Usted está aquí: lunes 12 de febrero de 2007 Sociedad y Justicia Estrena el IMSS sistema para atender enfermedades hepáticas

Angeles Izquierdo, la primera paciente tratada

Estrena el IMSS sistema para atender enfermedades hepáticas

MARIANA NORANDI

El Instituto Mexicano del Seguro Social inauguró la Terapia de Soporte Técnico (MARS, por sus siglas en inglés), un sistema de recirculación de absorbentes moleculares que sustituye temporalmente el funcionamiento del hígado, con el cual se abre una perspectiva de tratamiento para pacientes con enfermedades hepáticas agudas o crónicas en fase terminal.

Esta modalidad de tratamiento, la cual se llevó a cabo en la Unidad Médica de Alta Especialidad del Centro Médico Nacional Siglo XXI, se puede aplicar en pacientes cuyo órgano ha perdido hasta 80 por ciento o más de su función y presenten complicaciones derivadas de la insuficiencia. En algunos casos se puede lograr la curación y, en muchos otros, una mejor calidad de vida mientras se presenta la oportunidad de trasplante hepático.

Este sistema se inauguró con el caso de una paciente de 43 años, Angeles Izquierdo Hernández, quien estaba al borde de la muerte debido a una enfermedad hepática autoinmune que en tan sólo dos meses casi destruyó su hígado. La doctora Rosalía Moreno Alcántar, del Servicio de Gastroenterología de dicho hospital, quien encabezó el grupo de especialistas que atendió a la paciente, informó mediante un comunicado que la paciente se encuentra en buenas condiciones y con mejoría de su funcionamiento hepático.

Ningún tratamiento en la actualidad, precisó la doctora, logra en forma tan completa ser soporte para el hígado, y muchas veces se tienen que utilizar varios medicamentos aunados a otras técnicas para lograr cierta mejoría en los pacientes. Esta terapia engloba, en forma única, casi todas las funciones que lleva a cabo este órgano.

Para esta terapia de soporte, agregó, el paciente tiene que estar conectado mediante un catéter de acceso vascular grande a una máquina de hemodiálisis, la que hará recircular la sangre que sale por un lado y regresa por otro.

A su vez, el catéter se conecta a una segunda máquina (MARS), donde está circulando la albúmina que, mediante un filtro especial, casi se pone en contacto con la sangre, y por medio de una membrana atrae las sustancias tóxicas para enviarlas a dos filtros más en los que se depositan, con lo que la sangre regresa un poco más detoxificada al paciente, lo cual mejora las condiciones derivadas del daño hepático y logra prolongar la vida.

 
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