Usted está aquí: miércoles 22 de agosto de 2007 Política Condiciona el PRI apoyo a reforma fiscal a que se modifique la CETU

Plantean diputados no gravar aportaciones a la seguridad social y los salarios

Condiciona el PRI apoyo a reforma fiscal a que se modifique la CETU

enrique mendez, (enviado) mariana chavez (corresponsal)

San Juan del Río, Qro., 21 de agosto. El grupo parlamentario del PRI en la Cámara de Diputados aprobó hoy una postura en favor de la reforma fiscal, pero que no sólo modifica la denominación del nuevo impuesto de tasa única, sino que busca hacer acreditables las aportaciones al Instituto Mexicano del Seguro Social, al Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores y al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, y hacer deducibles para las empresas el pago de salarios. Esto reduciría la base gravable y, por consiguiente, la tasa de recaudación respecto del producto interno bruto (PIB) sería de 1.6 por ciento, no de 2 puntos en el primer año –como se preveía en la propuesta original de Felipe Calderón–, y considera una recaudación adicional de 2.6 por ciento del PIB en un quinquenio.

El presidente de la Comisión de Hacienda, Jorge Estefan Chidiac, informó al término de la octava reunión parlamentaria del PRI que al no gravar las aportaciones de seguridad social y los salarios, el efecto sería equivalente a entre 0.3 y 0.4 por ciento del PIB, que si bien constituye “un sacrificio fiscal”, pues sólo se recaudarían en el primer año cien mil millones de pesos y no 130 mil, como pretendía el gobierno federal, sería “dinero más sano y no inhibiría la inversión”.

El documento fue votado por la diputación priísta, aun cuando sólo recibió una explicación de su contenido por el diputado Horacio Garza, acción que fue cuestionada a lo largo de un debate de casi dos horas en el que participaron casi 40 oradores. Uno de los más duros fue el mexiquense Rogelio Muñoz Serna, quien reprochó que el contenido no fuera consultado con todo el grupo. El oaxaqueño José Murat y el duranguense Samuel Aguilar inclusive reprocharon que las definiciones de la bancada se votaran a ciegas. “Esto nos deja sin margen de negociación ante el gobierno, y habría sido preferible sólo una declaración política”, expresó Samuel Aguilar.

Sin embargo, el PRI decidió finalmente impulsar la aplicación del impuesto sobre la renta en las operaciones que realicen personas físicas y morales en la Bolsa Mexicana de Valores, cuando las transacciones impliquen un cambio o transferencia del control de empresas, para evitar que se repita la venta de bancos sin pagar impuestos, como ocurrió en la compra de Banamex por Citigroup.

El documento también advierte que el PRI no aceptará la aplicación de un gravamen especial a la venta de pinturas en aerosol, ni la mayoría de los impuestos cuyo manejo se consideraba otorgar a los gobiernos de los estados, a excepción de los relativos a gas y gasolinas, que serían recaudados por los éstos para entregarlos a la Federación, para que ésta, posteriormente, los devolviera a las entidades de un modo similar al cobro de la tenencia vehicular.

Asimismo, el PRI decidió condicionar la aprobación del paquete fiscal enviado por el Ejecutivo a que los recursos adicionales se destinen a obras de inversión, a la reducción del gasto corriente, a la cancelación de plazas en las secretarías de Estado y las entidades paraestatales, a evitar la duplicidad del gasto y a una evaluación de las delegaciones de las secretarías de Desarrollo Social, Agricultura y Economía, así como de la Comisión Nacional del Agua.

En conferencia de prensa, Estefan aseguró que las definiciones alcanzadas por los diputados del tricolor no constituyen “ningún compromiso de votación; no quiere decir que las votaremos de manera inmediata. Esperaremos a que las conozca el gobierno, que las estudie y las acepte, porque no son de relleno”.

Además, la propia diputación del PRI abrirá un periodo –entre hoy y el viernes– para que sus integrantes y, eventualmente, los senadores priístas, presenten de manera formal las propuestas que en lo particular se plantearon en la plenaria de hoy. El senador queretano José Calzada consideró que la respuesta del gobierno de Felipe Calderón a la postura del tricolor debe darse lo más pronto posible.

Jorge Estefan dijo que si bien todavía es posible convocar a la Comisión de Hacienda para que sesione en los últimos días de agosto e inicie una eventual redacción de los proyectos de dictámenes de las siete iniciativas enviadas por el Ejecutivo, el deseo de los priístas es que el paquete fiscal se apruebe antes del 8 de septiembre, fecha límite que el gobierno federal tiene marcada en la Ley de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria para enviar su iniciativa de Ley de Ingresos y el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para 2008.

El documento de 19 cuartillas define que la propuesta del Ejecutivo para incrementar la recaudación por medio de la denominada contribución empresarial a tasa única (CETU) no resuelve el problema de desigualdad en la distribución de la carga tributaria, pues no analiza ni propone solución a los privilegios fiscales permitidos por la ley vigente.

Estefan explicó que una de las primeras decisiones de la bancada fue modificar la denominación del gravamen, porque no se trata de una contribución ni está destinada exclusivamente al sector empresarial, sino que sería de aplicación general.

Por ello, el PRI definió que apoyaría la reforma fiscal si se modifica, de entrada, el nombre del tributo a ley del impuesto a tasa única; además, establecer un régimen de transición, evitar la doble tributación, eximir los ingresos de pequeños productores, pequeños comerciantes y productores agrícolas hasta por 40 salarios mínimos, permitir la deducibilidad de los donativos, exentar a las universidades privadas que no tengan fines de lucro, prohibir y sancionar la triangulación de donativos, regular la operación de organizaciones sin fines mercantiles y no gravar las ventas que personas físicas realicen de bienes muebles e inmuebles.

También se plantea modificar la denominación del impuesto contra la informalidad, que sería apoyado sólo si se instaura como ley del impuesto a los depósitos en efectivo; también se considera aplicar, desde el primer año, un 20 por ciento de IEPS a la celebración de juegos con apuestas y sorteos y, al mismo tiempo, se rechazó un nuevo gravamen estatal para el tabaco.

Estefan explicó que el PRI buscará eliminar todas las sanciones penales propuestas en la iniciativa de reforma al Código Fiscal de la Federación, y confirmó que los votos priístas están condicionados a que el gobierno federal acepte un nuevo régimen fiscal para Pemex.

La reunión fue clausurada por la presidenta del partido, Beatriz Paredes Rangel, quien después se reunió con legisladores locales y regidores priístas para revisar las estructuras del partido en el estado y abordar el conflicto por la elección de la dirigencia de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares.

 
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