Los abucheos a Espino, tema entre la comitiva en Roma
El Presidente invitará al Papa a que visite México en 2008
Roma, 3 de junio. En su primera reunión con el papa Benedicto XVI, el presidente Felipe Calderón lo invitará a visitar México. En horas previas al encuentro, el mandatario federal aprovechó para ultimar los detalles de la entrevista y platicó 20 minutos con el embajador de México en el Vaticano, Luis Felipe Bravo Mena; luego, acompañado por su familia, realizó un paseo turístico por la ciudad.
Como estaba previsto, el jefe del Ejecutivo también convivió con algunos integrantes de la delegación mexicana que acudieron a la ceremonia en que Joseph Ratzinger canonizó a la madre Eugenia de Jesús Milleret, quien fundó el Instituto de la Señora de la Asunción de la Virgen María, congregación que dirige el Colegio Asunción en la ciudad de México.
Margarita Zavala, quien imparte clases en ese colegio, acudió al acto religioso acompañada por su hijo Luis Felipe y al parecer ocupó un lugar de honor como esposa de un jefe de Estado. Esto ocurrió a las 10 de la mañana; por la tarde, la familia Calderón se reunió con algunos invitados a la canonización.
El Presidente había llegado a la ciudad de Roma poco después de las dos de la tarde, hora local, luego de un viaje de 12 horas y media en el que sin duda el tema de conversación fueron los abucheos que recibió el dirigente nacional del Partido Acción Nacional, Manuel Espino -quien tiene previsto incorporarse este lunes a la gira-, en la Asamblea Nacional del blanquiazul y el triunfo de los calderonistas en la misma.
En una escala en la isla de Bermuda, el Presidente de la República descansó en un salón con integrantes de su comitiva, entre ellos los dirigentes de los partidos Revolucionario Institucional, Beatriz Paredes, y Nueva Alianza, Tomás Ruiz. Cuando se disponía a abordar el avión presidencial para continuar el viaje, se le preguntó su opinión sobre la asamblea panista, a lo que respondió que no se había quedado hasta el final. Al insistirle sobre lo que pudo observar, comentó: "preocupante... preocupante" y apretó el paso.
Minutos antes de las dos de la tarde, hora de Roma, Calderón Hinojosa arribó al aeropuerto Giovanni Battista Pastine. Ahí fue recibido por el embajador de México en Italia, Rafael Tovar y de Teresa, por Bravo Mena, el director general de Protocolo, Francisco del Río; representantes del papa Benedicto XVI, así como por ministros y consejeros de la embajada de México en Italia.
De ahí viajó por distintos rumbos de la ciudad a bordo de un automóvil Masserati, escoltado por cuatro patrullas de carabineros, dos atrás y dos adelante. La presencia del presidente mexicano se advertía por las sirenas de las patrullas. Así, fue visto con su esposa y sus tres hijos: María, Luis Felipe y Juan Pablo, en la Plaza Venecia, en la galería de arte Alberto Sordi y en la fuente de Trevi.
Relajados y sin escoltas, el procurador general de la República, Eduardo Medina Mora, y el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, también pasearon por la famosa fuente de las tres monedas. Nada que ver con las estrictas medidas de seguridad que deben aplicarse cuando se encuentran en la ciudad de México.
De acuerdo con información de su equipo, Calderón hará una invitación al Papa para visitar México en 2008, y aunque se plantea que la despenalización del aborto y las sociedades de convivencia, aprobados en el Distrito Federal no son temas de la agenda entre ambos jefes de Estado, no se descarta que haya algún comentario al respecto.