Usted está aquí: jueves 17 de enero de 2008 Economía Calderón asegura a Santander estar “preparado para lo peor”

Promete no aplicar medidas heterodoxas ni acelerar artificialmente la economía

Calderón asegura a Santander estar “preparado para lo peor”

Dice que su especialidad es “navegar contra corriente”, por lo que está seguro de que “vamos a salir extraordinariamente bien”

Demandan inversionistas españoles avanzar con las reformas

Claudia Herrera Beltrán (Enviada)

Ampliar la imagen En Acapulco, el presidente Calderón encabezó la 12 Conferencia del Grupo Santander En Acapulco, el presidente Calderón encabezó la 12 Conferencia del Grupo Santander Foto: Notimex

Acapulco, Gro., 16 de enero. Tras recibir la advertencia del directivo bancario de Santander, el español Francisco Luzón, de que México debe “estar preparado para lo peor”, en medio de un panorama económico internacional hostil, el presidente Felipe Calderón aseguró estar listo para cualquier escenario y prometió no aplicar medidas heterodoxas ni acelerar artificialmente la economía.

Como declaró que su especialidad es “navegar contra corriente”, confesó: “el escenario preocupante realmente hasta me emociona un poquito, y me asegura que vamos salir extraordinariamente bien este 2008”.

De hecho, Luzón fijó antes las prioridades de la política económica del gobierno mexicano cuando demandó que “avance” con las reformas estructurales pendientes en los campos de energía, telecomunicaciones y competencia, y que en caso de darse un “shock” económico a causa de la recesión en Estados Unidos, no aplique medidas heterodoxas.

En la 12 Conferencia del Grupo Santander, su directivo para América Latina elogió el gobierno calderonista, porque, dijo, “México ya está funcionando” y consideró que lo más trascendente fue “abrir los candados” que trabaron durante muchos años el proceso de reformas estructurales.

Además, se mostró satisfecho porque México en vez de elegir las “utopías regresivas y autoritarias”, optó por el pacto y por recobrar la confianza que “brillaba por su ausencia” hace seis años, por no mencionar lo que ocurría en 1991 o en 1982.

En su afán por fijar las directrices de la política económica mexicana, prometió revelar al michoacano “un secreto que esta comunidad de inversores y analistas guarda con el mismo celo con en el que los caballeros templarios custodiaron el Santo Grial”, y que consiste en que Calderón no descarte un “escenario peor de lo esperado, de menos crecimiento, más inflación y mucha mayor volatilidad”.

Pero de presentarse un “shock externo”, le pidió que “no busque estímulos heterodoxos al crecimiento mirando hacia su ministro (de Hacienda, Agustín) Carstens –presente en el foro– o hacia su gobernador (del Banco de México, Guillermo) Ortiz. Le pedirán ortodoxia y quizás tengan razón, creo que tienen razón, pero, Presidente, para actuar no espere a las malas noticias, adelántese y siga manteniendo la iniciativa y liderando su proceso de cambio y modernización”.

Para dar respuesta a esta “desafiante” temática, Calderón explicó que se apartaría de sus notas e improvisó un discurso en el que puso énfasis en las perspectivas alentadoras de largo plazo para el país. Aseguró que se cuenta con “gran navío de gran calado” para enfrentar cualquier tormenta financiera.

Como en los tiempos de la campaña presidencial, y en sintonía con el discurso del ejecutivo de Santander, aseguró que México no está optando por regresar a la época de las expropiaciones, del control de precios, de las economías cerradas, de los regímenes políticos de mayor control, sino por la integración de mercados, de la inversión privada y la democracia.

Ruta Revlon

Para promover la inversión comentó incluso que evaluará a los embajadores de México en el extranjero en función de los resultados que obtengan en esta materia.

“Les he dicho, bueno, yo sé que entre el cuerpo diplomático, que es muy especializado en México, pues hay una disputa muy especial por lo que ellos mismos llaman la ruta Revlon, es decir, Nueva York, París, Roma, Madrid, y está bien, sólo que esta vez no va a ser a capricho del presidente, ni las tradiciones del propio servicio diplomático lo que determine quiénes están en la ruta Revlon, sino lo que coloquen exportaciones en donde estén colocados”.

Y como no quiso “cansar” a los inversionistas, presentó un rápido balance sobre los resultados de su gobierno en materia de seguridad, y señaló que probablemente nunca se había enfrentado así al crimen organizado.

 
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