Usted está aquí: jueves 8 de noviembre de 2007 Cultura Comienza el Festival Internacional de Órgano y Música Antigua en Oaxaca

Jóvenes becarios de un instituto local se presentarán por primera vez en público

Comienza el Festival Internacional de Órgano y Música Antigua en Oaxaca

Se tienen catalogados 68 instrumentos, de los cuales seis se utilizarán en el encuentro

Mónica Mateos-Vega

A partir de este jueves, seis de los 68 órganos históricos que se encuentran en iglesias de Oaxaca serán los protagonistas de una de las fiestas musicales más llamativas de ese estado, en la cual no sólo se dan cita reconocidos intérpretes de varios países, sino que se muestra cómo la música ha cambiado la vida a decenas de jóvenes oaxaqueños.

Durante el sexto Festival Internacional de Órgano y Música Antigua, que hoy comienza y concluirá el martes 13, los organistas Kimberly Marshall (Estados Unidos), Bernard Brauchli (Suiza) y los mexicanos Rafael Cárdenas, Víctor Contreras y Rodrigo Treviño, tocarán en los órganos barrocos de la catedral y de la basílica de La Soledad, en la capital de Oaxaca.

También se organizarán “viajes de campo” a comunidades como Tamazulapan, Tlaxiaco, Tlacochahuaya y Zautla, donde se ubican algunos de los siete instrumentos monumentales que desde el año 2000 han sido paulatinamente restaurados por el Instituto de Órganos Históricos de Oaxaca (Iohio), con el apoyo de la Fundación Alfredo Harp Helú, donativos privados e instancias culturales federales.

Además de escuchar conciertos, el público podrá visitar pueblos que cuentan con órganos históricos sin restaurar, ubicados en espléndidas iglesias coloniales, así como escuchar opiniones y comentarios de especialistas.

El Iohio es dirigido por Cecilia Winter y tiene catalogados 68 órganos en esa entidad, los cuales están dentro de las iglesias para las que fueron construidos.

No obstante, se sabe de muchos instrumentos que han sido trasladados a museos o casas particulares, sacándolos de su contexto y de su caja de resonancia conformada por los muros de piedra y adobe de los templos.

Para organizar este encuentro musical se requieren muchos meses de trabajo, explica Gisele Pérez-Moreno, otra de las organizadoras. “Primero, es necesario poner los órganos a punto, limpiando los tubos, revisando los fuelles, calentando las maderas que accionan los tiradores y las correderas, y en muchos casos barriendo y eliminando tierra, polvo, excremento de animales, inclusive sacando animales muertos del coro de las iglesias o de dentro del órgano mismo.

“El acceso a las iglesias no es fácil pues, sobre todo en los pueblos, éstas dependen de un patronato o directamente de los sacristanes, que casi siempre tienen otras actividades, además de vigilar y cuidar el templo.

“Por tanto, para evitar viajes en balde, la directora del Iohio y su equipo de especialistas han tenido que construir una intrincada red de contactos locales que les permite acceder a los órganos más remotos de manera segura y expedita. Se ha tratado de sensibilizar a las poblaciones sobre la importancia de facilitar el acceso a los templos y para que sepan del incalculable valor cultural de sus órganos.”

Enseñanza con docentes extranjeros

Este año habrá oportunidad de escuchar a algunos de los becarios de la academia del Iohio, quienes por primera vez se presentarán en público con los instrumentos de su comunidad.

Se trata de adolescentes que han acudido a las clases, algunos después de recorrer hasta dos horas de camino desde su pueblo hasta la academia. Reciben instrucción individual, todos con profesores extranjeros, quienes les han explicado las diferentes formas de ejecución musical: staccato, legato, forte, piano.

No obstante, los pequeños ya cuentan con bagaje musical, dice, pues todos los pueblos de Oaxaca tienen al menos una banda y muchos provienen de ellas: “con su legado auditivo, estos niños hacen interpretaciones sutilmente diferentes de Schumann, que para un amante de la música clásica resultará encantador”.

En el contexto del festival también se impartirán clases magistrales de órgano, habrá un concierto de clavicordio, música de cámara barroca y conferencias. Para los interesados en participar en las actividades que se realizarán desde hoy para concluir el domingo 11, el costo será de 2 mil pesos, que incluye cuatro conciertos, tres comidas y transporte a las comunidades. El cupo es limitado. Informes e inscripciones en la página de Internet: www.iohio.org.com

 
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