Usted está aquí: domingo 7 de octubre de 2007 Espectáculos El cine latino, superior para editar, construir y contar historias: Olmos

La película La misma luna, de Patricia Riggen, abre hoy el 11° festival internacional de LA

El cine latino, superior para editar, construir y contar historias: Olmos

El muro fronterizo, inútil, “nada va a parar la migración”

El gobierno y los ricos en México no entienden lo más importante en la vida: tratar a la gente humilde con respeto

Ana Lilia Cortés (Especial para La Jornada)

Ampliar la imagen Soy mexicano-americano, estoy orgullos de mi origen, declara Edward James Olmos Soy mexicano-americano, estoy orgullos de mi origen, declara Edward James Olmos Foto: Carlos Olivera

Los Ángeles, 6 de octubre. La undécima edición del Festival Internacional de Cine Latino de Los Ángeles (LALIFF, por sus siglas en inglés), que del 7 al 14 de octubre se desarrollará en Hollywood, California, conmemorará el centenario del natalicio de Gabriel Figueroa, dedicando a México su nueva fiesta fílmica que iniciará el domingo con la entrega, al actor Ignacio López Tarso, del Gabi Lifetime Achievement Award, máximo reconocimiento que otorgan desde 1997 en honor del gran cineasta mexicano, como la película La misma luna, de Patricia Riggen, que abrirá el LALIFF.

Edward James Olmos, cofundador con Marlene Dermer del festival, dijo que este año participan casi 30 películas, dos decenas de documentales y 40 cortometrajes de los países participantes.

Semillero de cineastas

En entrevista, Olmos aseguró que “Los Angeles tiene el festival mundial más grande de cine internacional de Latinoamérica y ahora es el mejor, no porque somos nosotros quienes lo presentamos, sino porque la calidad de los filmes latinos en Estados Unidos y en todo el mundo ha aumentado de una manera impresionante… Considero que somos la influencia para el futuro del cine y escaparate del semillero de cineastas, actores y guionistas que existe en el continente; es increíble que tenemos aquí filmes que para el espíritu, son como un vaso de agua en medio del desierto”.

–¿Qué características observa en las producciones cinematográficas latinoamericanas para generar esos comentarios?

–Las producciones en español tienen en este momento una gran oportunidad por las cosas impresionantes que se viven en Latinoamérica, donde a pesar de sus limitados presupuestos han desarrollado una manera de construir y hacer sus películas, son ahora muy superiores en su forma de editar, en la calidad de los argumentos, la forma de contar las historias y de producir… No había observado un momento de tal impacto ni siquiera en la Época de oro del cine mexicano.

–¿Eso le ha motivado además de actuar, a producir y dirigir algún nuevo largometraje?

–Por supuesto, llevaremos al cine La frontera de cristal, de Carlos Fuentes que voy a producir y dirigir. Estamos en la etapa de pre producción, la haré con la Universidad de Guadalajara y empezaremos a rodar en abril del año entrante; abordaremos el tema de la inmigración, la frontera y la gente que vive en esa zona. Va a ser una cosa increíble, aunque todavía no seleccionamos el elenco será cien por ciento hecha por mexicanos, con guión de Fernando León.

–¿Qué piensa del muro divisorio que construyen en la frontera que comparten México y Estados Unidos?

–Que van a gastar mucho dinero en vano porque no va a detenerse la inmigración; el problema es que la gente necesita venir acá porque el gobierno y los ricos de México no entienden lo que es más importante en esta vida: tratar a la gente humilde con respeto; allá no respetan a la gente sin dinero, es muy triste saber que los pobres de México y Latinoamérica sufren más que los de cualquier parte del mundo.

–¿Usted cree que alguna vez aprueben la reforma migratoria para legalizar a los millones de indocumentados que viven en este país?

–Lo van a hacer en algún momento, así como diferentes cosas para detener la inmigración indocumentada, que nada va a parar. Es como si sólo hubiera agua de este lado y la gente tiene que irse a donde la encuentre y ahorita no hay agua en México, toda está acá; por eso no van a poder parar a la gente que lo único que está haciendo es tratar de vivir con dignidad; con todo y muros y vigilancia tecnológica van a cruzarse, van a quedarse y van a tratar de trabajar y levantarse.

–¿Cómo marcó su vida el ser hijo de inmigrantes mexicanos?

–Fue muy difícil, mi papá llegó en 1945 y mi mamá es originaria de Los Ángeles, California, soy tercera generación por parte de mi madre y primera por mi padre, quien vino a tratar de estar con su familia porque mis papás se conocieron en México, mi mamá regresó, se enamoraron, él se mudó siguiéndola y empezaron su vida de forma humilde y trabajando sin descanso, a nosotros nos cuidaban los bisabuelos, gracias a Dios, porque tenían la paciencia y sabiduría para ayudar a que nos desarrolláramos como niños, nos ayudaron mucho y nos enseñaron cosas increíbles.

–¿Qué ha significado culturalmente para usted el ser llamado chicano?

–¡Me encanta!, ¡es lo que yo soy!, soy mexicano-americano, estoy orgulloso de mi origen.

Trabajo duro

–Ese origen lo ha convertido en activista, ya que usted ha luchado por abrir caminos para los chicanos y para los latinos en general, siempre los impulsa, incluso una frase que lo caracteriza es: “si yo pude, tú puedes.”

–Eso es algo que he comprendido con el tiempo porque mucha gente venía y me decía que mi talento es natural, que me lo dio Dios, y siempre agradezco la admiración que me expresan. No quiero que mal interpreten y piensen que no soy humilde, pero lo que Dios me dio fue la vida y yo he tenido que trabajar muy duro para hacer lo que hago.

–¿De qué manera lo logró?

–Preparándome a conciencia, porque la educación es la llave, el desarrollo de la mente es lo más importante y si bien uno sueña y puede imaginar, fantástico, pero para lograrlo, hay que esforzarse para hacer los sueños realidad, y eso sin educación es muy difícil, por eso siempre exhorto a todos a estudiar, a prepararse, pero hay que hacerlo con pasión, esfuerzo, entrega, persistencia, determinación, paciencia y disciplina.

–¿De qué manera le inspiró el haber nacido en el este de Los Ángeles, para ser ahora consejero y ejemplo de jóvenes a quienes usted invariablemente sugiere que dejen las pandillas?

–Eso fue por parte de la vida que me tocó, empecé a ayudar desde muy joven: me gustaba cómo me sentía al dar más que recibir. Creo que eso me ha dado lo que he logrado en esta vida, por eso siempre les digo a los niños: “tienen que dar”; también que si se acostumbran a vivir peleando esa es la vida que van a entender.

La cinta más vista en EU

Stand and Deliver ha sido una de sus películas memorables, no solo por su nominación al Óscar como mejor actor en 1988, sino por la inspiración de superación que sigue provocando en las nuevas generaciones.

“Esta película en la que hice el papel del profesor boliviano Jaime Escalante es la que ha pegado más fuerte, tiene el honor de ser la película más vista en la historia de Estados Unidos, no solo por su éxito el año en que se estrenó, sino porque inspira a los jóvenes y eso me ha hecho encargarme de que la tengan en todas las secundarias, preparatorias y universidades.”

–Usted es embajador de la UNICEF, ¿qué significa para usted tener ese nombramiento?

–Es un honor muy grande trabajar por los niños del mundo, voy a tratar de entender y ayudar en todo lo que pueda. También me gusta mucho trabajar para concientizar sobre las enfermedades que afectan a los latinos, como diabetes, sida, artritis, y muchas otras.

–¿Qué sueño le falta cumplir?

–Vivir y ser el Olmos más viejo de todas las generaciones de la familia, quiero vivir 125 años.

 
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