Usted está aquí: sábado 15 de septiembre de 2007 Política Senadores de PRI y PAN aprueban la reforma fiscal; “es una pillada”: PRD

Con 109 votos a favor y ninguno en contra avalan el nuevo régimen para Pemex

Senadores de PRI y PAN aprueban la reforma fiscal; “es una pillada”: PRD

Víctor Ballinas y Andrea Becerril

Ampliar la imagen Aspecto de la sesión en que el Senado avaló la reforma fiscal Aspecto de la sesión en que el Senado avaló la reforma fiscal Foto: Francisco Olvera

Ampliar la imagen El perredista Graco Ramírez Garrido y el priísta Manlio Fabio Beltrones tuvieron posturas encontradas durante la votación sobre nuevos impuestos El perredista Graco Ramírez Garrido y el priísta Manlio Fabio Beltrones tuvieron posturas encontradas durante la votación sobre nuevos impuestos Foto: Francisco Olvera

La dupla PRI-PAN aprobó ayer en el Senado la reforma fiscal, luego de casi ocho horas de discusión, durante la cual el perredista Pablo Gómez advirtió que el incremento de 5.5 por ciento a la gasolina “es una pillada”, que afectará a la economía, a los campesinos y a los sectores más débiles del país y ni siquiera beneficiará realmente a todos los estados.

El perredista fustigó a los senadores priístas; les pidió “no ser parte de las estupideces de un gobierno que no es suyo”, pero al final el gasolinazo se aprobó con 77 votos a favor y 26 en contra de las bancadas de PRD, PT y Convergencia y de los senadores priístas Carlos Jiménez Macías y Heladio Ramírez. Este último, ex dirigente de la Confederación Nacional Campesina, subió a tribuna para expresar que se empobrecerá aún más a los habitantes del agro.

Frente a las aseveraciones de senadores del PAN de que el impacto por el alza a la gasolina es mínimo, Heladio Ramírez señaló que para los productores de frijol significará 154 millones de pesos más en costos de producción.

También priísta, del sector obrero, Carlos Aceves del Olmo estaba en contra, pero no se atrevió a ir en dirección opuesta a su bancada, y prefirió abstenerse.

Los perredistas refutaron cada aseveración de los panistas sobre las supuestas bondades del nuevo impuesto al diesel. El presidente de la Comisión de Hacienda, Gustavo Madero, afirmó “con contundencia” que todas las entidades ganan.

Pablo Gómez le respondió que en realidad el reparto es desigual y para 2011 se va a volatilizar, porque los estados ya no podrán cobrar la tenencia, que les representa 22 mil millones de pesos.

El gravamen a la gasolina les dará unos 23 mil millones, por lo que los gobiernos de los estados “van a salir exactamente tablas”, pero se va a perjudicar a todos los mexicanos.

En otra intervención, Gómez detalló que 18 entidades recibirán menos recursos con la nueva tributación, entre ellas el Distrito Federal, Oaxaca, Nayarit, Morelos “y también Sonora; pierde Manlio (Fabio Beltrones)”. Agregó que el resto de los estados de la República obtendrá más recursos que los que tienen con la norma actual. El gran ganador, aseveró, es el estado de México.

Incluso el panista José Isabel Trejo reconoció que los estados con más actividad económica se llevarán más participaciones.

En tribuna, Heladio Ramírez sostuvo que subir el precio de la gasolina en 5.5 por ciento es incrementar “los costos de vida y de producción a las dos terceras partes de los campesinos. Es sencillamente empobrecerlos más que antes y reducir sus condiciones de vida”.

Reclamó “medidas compensatorias justas” para los productores rurales; “concretamente, crear el fondo para la seguridad social de los hombres del campo”.

“Estupidez”, impuesto a depósitos

También con el voto en contra de PRD, PT y Convergencia el Senado aprobó el impuesto empresarial de tasa única (IETU) y la Ley del Impuesto a los Depósitos en Efectivo. A este último Pablo Gómez lo calificó de “auténtica estupidez”.

Es el primer impuesto establecido en el mundo sobre el circulante, pero no sobre todo éste, sino sólo el de moneda de curso corriente; “no abarca las cuentas de cheques, que es el de mayor agregado. Esta ya de entrada es una contradicción”, destacó.

Desde la tribuna pidió a los priístas “no ser parte de las estupideces de un gobierno que no es suyo”. Se entiende, dijo, que el partido en el poder tenga que solidarizarse con la reforma fiscal de Felipe Calderón, “¡pero no ustedes! Es, además, un impuesto idiota que no va a recaudar nada y sí va a generar problemas en la gente”.

Advirtió el perredista: “Vamos a ir a la Corte, se va a armar un escándalo y ustedes van a ser los responsables; acuérdense de la ley Televisa, que pasó aquí en esta asamblea; estaban muy insuflados y muy acá; (Enrique) Jackson dirigiendo acá; y lo que pasó por hacerle caso a otros”.

También por el PRD, Ricardo Monreal dijo que “es verdaderamente atroz establecer ese gravamen, que viola la Constitución, los principios de equidad y de proporcionalidad establecidos en ella. Y es más, ya existe jurisprudencia de la Corte en ese sentido. Cualquiera que se ampare contra ese impuesto va a ganar”.

Es falso, aseveró, que sea un impuesto para vendedores ambulantes o trabajadores informales. Lo que se está creando “es una contribución para todos los dueños de pequeños comercios, pequeños restaurantes y establecimientos; para gasolinerías, misceláneas; para prestadores de servicios, profesionistas independientes, como abogados, doctores y arquitectos, entre otros”.

Lo que sí se aprobó por consenso fue el nuevo régimen fiscal para Petróleos Mexicanos (Pemex). Hubo 109 votos a favor y ninguno en contra.

El presidente de la Comisión de Energía, el priísta Francisco Labastida Ochoa, subrayó: “estamos actuando, si ustedes quieren, un poco tarde, pero todavía con el tiempo para evitar la crisis económica que se puede registrar en México derivada de la caída de la producción petrolera, y estamos actuando para aprovechar la potencialidad petrolera y energética del país”.

Con la reforma, explicó, van a crecer 14 veces los aportes para investigación, “y Pemex contará con recursos del orden de 30 mil millones de pesos, el primer año en que entre en vigor el nuevo régimen, y al final contará con 55 mil millones de pesos, que destinará a inversión”.

Más directo, el panista Rubén Camarillo Ortega advirtió que la próxima reforma importante que se deberá aprobar será la energética, particularmente la de Pemex.

Pero el perredista Graco Ramírez dejó claro: “No vamos a transitar por el camino de los contratos de riesgo con empresas petroleras para asegurar la perforación en aguas profundas y compartir el hidrocarburo con ellas. Ese es el peor de los caminos para el país. Y ese camino no se va a seguir porque se requiere una reforma constitucional, y el PAN nos ha dicho que no lo puede hacer; esperemos que el PRI tampoco lo hará, porque no lo pueden hacer, enhorabuena”.

La decisión de no modificar ni una coma las seis minutas que les envió la Cámara de Diputados hizo que los senadores tuvieran que firmar un acuerdo con el fin de que en la Ley de Ingresos se establezca el estímulo de 500 millones de pesos que en las nuevas disposiciones tributarias –especialmente el IETU– fue excluido.

En tanto, la presidenta de la Comisión de Cultura, María Rojo, recibió por la mañana a un grupo de cineastas que se quejaron por el fuerte impacto negativo en la industria del séptimo arte, y luego en tribuna demandó resolver el problema.

Seis de las siete minutas se aprobaron; sólo quedó pendiente la reforma constitucional, que comprende diversos cambios para hacer más eficiente el ejercicio del gasto. No pasó el jueves mismo, ya que por tratarse de cambios a la Carta Magna no se permite dispensar la primera lectura.

Ayer se aprobó el proyecto de Calderón con más cargas tributarias para los mexicanos, a pesar de que en campaña se comprometió a bajar el precio de la gasolina: “Los mexicanos tienen memoria”, advirtió Monreal.

 
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