Usted está aquí: jueves 9 de agosto de 2007 Política El aeropuerto en Tizayuca es un plan de muerte contra los pobres, denuncian

La otra campaña en Hidalgo anuncia el inicio de acciones de resistencia

El aeropuerto en Tizayuca es un plan de muerte contra los pobres, denuncian

La terminal aérea provocará un colapso ambiental en la región, demuestran estudios

HERMANN BELLINGHAUSEN

La otra campaña en el estado de Hidalgo anunció el inicio de la resistencia contra la construcción del aeropuerto en el valle de Tizayuca, y llamó a frenar "este plan de muerte en contra de los sin voz". En respuesta al reciente anuncio de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) que confirma la construcción de una terminal aérea de carga en Tizayuca y Zapotlán, a escasos kilómetros de la ciudad de Pachuca, activistas hidalguenses y pobladores que resultarían desplazados por el megaproyecto expresaron su rechazo, como lo vienen haciendo de tiempo atrás.

La noticia de dicha obra, expresan, "tiene vuelto loco al gobernador Miguel Osorio Chong que, como si se tratara de su fiesta de graduación, anda pavoneando la pretensión en los medios de comunicación de la entidad". Sin embargo, atendiendo el llamado de la Sexta Declaración de la Selva Lacandona de "combatir todo proyecto neoliberal contrario a la autodeterminación de los pueblos y de la madre naturaleza, desde abajo y a la izquierda", la otra campaña en Hidalgo exige detener el plan gubernamental de construir ese aeropuerto, así como el denominado Proyecto Platah, estructurados con base en "simulaciones de acuerdo y engaños a los ejidatarios, pese a las advertencias constantes sobre el grave colapso ecológico que provocaría su construcción".

También se demanda "la inmediata y justa indemnización a los campesinos y campesinas afectados en la compra-usurpación de terrenos ejidales de Zapotlán, Acayuca, San Javier, Tolcayuca, Villa de Tezontepec y Tizayuca". Como se recordará, la terminal de Tizayuca fue el "plan B" del foxismo, al fracasar su intento de construir un aeropuerto en San Salvador Atenco en 2001 por oposición de los pobladores.

Detrás del ambicioso proyecto hay un engaño, aseveran los opositores hidalguenses, "una historia de despojo, exclusión y mentiras que redundará en un irreversible deterioro ecológico para la zona. La gente fue presionada para vender la tierra". Bajo engaños y chantajes, los campesinos de la región vendieron sus parcelas por cantidades entre 15 y 49 pesos el metro cuadrado, y ahora se cotizan en 350, 450, 500 y hasta 700 pesos. "Para los verdaderos dueños de la tierra no hay nada, pura miseria. Sólo los ricos y los del gobierno se están enriqueciendo, haciendo ya negocios con lo que no les pertenece".

Las autoridades celebran que el Proyecto Platah y la construcción del aeropuerto serían "el acto más importante de justicia social en la historia de Hidalgo", según los denunciantes. "Nunca antes una mentira tan grande. Según se ha documentado a lo largo de cinco años, parte de las mil 600 hectáreas adquiridas por el gobierno a ejidatarios de la zona, destinadas a este proyecto ecocida, se tiñen de trampa y burla".

El ex gobernador Manuel Angel Núñez Soto, quien diera inicio al plan, "elaboró toda una estrategia para apoderarse de los terrenos, condicionando a los campesinos los programas federales como Progresa y Oportunidades, y proponiéndoles la venta de sus ejidos a 15 pesos el metro cuadrado por considerarlos 'improductivos', situación falsa, pues en el zona se mantienen los cultivos de maíz, cebada, frijol y papa". La "recompensa" serían placas de taxi sin títulos de concesión y la "invitación" a "ser parte" del proyecto. Los funcionarios trataron de convencer a los agricultores "de comprar maquinaria para la construcción de comercios inexistentes".

Cuatro años después, "las consecuencias del saqueo continúan y como nunca antes la migración en la zona se ha disparado, pues los campesinos ya no tienen lo que les dio sustento: la tierra". La denuncia cita testimonios de los ejidatarios de Zapotlán: "Hace tres años la tonelada de cebada estaba a un precio, y ahora es más bajo. ¿A poco bajaron los precios de la luz, el gas, los alimentos que consumimos? No. Trabajamos lo mismo, o más, pero cada vez nos pagan menos por nuestro producto. ¿Por qué lo vamos a permitir?"

Otro riesgo del proyecto aeroportuario es el inminente colapso ambiental. Según la otra campaña hidalguense, la obra anunciada "carece de viabilidad ecológica", como han advertido "serios estudios de organizaciones sociales y del propio Consejo Estatal de Ecología que, con descaro, reconoce que existe en la zona un decremento en los niveles del manto acuífero mil 508 Cuautitlán-Pachuca".

 
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