Usted está aquí: lunes 18 de junio de 2007 Cultura El mito de Elena Garro dificulta acercarse a su obra: Claudia Bernáldez

Ojalá alguien dijera que sus libros son impúdicos para que lean, dice la experta

El mito de Elena Garro dificulta acercarse a su obra: Claudia Bernáldez

FERNANDO CAMACHO SERVIN

En torno a la figura de la escritora Elena Garro se ha creado un mito que dificulta la valoración real de su obra literaria, y sólo reproduce el interés morboso por su imagen: su supuesta condición de víctima, cuando en realidad mantuvo siempre una lucidez y una inteligencia absolutas.

En vísperas del coloquio internacional que se realizará en el Palacio de Bellas Artes del 14 al 17 de junio, en honor al 50 aniversario de la dramaturgia de Garro, la académica Claudia Bernáldez, especialista en la obra de aquélla, afirmó en entrevista con La Jornada que la autora de Los recuerdos del porvenir ha sido reducida a "la mujer de Octavio Paz", y los detalles sórdidos de su vida opacan la enorme calidad de sus novelas, poemas, cuentos y obras de teatro, aspecto éste último que aún no se conoce suficientemente en México.

En años recientes se han publicado al menos cuatro libros sobre la autora nacida en Puebla en 1916. Por vez primera, además, se han elaborado estudios completos sobre sus trabajos periodísticos y una biografía, de tal forma que la consigna repetida hasta el cansancio de que su labor está olvidada es una "idea simplista y ramplona.

"Es abominable que se diga que a Garro se le sabotea o asesina cuando hay tantos textos sobre ella en los recientes 10 años, algunos publicados por editoriales del Estado. Hay una tendencia a canonizarla o a hacerla una mártir", que resulta redituable comercialmente, señaló Bernáldez, quien realiza una maestría en antropología social en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH).

Poco antes de que la escritora muriera, la académica tuvo oportunidad de entrevistarla y ahí comprobó "el estado tan lamentable en que se encontraba" al final de su vida, pero también la repetición consciente que ella misma hacía de su rol de víctima, por saber que podía aprovecharlo.

"Entrevisté a Emmanuel Carballo, a Archibaldo Burns, quien fue su compañero durante muchos años; a su hija, Elena Paz Garro, y todos coincidieron en una cosa: ella era brillante, guapa, bailadora, combativa, superculta. De pobrecita no tenía nada, pero ella misma admitió que le convenía la imagen" que le habían fabricado, afirmó Bernáldez.

A la gran cantidad de textos que ponen más énfasis en su figura que en su obra habría que hacerles un análisis riguroso, y profundizar en los detalles importantes más allá del "glamur y lo anecdótico."

Una alternativa para entender el fenómeno de Elena Garro, consideró, es la transdisciplina, "estudiarla desde la antropología y también por lo que significó en su contexto histórico".

Para darle el sitio que merece, "hay que luchar por que la obra de Garro se difunda, que sea una lectura obligatoria en las escuelas del país. ¡Ojalá que la derecha, o la izquierda, dijeran que sus libros son impúdicos, para que se agotaran!", pidió incluso la académica.

 
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