Mónica Raya anunció el estreno de cuatro obras
Creatividad y profesionalismo, reto para el teatro de la UNAM
La producción teatral en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), necesita ser aún más eficaz y profesional, debe haber respeto por la programación y la planeación, así como una revisión del presupuesto, reconoció Mónica Raya, titular de la Dirección de Teatro de esa institución.
Raya, quien concluirá su gestión en diciembre próximo, destacó que persiste cierta inercia respecto de la producción teatral. ''Aunque podría ser evidente, en la actualidad no se puede activar un ciclo de teatro que convoque a todo el público, pues existen distintas generaciones e intereses. Los espectadores se han renovado y hay espectáculos que no hablan con su público como antes".
Para la también escenógrafa, ''debe haber una combinación entre el respeto a los artistas consagrados y las propuestas de las nuevas generaciones, lo que no se puede dar es un autoritarismo intelectual, que diga cómo se debe pensar o crear".
Luego de cuatro años en el cargo, afirma que ''aún existe una inercia decimonónica muy grande, la cual tiene que ver con muchos artistas, quienes tienen la idea de que ellos son creadores a los que nadie les puede decir cómo puede ser el mundo", explicó la funcionaria.
''Si bien no hay límites para la creación, se piensa que el arte no se puede presupuestar, y creo que debe haber una combinación de creatividad y profesionalismo en la producción y planeación. Eso sigue siendo un reto para el teatro de la UNAM."
Es muy difícil convencer tanto a la sociedad, como a los propios creadores, de que no se hace teatro por hobby, sino porque somos profesionales; debe cambiar la manera en cómo se comportan los artistas, abundó Raya.
''A la Dirección de Teatro llegan (los artistas) diciéndome que ven el vaso medio vacío y yo lo veo medio lleno: es el permanente debate. Empero, nos falta la percepción de para qué sirve el arte y, sobre todo, una idea profesional más eficiente del arte, la cual es nuestro talón de Aquiles."
En fechas próximas, adelantó Raya -luego de dar a conocer los siguientes cuatro estrenos en la UNAM-, se publicará un volumen con el que se busca valorar la tradición teatral universitaria. Incluirá un breve recuento histórico, los perfiles de ocho premios nacionales de Ciencias y Artes y una selección fotográfica de 70 puestas en escena, de 1974 a la fecha.
La llama de mi vida, de Fabrice Melquiot, dirigida por Manuel Ulloa Colonia, que se estrenará el 17 de agosto, a las 20 horas, en el teatro Santa Catarina, ''es una obra que cuestiona e invita a pensar en el uso de los medios de comunicación masiva en la intimidad de las personas". La historia gira en torno a una pareja que trata de recobrar la pasión amorosa perdida con el paso del tiempo.
El hombre que fue Drácula, texto de Roberto Coria, con edición literaria de Vicente Quirate y dirección de Eduardo Ruiz Saviñón, tendrá su estreno el jueves 23, a las 20 horas, en el Centro Cultural Universitario (CCU). Esta puesta en escena propone al espectador ''el probable relato de cómo Bram Stoker concibió una de las obras más inquietantes del siglo XIX: Drácula".
El día 24, a las 20 horas, en el CCU se restrenará, con ''una estupenda escenografía", La luna vista por los muertos, de Daniel Rodríguez Barrán, dirigida por Zaidé Silvia Gutiérrez.
La comedia de los errores, de Shakespeare, adaptación de Alfredo Michel, y El playboy del oeste, de J.M. Synge, adaptación de Alonso Ruizpalacios, ambas montadas por el Carro de Comedias de la UNAM, se estrenarán el 25 de agosto y 13 de octubre, respectivamente, a las 11 horas, en la fuente del CCU.