Usted está aquí: sábado 9 de junio de 2007 Mundo Arnaldo Otegi, detenido y trasladado a prisión; deberá cumplir 15 meses de cárcel

Medida "de máxima gravedad"; pretenden acabar con la izquierda abertzale: Batasuna

Arnaldo Otegi, detenido y trasladado a prisión; deberá cumplir 15 meses de cárcel

ARMANDO G. TEJEDA

Ampliar la imagen Miembros de la coalición Batasuna se manifiestan frente a la prisión de Martutene contra la detención de Arnaldo Otegi Miembros de la coalición Batasuna se manifiestan frente a la prisión de Martutene contra la detención de Arnaldo Otegi Foto: Reuters

Ampliar la imagen Fotografía de archivo del vocero abertzale, durante un encuentro con el líder del partido norirlandés Sinn Fein, Gerry Adams Fotografía de archivo del vocero abertzale, durante un encuentro con el líder del partido norirlandés Sinn Fein, Gerry Adams Foto: Ap

Madrid, 8 de junio. Arnaldo Otegi, el principal dirigente de la izquierda separatista radical vasca, vinculada con la organización armada Euskadi Ta Askatasuna (Tierra Vasca y Libertad, ETA), fue detenido y trasladado hoy a la prisión de Martutene, en el País Vasco, donde deberá cumplir una condena de 15 meses de cárcel.

La medida, ratificada por el Tribunal Supremo y adoptada por la Audiencia Nacional, coincide con el endurecimiento de la política del presidente español, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, con respecto a la lucha contra ETA, después de que ésta decretó el martes pasado la ruptura de la tregua unilateral que mantenía desde marzo del año pasado.

El histórico conflicto en el País Vasco, lejos de pacificarse, como se auguraba a finales del año pasado con el alto del fuego de ETA y las conversaciones abiertas con el gobierno, se encuentra en una fase crítica.

Ante el anuncio hecho el martes pasado por ETA, que declaró abiertos "todos los frentes" para perpetrar atentados, el gobierno español también comenzó una ofensiva que hasta ahora ha derivado en tres acciones concretas: el regreso a la prisión de Aranjuez del preso de ETA Iñaki de Juana Chaos; la detención de tres presuntos miembros del aparato militar de ETA en el sur de Francia, que, según el Ministerio del Interior, tenían previsto atentar próximamente en el país; y, la tercera y más reciente, el ingreso en prisión de Otegi.

Después de dos días de deliberaciones, la sala segunda del Tribunal Supremo rechazó el recurso de casación que había interpuesto la defensa de Otegi para anular una condena impuesta meses antes por la Audiencia Nacional -la principal instancia penal- por un delito de enaltecimiento del terrorismo, tras su participación en un homenaje a un miembro de ETA.

Una vez que fue rechazado el recurso, la Audiencia Nacional giró una orden de detención inmediata contra el líder abertzale (nacionalista), quien fue detenido minutos antes de que diera una rueda de prensa en un hotel de San Sebastián.

Inmediatamente fue trasladado a la prisión de Martutene, donde fue visitado unas horas después por su abogada, Jone Goirizelaia. La condena a Otegi lo obliga a permanecer en prisión 15 meses, pero puede reducirse con beneficios penitenciarios.

Otegi tiene otros frentes abiertos con la justicia española, entre ellos la de una sentencia firme por un delito de injurias al rey Juan Carlos, jefe del Estado español, y otras causas por su vinculación con el aparato político de ETA y por su participación en otro homenaje a una miembro de ETA, Olaia Castresana, quien falleció mientras manipulaba una bomba en un departamento en Alicante.

Otegi participó en 2003 en un homenaje que se le rindió a un miembro de ETA, José Manuel Beñarán, alias Argala, con motivo del 25 aniversario de su asesinato con un coche bomba, el 21 de diciembre de 1978, en el sur de Francia.

El vocero de Batasuna, la formación ilegalizada desde 2003 por su presunta vinculación con ETA, Pernando Barrena, señaló que la detención de Otegi es "de máxima gravedad" y que pretende "acabar con la izquierda abertzale".

Goirizelaia explicó a su vez que la presencia de Otegi en el homenaje se llevó a cabo en el uso de su derecho a la libertad de expresión y que, por tanto, su encarcelación se enmarca dentro de las "viejas recetas utilizadas por el PSOE (Partido Socialista Obrero Español)", pero que en ningún caso sirven para la "resolución del conflicto".

La detención de Otegi provocó un alud de reacciones entre los dirigentes políticos españoles y vascos, incluida la vicepresidenta primera del gobierno de Rodríguez Zapatero, María Teresa Fernández de la Vega, quien se limitó a señalar que "antes, ahora y después el gobierno se limita a aplicar la ley y el estado derecho".

De su lado, el conservador Angel Acebes, vocero del derechista Partido Popular, elogió la medida al sostener que "todo lo que vaya en la tendencia de derrotar a ETA es lo que venimos pidiendo". Otegi "ni era hombre de paz ni interlocutor de nada".

Sin embargo, otras voces expresaron su perplejidad y hasta indignación por la medida adoptada por los tribunales españoles, entre ellas la de Gaspar Llamazares, líder de Izquierda Unida, quien señaló que "aunque no es lo mismo un momento de tregua que estar sin ella, no es bueno que el Estado parezca dando bandazos e histérico ante una situación a la que debe responder de forma firme y clara".

 
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