Usted está aquí: sábado 29 de diciembre de 2007 Política Familias enteras abandonan la actividad agrícola

Familias enteras abandonan la actividad agrícola

Laura Poy Solano

La falta de oportunidades y de un empleo digno es la principal causa por la que miles de campesinos han abandonado sus actividades agrícolas, pues la población que vive exclusivamente de las tareas del campo en México es cada vez menor, advierte una experta de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Sara Lara, catedrática del Instituto de Investigaciones Sociales de la máxima casa de estudios, indicó que existen zonas productivas donde la gente se mantiene de las remesas y de labores no propias del campo, o bien, se alquilan para trabajar fuera de su localidad.

Destacó que este segmento de la población migra a ciudades pequeñas o intermedias donde se emplean como albañiles, en el pequeño comercio y, en el caso de las mujeres, en tareas domésticas.

En un comunicado de prensa, afirmó que la poca población que reside aún en sus lugares de origen está compuesta por gente mayor, mujeres y niños; sin embargo, según sus propios estudios, familias completas se trasladan para trabajar en el sistema asalariado.

Lara señaló que la razón principal por la que los campesinos salen de sus poblaciones es la ausencia de una alternativa digna de empleo, ya que Guerrero, Oaxaca y Veracruz son las entidades que más habitantes rurales expulsan debido al precario nivel de vida que poseen.

Respecto del mercado de trabajo rural, destacó que quienes se colocan en el sector bajo el sistema asalariado, lo hacen en regiones donde las políticas de Estado han beneficiado el desarrollo de una agricultura comercial e intensiva, pues la gente se ocupa en cultivos exportables y que constituyen nichos de interés internacional, como ocurre con la producción de hortalizas, frutas y flores, que ha adquirido una relevancia creciente.

Sin embargo, destacó, México se ha constituido como el segundo país exportador de jitomate a escala mundial y el primero en enviarlo a Estados Unidos. El problema radica en que su cultivo se concentra básicamente en el noroeste: Sinaloa, Sonora, Baja California, Baja California Sur, además de Nayarit y Jalisco.

De acuerdo con datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, el tomate fresco o refrigerado registró en 2006 un valor por exportaciones de mil 91 millones 891 mil dólares, un incremento de 23.9 por ciento respecto de 2005, cuando alcanzó los 881 millones 471 mil dólares.

Las mismas cifras consignan que la agricultura generó exportaciones por 5 mil 621 millones 627 mil dólares en 2006, un aumento de 15.7 por ciento, al obtener un año atrás 4 mil 860 millones 450 mil dólares.

Otros productos con altas ventas al exterior son el pimiento, con un alza de 2.4 por ciento de 2005 a 2006, al pasar de 598 millones 785 mil a 613 millones 350 mil dólares; el melón, sandía y papaya frescos también crecieron 20 por ciento, al presentar en ese mismo periodo un incremento de 290 millones 273 mil dólares a 348 millones 409 mil.

En el caso del aguacate y la cebolla, en esos años registraron descensos, aunque se ubican con altos ingresos en el ramo agrícola.

 
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