Disquero

Papacito Jagger

Será que el relevo generacional está muy debilitado, o que la caballada está muy flaca, pero lo cierto es que producir un álbum nuevo no es, como dirían los clásicos, eso de enchílame otra. Una manera de mantenerse vigentes, así como tener tranquilos a sus vampíricos contratantes de las disqueras, son las antologías. Entonces, si Dios, es decir Eric Clapton, sacó su biografía sonora, pues Papacito Jagger cómo chingaos no iba a sacar la suya (la biografía, claro). Lo curioso es que para los aferrados que tenemos todos los discos de donde sacaron tal antología no pierde ningún interés la aparición de una síntesis de ese disquerío con la obra solista del colíder (el otro es el Jefe Keith Richards, de sus Satanísimas Majestades Los Rolling Stones, además de que aprovechamos los últimos adelantos de la tecnología para mejorar el sonido. He aquí entonces rolononones como Just another nigth, Dancing in the street (a duo con el mismísimo David Bowie) o Sweet thing. He aquí el manierismo, la bemba que pintó Warhol soltando agudos, falsetes, gritos, gemidos y maullidos. Señoras y señores, con ustedes: Papacito Jagger.