 10 de abril actuará con Yo-Yo Ma en Nueva York

Ericka Montaño Garfias

Ampliar la imagen Bobby McFerrin dará dos conciertos en el Palacio de Bellas Artes, este jueves y el domingo 17 Bobby McFerrin dará dos conciertos en el Palacio de Bellas Artes, este jueves y el domingo 17 Foto: Stewart Cohen

“Soy libre, mucho, eso es algo único. Uno de mis objetivos, desde que comencé mi carrera, fue no tener a nadie que me dijera qué hacer o qué no hacer musicalmente. Así que siento increíble gratitud por la libertad que tengo para hacer la música que hago.”

La música es la libertad de Bobby McFerrin, quien está en México para ofrecer tres conciertos, uno en Guadalajara (ayer en el Teatro Diana) y dos en el Distrito Federal, como parte de una intensa gira mundial que también lo llevará a varias ciudades de Estados Unidos y Europa.

El 10 de abril se unirá a otro de los grandes, Yo-Yo Ma, en el Carnegie Hall de Nueva York. Por si fuera poco, después de ese concierto estará con Chick Corea y Jack Dejohnette, pero sólo dentro de Estados Unidos.

Mientras eso ocurre, estará en la ciudad de México con su Solo concert, en Bellas Artes, el 14 y 17 de febrero. Entre esas dos presentaciones viajará a Praga para actuar el 16.

La importancia del mánager

McFerrin es libre, “demasiado”, en sus propias palabras. ¿De dónde nace esa libertad e independencia en el mundo de la música?

Responde Bobby McFerrin a La Jornada. “¡De un buen mánager!”, se oye su risa y después añade: “Mi representante y yo hemos estado juntos durante 28 años, compartimos la misma filosofía con respecto a la música; además, esto sonará un poco raro, pero cuando estoy en el escenario uno de los objetivos que me impongo es no tener nada que pueda distraer al público de la música que está escuchando.

“Es muy fácil estar en un escenario frente al público y hacer cosas para él. Yo hago muchas, pero para la música: trato de que ésta salga, se escuche y que no sea yo el centro de atención; eso es algo difícil.”

Al principio, reconoce quien ha vendido 20 millones de discos, era un poco atemorizante subir al escenario, como él lo hace: solo. “Elegí subir a uno sin banda, eso es lo que me hace único; estoy solo y no sé de alguien que haga lo que yo hago, así que eso es único”; sin embargo, “tenía mucho miedo de estar en un escenario, pero hoy ya me siento cómodo y para nada me da temor.

“Es algo muy relajante y siempre se produce la mejor técnica vocal cuando se está relajado. Ya no tengo miedo… Nervios sí, un poco antes de cada concierto, pero eso siempre pasa.”

Es único y su voz igual. Pero encontrarla también representó un arduo trabajo, de hecho, 27 años. Antes de eso, recuerda Mc Ferrin, “podía cantar, inclusive estuve en un coro cuando era niño, pero no pensaba en mí como cantante hasta que llegué a la edad de 27. En ese punto comencé a hacer experimentación vocal, me grababa y me escuchaba constantemente tratando de descubrir a qué sonaba yo.

“No escuché a otros cantantes durante dos años, porque no quería sonar como ellos. Deseaba escucharme a mí mismo porque quería saber cómo sonaba mi voz. Tenía miedo de que si los escuchaba comenzaría a tomar prestadas técnicas o sonidos.

“Cantaba hasta en la regadera, en todos lados, en las filas de los bancos, caminando en las calles. Cantaba todo el tiempo. No creo que haya molestado a nadie porque cantaba para mí.”

Hoy, músicos de todo el mundo lo señalan como una de sus principales influencias. Eso es halagador, dice el compositor y director de orquesta, siempre y cuando usen mi voz para encontrar la suya propia.

Los músicos “siempre influimos en los demás. Yo tengo la influencia, ya sea negativa o positiva, de todos aquellos músicos a los que he escuchado o con los que he trabajado. En el mundo de la música es imposible no ser una influencia para alguien, porque esa es la naturaleza de ese arte que influye en las emociones de las personas, la forma como piensan, incluso puede mejorar la digestión de una persona: influye en el cuerpo con sólo estar presente y escuchar de verdad”.

Contacto con jóvenes intérpretes

Aunque no se considera un maestro, Bobby McFerrin realiza talleres de vez en cuando con jóvenes músicos, eso si la gira que realiza lo deja permanecer varios días en un solo lugar. Es entonces cuando el ganador de 10 premios Grammy habla con jóvenes músicos.

“No enseño de manera regular, de vez en cuando visito las escuelas y hablo de música, pero no doy clases de tiempo completo en ningún lado. Comparto con ellos mis deseos alrededor de la música, cuánto la amo y lo que significa para mí, que es parte de mi alma, de mis antecedentes familiares (crecí en una familia donde mis dos padres eran cantantes y mi hermana también lo es) y de cómo aprendí a apreciar la música clásica a una edad muy temprana. Les hablo de lo difícil que es ser músico, lo difícil que es definir una voz única y de ser honesto con uno mismo”, señala el creador del clásico Don’t worry, be happy.

(McFerrin en el Palacio de Bellas Artes –Juárez y Eje Central– hoy y el 17 a las 20:30 y 17 horas, respectivamente. Costo de los boletos, de 200 a mil pesos).

 
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