Usted está aquí: sábado 4 de agosto de 2007 Cultura El Estado debe respetar a los coleccionistas privados, dice Tibol

Muestran parte del acervo de la crítica de arte en el Museo de la Estampa

El Estado debe respetar a los coleccionistas privados, dice Tibol

Se incluyen obras obsequiadas a la experta por artistas y galeristas

Recomienda trabajar para acercar al público a los espacios museísticos más allá de ''publicidades ruidosas''

ARTURO GARCIA HERNANDEZ

Ampliar la imagen Guerrillero, 1953, dibujo acuarelado de Rivera Guerrillero, 1953, dibujo acuarelado de Rivera

Ampliar la imagen Flores negras, 1964, dibujo de Siqueiros, con cera líquida y tinta. Ambas obras fueron obsequiadas por los artistas a Raquel Tibol y forman parte de la exposición que se presenta en el recinto de avenida Hidalgo 39, Centro Histórico Flores negras, 1964, dibujo de Siqueiros, con cera líquida y tinta. Ambas obras fueron obsequiadas por los artistas a Raquel Tibol y forman parte de la exposición que se presenta en el recinto de avenida Hidalgo 39, Centro Histórico

De acuerdo con la historiadora y crítica de arte Raquel Tibol, el Estado tiene que establecer un diálogo con los coleccionistas privados y darles el respeto que merecen por su inversión espiritual y material; por reunir y mantener en buenas condiciones lo que al final de cuentas es un patrimonio de la nación.

Ejemplares en ese sentido -asegura- son las colecciones de los museos Franz Mayer y el Carrillo Gil, así como la de Lance Aaron, no sólo por su acervo, sino por la vocación, la pasión y la generosidad de quienes las hicieron posibles.

Un cambio radical en la historia del coleccionismo a escala mundial se dio después de la Revolución Francesa, cuando el acervo del Museo del Louvre, reunido por la monarquía sólo para el gusto y presunción de los nobles y los poderosos, se puso a disposición del público.

En el caso de México, donde ya puede hablarse de una tradición de coleccionismo que ha dado lugar a museos de primer nivel, además de los ya mencionados, lo que ahora corresponde es -considera Tibol- trabajar para que el público asista a los museos ''no sólo cuando se hacen publicidades muy ruidosas". Para ello es necesario integrar la enseñanza artística a la educación general desde el nivel prescolar, para que los niños tomen conciencia de ''estar completando su información y su cultura".

Por otro lado ''los museos deben ser dinámicos, como los quería Alfonso Reyes en los años 20 del siglo pasado, cuando hizo todo un programa de lo que debía ser un museo dinámico en contra del museo estático; en el museo dinámico se da importancia al estudio de los fondos y se pone a la vista del público los resultados. Ojalá todos los museos de México adoptaran ese criterio, ya es tiempo".

Raquel Tibol también cuestiona la ignorancia y prepotencia de los políticos que sustraen obras de los acervos museísticos para adornar sus oficinas: ''Esto debe terminar, y debe haber un respeto por los museos y por los coleccionistas; es importantísimo para que no ocurra lo que sucedió en un momento en que se hablaba de la posibilidad de que el Estado expropiara las colecciones particulares, lo que hizo que muchas salieran al extranjero".

Aunque posee un acervo privado de obra plástica, Raquel Tibol no se considera en rigor una coleccionista, dado que -según explica- no ha invertido en la adquisición de obras, las que posee le han sido obsequiadas por los artistas, galeristas o instituciones, como agradecimiento o como reconocimiento al trabajo que ha realizado por más de 50 años.

Muestra itinerante

Una parte de estas obras se exhibe hasta mañana en el Museo de la Estampa, con el título Colección Raquel Tibol: dibujo y gráfica, curada por la propia crítica.

Entre los trabajos exhibidos figura el dibujo Flores negras (1964), de David Alfaro Siqueiros -según contó Tibol a la reportera Merry MacMasters de La Jornada durante la inauguración de la muestra-, que pertenece a una serie que hizo al salir de la cárcel con cera líquida para bolear zapatos.

De esa serie regaló uno de los dibujos a la periodista y autora, quien participó en ''actividades solidarias" a raíz del encarcelamiento del pintor. Otra obra de Siqueiros en exhibición es la litografía Madre niña, obsequio del muralista a Raquel Tibol cuando se casó con Boris Rosen.

Por cierto, en un pendón a la entrada del Museo de la Estampa se reproduce una foto del día de la boda, en la que además de los novios se ve a los flamantes padrinos: Diego Rivera y el propio David Alfaro Siqueiros.

La muestra que se presenta en el Museo de la Estampa (avenida Hidalgo 39, Centro Histórico) fue concebida inicialmente para el Festival Internacional Cervantino de 2004, en Guanajuato. Constaba de 70 obras.

A partir de entonces, Colección Raquel Tibol: dibujo y gráfica se ha mantenido itinerante.

(Las reflexiones de Raquel Tibol sobre coleccionismo registradas aquí, fueron emitidas por la especialista durante una de las mesas redondas sobre el tema, realizadas en días pasados en torno a la mencionada exposición.)

 
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