Usted está aquí: domingo 9 de septiembre de 2007 Economía Cerca de veinte detenidos y dos policías heridos durante la cumbre del APEC

Miles se manifestaron contra la guerra en Irak y la presencia de George W. Bush

Cerca de veinte detenidos y dos policías heridos durante la cumbre del APEC

Autoriza declaratoria que cada país puede seguir sus reglas sobre cuidado al ambiente

Afp y Reuters

Ampliar la imagen Manifestantes son arrestados ayer por policías australianos durante las protestas contra la reunión de presidentes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico Manifestantes son arrestados ayer por policías australianos durante las protestas contra la reunión de presidentes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico Foto: Reuters

Sydney, 8 de septiembre. Miles de personas se manifestaron este sábado en las calles de la capital australiana contra la guerra en Irak y el problema mundial del cambio climático.

Los manifestantes salieron a las calles también en protesta por la llegada del presidente George W. Bush a la reunión de dirigentes del Foro de Cooperación Asia-Pacífico (APEC).

Este sábado se celebró la decimoquinta edición de la reunión del APEC. En el primer día de sesiones de la cumbre se reportó una veintena de detenidos y al menos dos policías heridos.

Sentados para discutir, de pie para bailar al ritmo de la percusión, centenares se han ido reuniendo desde las dos de la tarde sobre la costa este australiana y las protestas al margen del APEC, tan temidas por la policía, se diluyen en música.

Unas 10 mil personas, que marcharon con tambores y otros instrumentos musicales, así como con pancartas, protestaron contra uno de los invitados más visibles de esta reunión de dirigentes del Asia-Pacífico: el presidente estadunidense George W. Bush y su guerra en Irak. La protesta, perturbada por las lluvias intermitentes, estuvo lejos de tener los 20 mil participantes anunciados por las fuerzas del orden.

Desde el comienzo la manifestación, que fue convocada por la organización “Paremos a Bush”, había sido confinada a algunas cuadras de los sitios neurálgicos. Según la policía, que cubría todas las esquinas del centro de la ciudad, ésta se desarrolló “de manera disciplinada” a pesar de algunas escaramuzas aisladas que concluyeron con 17 arrestos y dos heridos entre los oficiales de policía.

“Ellos quisieron hacer creer que seríamos violentos”, se enerva Katie May, una enfermera de 24 años, furiosa también por el dinero gastado en las medidas de seguridad. Cerca de allí en una pancarta abandonada en el piso se lee: “pacifistas protestan contra dirigentes violentos”.

Australia gastó 169 millones de dólares australianos (140 millones de dólares) en la mayor operación de seguridad del país APRA proteger a 21 líderes mundiales, en medio de advertencias e la policías sobre protestas violentas, pero sólo comediantes vulneraron la fuerte red de seguridad.

Según una de las organizadoras, las advertencias de la policía contra los riesgos de desbordamientos disuadieron a mucha gente de desplazarse. “Sabíamos que con la enorme cantidad de policía y las provocaciones la gente tenía miedo de venir, comenta Pip Hinman, otro de los manifestantes.

Para acoger a sus socios del Asia-Pacífico, Australia desplegó esta semana el mayor dispositivo de seguridad de su historia, transformando su ciudad más grande en una verdadera fortaleza.

En la zona de seguridad, en tanto, los jefes de Estado y de gobierno del APEC se tomaron la clásica foto del grupo durante la inauguración del acto. El APEC lo conforman Australia, Brunei, Canadá, Chile, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Filipinas, Hong Kong, Indonesia, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Papúa Nueva Guinea, Perú, Rusia, Singapur, Tailandia, Taiwán y Vietnam.

El corazón turístico de Sidney fue desfigurado con un cierre de cinco kilómetros de largo, hecho con cercas y bloques de cemento que restringen el desplazamiento en las cercanías de la ópera donde se reunieron los dirigentes. Más de 5 mil miembros de las fuerzas de orden fueron desplegadas, tanto en tierra como en las aguas y el cielo de Sidney. La policía incluso había comprado un cañón de agua especialmente para esta cita, pero se reveló inútil el sábado.

Todo estaba planeado para que cerca de allí los dirigentes de las 21 economías de la APEC, entre quienes figuran también el presidente ruso, Valdimir Putin, y el presidente chino, Hu Jintao, estuvieran al abrigo de las protestas.

El sábado, varios manifestantes se pronunciaban a favor de una acción para revertir el calentamiento global, pero la gran mayoría estaba ahí para repudiar a Bush, para denunciar su guerra en Irak y el apoyo fiel que el primer ministro australiano, John Howard, le brinda desde el comienzo.

Rehúyen objetivos sobre cambio climático

Los líderes del APEC –foro que incluye a los países más contaminantes del mundo– emitieron una declaración concerniente al calentamiento global, pero eso no significa que harán firmes compromisos para revertir la situación, ya que el documento APEC indica que los países miembros están autorizados a seguir sus propias estrategias.

Los funcionarios encargados de la redacción del documento suscrito por los líderes encontraron un difícil consenso para la declaración final sobre el clima, que no contiene objetivos obligatorios, y no habrá que hacerse ilusiones en los próximos años para que se note una mejora en el problema del cambio climático, pues la ronda sesionará un día más y no espera algún resultado positivo en ese sentido.

El documento de seis páginas firmado por los dirigentes del Foro Económico Asia-Pacífico (APEC) se contenta con mencionar una “aspiración” a reducir de acá al 2030 en 25 por ciento la intensidad energética (medida calculada por el informe del consumo de energía y de producción) de las 21 economías.

El texto afirma igualmente que las Naciones Unidas deben ser el marco para la negociación sobre el clima. Desde el comienzo de la semana quedó claro que había dos posiciones sobre el tema.

Los grupos ecologistas lo consideraron un fracaso porque no tuvo metas vinculantes. “La Declaración de Sidney es solamente una distracción de Sidney de la acción real contra el cambio climático,” afirmó la activista por la energía de Greenpeace, Catherine Fitzpatrick.

Las economías en desarrollo, lideradas por China e Indonesia, se opusieron a comprometerse con objetivos vinculantes porque creen que perjudicarían el crecimiento económico. Argumentan que las naciones desarrolladas deben asumir más responsabilidad frente al cambio climático.

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, ha pedido al APEC que tenga más flexibilidad en las conversaciones del comercio mundial, diciendo que la ronda Doha era “una oportunidad única para esta generación.”

Australia y Estados Unidos defienden un acercamiento al tema en el cual le piden a los países en desarrollo –como China– mayores esfuerzos y se muestran dispuestos a negociaciones siempre y cuando sean al margen del protocolo de Kyoto, el principal tratado internacional sobre medio ambiente, que expira en 2012.

Pero China lidera un bloque de países que considera que las Naciones Unidas –que celebrarán en diciembre una gran reunión en Indonesia sobre el tema– son las llamadas a liderar las negociaciones sobre el cambio climático.

Australia previó hacer del cambio climático uno de los temas mayores de la cita de jefes de Estado del APEC. Pero desde la semana pasada el primer ministro John Howard había advertido que ningún compromiso vinculante sería adoptado con relación a los gases que producen el efecto invernadero.

 
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