Usted está aquí: viernes 23 de noviembre de 2007 Cultura Penultimátum

Penultimátum

Impunidad eclesiástica

Quienes se encargan de las relaciones públicas del cardenal Norberto Rivera han tratado en los días recientes de hacer creer que fue absuelto por la Corte Superior de Los Ángeles del cargo de encubrir al cura Nicolás Aguilar, acusado de pederastia. No es así. Lo que sostuvo la citada corte es que no era competente para llevar adelante el juicio contra el purpurado, pues el delito del que se le acusa fue cometido en México. Son pues las instancias judiciales de nuestro país las que deben investigar. De antemano se sabe la suerte que correría aquí una denuncia contra el cardenal. Cabe citar al respecto las entabladas contra el padre Marcial Maciel Degollado, fundador de los Legionarios de Cristo.

En muchos otros países ser sacerdote no garantiza impunidad. Por muy alto que figure en la escala jerárquica de la Iglesia católica. Por ejemplo, en Estados Unidos. Allí el domingo pasado se acordaron los principales términos para que la Compañía de Jesús pague 50 millones de dólares a 110 personas residentes en Alaska que sufrieron abuso sexual por parte de 12 curas y tres misioneros de dicha orden. Entre 1961 y 1987 abusaron sexualmente de niños esquimales que vivían en 15 pueblos remotos. Ken Roosa, uno de los abogados de las víctimas, aseguró que no era difícil encontrar en algunos poblados “un adulto que haya sido abusado sexualmente por hombres que utilizaban la religión y el poder para violar, avergonzar y luego silenciar a cientos de niños nativos”.

En cambio, las familias de niños y niñas que en México han sido víctimas de sacerdotes soportan todo tipo de presiones para que guarden silencio. Sin embargo, algunas sí se atreven. Como la familia Bonilla que denunció el abuso sexual cometido contra su hijo de tres años en el Colegio Oxford, de los Legionarios de Cristo, por parte del profesor Joaquín Francisco Mondragón, el cual se encuentra prófugo.

En otra escuela legionaria, la Mano Amiga (no es albur), ubicada en el municipio de Naucalpan, una menor presuntamente fue agredida por el padre Ricardo, de los Legionarios. El representante legal de dicho centro educativo, Enrique Valero, señaló en la última reunión de padres de familia que nadie más ha denunciado abusos sexuales contra los niños y que les extrañaba la denuncia porque en esa escuela “nunca había pasado nada”. La víctima sostuvo que el padre Ricardo, de 60 años y que se encuentra ahora en España, la llevaba en el recreo al área de oración de la escuela para tocarle su cuerpo so pretexto de que era un mandato de Dios. ¡Que repiquen las campanas de Catedral!

La declaración de la semana: “La piratería es una resistencia a altos mecanismos de poder que no están funcionando. Puede poner a tambalear la industria, pero ¿por qué cuesta tanto dinero hacer una película? La industria tiene que abaratar sus costos y volverlos razonables para no caer en la ilegalidad de la piratería. Que la industria entienda que uno no tiene por qué pagar lujos inútiles”: Ximena Cuevas, videoasta, en el Salón Internacional del Autor Audiovisual, efectuado en Colombia.

 
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