Número 137 | Jueves 6 de diciembre de 2007
Director fundador: CARLOS PAYAN VELVER
Directora general: CARMEN LIRA SAADE
Director: Alejandro Brito Lemus
Calidad de vida


X Congreso Nacional de Sida
Estrategias encontradas
En la antesala de la celebración en México de la Conferencia Internacional de Sida, activistas, especialistas y autoridades se reunieron para discutir los nuevos derroteros de la lucha contra la infección. La inversión pública ha aumentado, pero los resultados no son los mejores.

Activista trans muestra el uso correcto del condón femenino al personal del hotel sede del X Congreso Nacional de Sida.
“Es irracional”, respondió Peter Piot, director ejecutivo del Programa Conjunto de las Naciones Unidas para el VIH/sida (ONUSIDA), a la idea de aplicar en forma obligatoria la prueba de detección del VIH. “No ayuda en lo más mínimo. ¿Quién nos diría qué tan frecuente debe ser la prueba?, ¿cada semana?, ¿cada mes?, ¿cada año?”. Fue el colofón de una polémica que duró lo mismo que el X Congreso Nacional de Sida, celebrado durante cuatro días en la conservadora ciudad de León, Guanajuato.

Allí mismo, en su tierra, el secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos, inició el debate que marcó el encuentro. Entrevistado al final de la inauguración, Córdova propuso a los legisladores establecer ciertos escenarios para que la prueba de detección del VIH sea obligatoria: como requisito para contraer matrimonio o para todas y todos los trabajadores del sexo comercial. Se trata de garantizar el derecho a la salud, principalmente de las mujeres, dijo al justificar su propuesta.

La polémica opacó otros anuncios importantes, como la construcción en 2008 de 10 Centros Ambulatorio de Prevención y Atención del Sida y otras ITS (Capasits) que se sumarán a los 51 ya equipados, o la inversión de cuatro millones de dólares para la organización de la Conferencia Internacional de Sida del próximo año. Activistas rechazaron la postura del secretario, pues consideraron que lesiona los derechos humanos. “Las mujeres no estamos de acuerdo que en nuestro nombre se implementen políticas de cacería de brujas”, consideró Hilda Pérez, de la organización civil Colectivo Sol, mientras que para Arturo Díaz Betancourt, vocal del Consejo Nacional para la Prevención y el Control del VIH/sida (Conasida), medidas de ese tipo alientan la discriminación y la estigmatización de las personas positivas al VIH y de grupos vulnerables a la infección, como los gays y las trabajadoras sexuales.

Durante la clausura, el secretario rectificó frente a un auditorio adverso, que incluso lanzó una consigna: “Prevención, no obligación”. Córdova repasó los únicos supuestos legales para obligar a realizarse una prueba de detección: solicitud judicial o al donar sangre, y dijo que las autoridades de salud están comprometidas en el respeto de los derechos humanos de las personas con VIH. “No debe existir confusión”, dijo.

Prevención a detalle
Más allá de la discusión política, el Congreso Nacional de Sida planteó discusiones importantes en temas como el de la prevención, actividad a la que se destinarán en 2008 211 millones de pesos desde varias instancias de gobierno y que fue considerada prioridad por los activistas de la sociedad civil durante el foro comunitario realizado en los días previos al congreso. Los recursos son mayores a los disponibles en los últimos años, pero todavía están lejos de cubrir todas las necesidades: una valoración de Censida estimó que la inversión óptima para prevenir el sida durante 2008 debería alcanzar 918 millones de pesos

Dentro de las discusiones se analizaron los mecanismos que sirven al Centro Nacional de Prevención y Control del VIH/sida (Censida) para financiar proyectos de prevención de organizaciones de la sociedad civil. Según la presentación del investigador del Instituto Nacional de Salud Pública Sergio Bautista, para prevenir el VIH no sólo se necesita dinero; hay “indicios de mucha ineficiencia” en la forma en que se han gastado los recursos hasta ahora. Para el investigador es fundamental regular, evaluar y monitorear las actividades que buscan prevenir nuevas infecciones de VIH.

Por otro lado, el Censida anunció que se realizará la primera Encuesta Nacional de Sexualidad, con el apoyo del Instituto Nacional de Salud Pública, el Colegio de México y el Instituto Nacional de Estudios Demográficos, de Francia, con una muestra aleatoria de 25 mil personas. “No es posible establecer estrategias de prevención efectivas si no se sabe dónde se está el riesgo”, señaló la investigadora Cecilia Gayet, coordinadora de la encuesta.

Atención desatendida
Por el lado de la atención médica del VIH también hubo señalamientos importantes. De acuerdo con datos de la dirección de investigación operativa del Censida, la mortalidad relacionada con el VIH no se ha reducido como se esperaba. Entre 1997 y 2005 la mortalidad de personas positivas al VIH en el país se ha mantenido en los mismos niveles —más de cuatro mil muertes anuales—, pese a la provisión de medicamentos antirretrovirales para la población sin seguridad social desde 2003. El mismo trabajo muestra el panorama de la atención médica a nivel nacional. Entidades como el Distrito Federal, Jalisco, estado de México y Michoacán han logrado reducir sus índices de mortalidad, mientras que estados como Aguascalientes, Sonora, Chihuahua, Tabasco, Veracruz se mantienen a la zaga, con aumentos en sus tasas de mortalidad por sida.

Por su parte, la organización civil estadunidense Aids Healthcare Foundation (AHF), con trabajo en México, insistió en su campaña para reducir de los precios de los medicamentos antirretrovirales, para los que se invertirá en 2008, sólo por parte de la Secretaría de Salud, mil 455 millones de pesos.

Durante su participación en el congreso, el director de AHF, Michael Weinstein, instó a mejorar la coordinación entre las diferentes instancias públicas de salud para evitar las diferencias en los precios pagados por los medicamentos. Puso como ejemplo el caso del antirretroviral tenofovir, que costó a la Secretaría de Salud dos mil pesos, mientras que el IMSS paga tres mil 500, y el ISSSTE tres mil 990 pesos por el mismo fármaco. Con esos precios, el tratamiento anual por paciente oscila entre los siete mil y los ocho mil dólares.

Sobre el tema, Jorge Saavedra, director del Censida, señaló que en los últimos seis años se han logrado rebajas sustanciales, de hasta 60 por ciento, pese a lo cual México sigue siendo uno de los países que paga los precios más altos por los medicamentos anti sida.

Peter Piot, de ONUSIDA, estuvo presente en León durante la conmemoración del Día Mundial de Lucha contra el Sida, el 1 de diciembre. La fecha marca la recta final rumbo a la Conferencia Internacional de Sida, el evento global más importante sobre el tema que se realizará por décima séptima ocasión, por primera vez en Latinoamérica, en la ciudad de México.

Piot recalcó el liderazgo de México en materia de VIH/sida, en particular por impulsar el combate a la homofobia hace dos años. Para ONUSIDA las metas pendientes son el impulso de la educación sexual integral y mejorar las estrategias para acercar a los niños y los jóvenes la información sobre la infección y las formas de evitarla. Piot sostuvo reuniones con activistas y anunció una reunión con el titular del Ejecutivo federal, Felipe Calderón, para hablar sobre la reunión internacional, en la que le solicitará, dijo, “no bajar la guardia en la lucha contra el sida y la discriminación asociada a la pandemia”.

(Con información de Christian Rea Tizcareño, Alejandro Brito y Rocío Sánchez)