Usted está aquí: jueves 21 de junio de 2007 Política Combatir privilegios, eje de la reforma: Carstens

También, que las empresas que no contribuyen lo hagan, dice

Combatir privilegios, eje de la reforma: Carstens

Incluye gravar comercio informal, sorteos y hasta pinturas en aerosol

ANTONIO CASTELLANOS, ROBERTO GONZALEZ AMADOR

La propuesta de reforma fiscal presentada este miércoles por el Ejecutivo federal al Congreso ''busca combatir privilegios'' y que ''las empresas que no contribuyen lo hagan'', declaró Agustín Carstens, secretario de Hacienda. Enfatizó que ninguna de las medidas planteadas afecta a los asalariados.

Se dará facultad tributaria a los estados para aplicar una sobretasa a todos los bienes y productos que tienen impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS) federal, y en este caso se incluye la gasolina. Esa recaudación sería para las entidades y municipios, que podrán aplicar en obras de infraestructura, vialidad y seguridad.

Indicó que se proyectan otros impuestos dirigidos al comercio informal, a juegos y sorteos, a pinturas en aerosol, así como combate a la evasión y elusión fiscales. Se trata de un paquete que no está concentrado únicamente en un impuesto, sino también en obtener más recursos de un mejor gasto público. Con respecto a las ganancias de capital y herencias, el funcionario aseguró que no se está proponiendo ningún cambio. Actualmente, subrayó, ya hay un tratamiento fiscal para esos sectores.

Carstens consideró que ''es una iniciativa rica en la medida en que va en la dirección de abatir privilegios'' y confirmó que la propuesta busca aumentar la recaudación en tres puntos porcentuales del producto interno bruto (PIB), unos 300 mil millones de pesos. De esa cantidad, dos terceras partes serían para la Federación y una para las entidades federativas y municipios.

Aseguró que las modificaciones propuestas al sistema tributario están diseñadas para que sean las empresas y no los trabajadores las que aporten la mayor parte de la recaudación adicional esperada. También, mencionó, hay acciones en contra de la economía informal.

Dijo que ''no hay propuesta alguna para modificar el régimen o las tasas actuales del impuesto al valor agregado (IVA). Del mismo modo, no contiene iniciativas para aumentar las tasas del impuesto sobre la renta (ISR) ni para empresas. La propuesta asume el reto difícil, que es ampliar la base tributaria, porque ese es el camino justo''.

En conferencia de prensa advirtió que de no hacer nada, sólo por la tendencia inercial de los compromisos ineludibles del gasto, tendríamos un déficit fiscal de 2.9 por ciento del producto interno bruto (PIB) al final del presente sexenio.

Expresó que la propuesta de reforma hacendaria tiene cuatro pilares: mejorar sustancialmente el ejercicio del gasto público y la rendición de cuentas; establecer las bases de un nuevo federalismo fiscal que acerque la hacienda pública a las necesidades más acuciantes de la población y terminar con privilegios fiscales, así como combatir la evasión y la elusión fiscales.

El cuarto punto busca fortalecer la recaudación de ingresos tributarios para que el gobierno pueda hacer frente a las necesidades de un desarrollo sostenible sin perder competitividad, y para que el gobierno federal pueda cumplir con la deuda social que tiene pendiente con millones de mexicanos que padecen condiciones de pobreza y que están en desventaja.

Mencionó que la propuesta incluye una iniciativa de reforma constitucional que establecería el principio de la orientación y evaluación del gasto público de acuerdo con resultados, no sólo para el gasto que ejerce directamente el gobierno federal, sino también para los recursos que aporta la Federación a estados y municipios con propósitos específicos. La administración federal establece un compromiso para gastar mejor y ofrecer resultados comprobables que satisfagan a los ciudadanos. El objetivo central, en este sentido, es que el gobierno gaste más en inversión y menos en gasto corriente; que lo haga mejor, y para ello se establecen exigencias y normas de austeridad de forma permanente.

Carstens señaló que se plantea la necesidad de que las dependencias establezcan un plan de inversión de corto, mediano y largo plazos. Un requisito para la plena transparencia en el gasto público es homologar la contabilidad de los tres órdenes de gobierno, de acuerdo con las prácticas internacionales.

En Palacio Nacional, Carstens hizo ver que en la propuesta no se aborda de manera específica los requerimientos presupuestales en diferentes sectores o empresas públicas como Pemex, aunque ''sería deseable que una parte de los recursos que se obtengan de la reforma se pudieran destinar a esa paraestatal'', así como reducir la dependencia de las finanzas públicas de los ingresos por la venta de crudo.

En un horizonte de 20 años, concluyó el secretario de Hacienda, se necesita sustituir con ingresos tributarios aportaciones petroleras a las finanzas públicas, que ahora equivalen a 10 puntos del PIB. Esto significa aumentar la recaudación cada sexenio, a partir de éste, en cuando menos tres puntos del producto interno bruto.

 
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