Usted está aquí: martes 21 de agosto de 2007 Cultura Cauduro toma la Corte para mostrar su visión sobre siete crímenes institucionales

Abordará los temas de tortura, homicidio y secuestro, entre otras violaciones

Cauduro toma la Corte para mostrar su visión sobre siete crímenes institucionales

El proyecto se completa con obras de Luis Nishizawa, Leopoldo Flores e Ismael Ramos

carlos paul

Ampliar la imagen Panorama de Secuestro, que forma parte del proyecto que  desarolla en un cubo y las escalinatas de la Corte. "Para esta obra escogí las primeras horas del secuestrado", señala el artista (La imagen fue girada 90º para mostrar una mejor perspectiva.) Panorama de Secuestro, que forma parte del proyecto que desarolla en un cubo y las escalinatas de la Corte. “Para esta obra escogí las primeras horas del secuestrado”, señala el artista (La imagen fue girada 90º para mostrar una mejor perspectiva.) Foto: Rafael Cauduro

La historia de la justicia en México vista a través de los crímenes sociales e institucionales, como la tortura, el homicidio, el secuestro, la represión, la privación ilegal de la libertad, la violación y los ineficaces procesos judiciales, se concentra en la propuesta del reconocido artista plástico Rafael Cauduro, quien desde hace más de un año trabaja en uno de los cubos y escalinatas de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, donde pintará siete murales sobre dichas temáticas.

En diciembre del año pasado se pudo apreciar el proyecto y parte del proceso (La Jornada, 13 de diciembre), en el que también participan los creadores Luis Nishizawa, Leopoldo Flores e Ismael Ramos, quienes plasman sus visiones sobre la justicia en otros tres cubos del máximo tribunal.

Para Cauduro, quien ayer presentó los avances de su trabajo, en la justicia mexicana “hay también otro tipo de historias, sobre todo una que ha sido más constante y permanente: la historia de sus limitaciones, de sus fallas, de sus problemas no resueltos. Seguimos en la búsqueda y exigencia de justicia”, apuntó el creador.

“La justicia tendrá historia mientras exista un caso en el cual, por tardanza o papeleo, se le niegue a alguien; mientras se torture a una persona para obtener una confesión; mientras haya homicidios no resueltos, violaciones y secuestros impunes; mientras la cárcel mantenga semejanzas con un juego de azar, donde caen quienes carecen de defensa, mientras el derecho no frene la represión y la violencia.

“Esta historia de fondo es la que importa, ya que revela lo que deseamos evitar con la justicia, con su razón de ser y la esperanza que la anima. Esa es la historia que he querido presentar en siete murales y algunos pequeños espacios.”

Estructura de la muestra

El trabajo pictórico de Cauduro abarca un área aproximada de 286 metros cuadrados. Está dividido en tres fases, y ayer se pudo conocer el mural correspondiente a Homicidio (que se encuentra terminado), mientras Tortura tiene un avance de 90 por ciento y para Secuestro sólo falta montarlo en la pared correspondiente.

Las obras restantes son Procesos viciados, Violación, Cárcel y Represión, y serán terminadas y montadas en una segunda y tercera fases.

La manera de apreciar los murales, que abarcarán tres pisos, “siempre será cinética”, es decir, el visitante deberá moverse para tener una perspectiva integral del mural, pues pisos y barandales entorpecen la visión si el observador se encuentra en un solo sitio.

“Por qué existe la justicia, si no es por los crímenes”, explicó el creador. “Me parece muy bien que exista una historia de la justicia que celebre los muchos o pocos avances que haya tenido, pero aún tenemos una carencia brutal; existe un enorme desbalance entre dichos avances y lo que aún nos falta por hacer, por ello mi trabajo habla de siete crímenes institucionales muy duros.

“Debemos reconocer a la Suprema Corte de Justicia de la Nación que este trabajo se haya podido realizar y pueda ser visto. Creo que se vislumbra una nueva etapa, en la que veremos un Poder Judicial independiente, y ya no como el apéndice del Ejecutivo.”

Final del recorrido

El recorrido comienza con un mural histórico introductorio de los siete restantes, ubicado en un pequeño muro con una ventana, en el sótano del edificio, que tendrá como titulo Tzompantli.

En esta obra se observan cerca de 350 cráneos de tamaño natural en alto relieve. Escaleras arriba siguen Procesos viciados. “Este es uno de los que más me interesa destacar por la importancia de ese crimen”, señala Cauduro.

Luego sigue Tortura, “tema conocido, difícil y universal”; a continuación Homicidio, Violación, Secuestro (“para el cual escogí las primeras horas del secuestrado”), Represión y, para terminar, en el muro más alto, estará Cárceles, que retrata los abusos que cometen en esos sitios.

 
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