Usted está aquí: sábado 20 de enero de 2007 Sociedad y Justicia Erradicar la desnutrición en México tardará hasta 70 años

Niños de 700 municipios, al nivel de países africanos

Erradicar la desnutrición en México tardará hasta 70 años

ANGELES CRUZ MARTINEZ

Un millón 145 mil niños menores de cinco años, 15 por ciento de la población de ese grupo de edad en México, padecen algún grado de desnutrición, y de continuar la actual tendencia de reducción de este indicador, se logrará su erradicación dentro de seis o siete décadas. No obstante, aseguró Abelardo Avila, investigador del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ), con voluntad política del gobierno el mismo objetivo se podría lograr en los próximos 15 años.

A partir de la información obtenida en las encuestas nacionales de nutrición, los investigadores del INCMN diseñaron el Reloj de la Desnutrición, con el que se puede proyectar la situación en que se encontrará el país en los siguientes años y hasta el 2050.

Por ahora, la mayoría de los niños con algún grado de deficiencia nutricional se concentra en 700 municipios del país, más de un 25 por ciento del total, principalmente en los estados de Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Veracruz, Puebla y Nayarit.

En esas localidades, de alto grado de marginación, la tasa de mortalidad infantil es de 75 por cada mil menores, equivalente a los indicadores que se reportan en los países del Africa subsahariana. A escala nacional, la tasa promedio de defunciones en México se ubica en 17 por mil.

El especialista reconoció que ha habido avances en el combate a la desnutrición, y sólo en la pasada década el problema se redujo en 50 por ciento. El porcentaje de municipios de bajo riesgo para la desnutrición pasó de 15 a 53 por ciento de los 2 mil 452 que existen en la República, aunque esta tendencia se concentra en los municipios de alto desarrollo y en las zonas urbanas. Además, dijo, se da a expensas del aumento del sobrepeso y la obesidad.

Mientras tanto, en las áreas rurales, indígenas y marginadas, hay una persistencia grave y bien documentada, dijo, de desnutrición infantil. En esos lugares el ritmo de descenso del problema ha sido muy lento, lo cual implica que, de continuar la actual tendencia, se podría erradicar hasta dentro de seis o siete décadas.

El principal reto para las autoridades debería ser la mejoría en las condiciones de vida de las personas en las zonas de alta marginación, donde de acuerdo con la información de las encuestas, además del elevado índice de mortalidad infantil, 75 por ciento de su población es analfabeta y dos terceras partes carecen de agua potable.

Avila resaltó el caso de Chiapas, donde de acuerdo con el Reloj de la Desnutrición se localizan 176 mil 124 niños desnutridos, y con base en las tendencias actuales, para el 2020 serían casi 93 mil y en 2030 el problema persistiría en aproximadamente 65 mil menores.

De hecho, para ese año, sólo la mitad de los estados de la República, los del norte principalmente, habrá erradicado la desnutrición, con la salvedad de que en ellos habita apenas una tercera parte de la población.

Los investigadores toman como referencia el año 2030, porque de acuerdo con las proyecciones demográficas será entonces cuando el país se beneficiará del bono demográfico, que significa que la mayoría de su población estará en edad productiva, y el país en condiciones de lograr mayores grados de desarrollo.

Sin embargo, dijo Avila, para que esto ocurra primero habrá que tomar medidas para abatir la desnutrición y sus consecuencias, entre las cuales mencionó como ejemplo el caso de los niños en edad escolar de Yucatán. De los que reportan talla baja tienen un riesgo seis veces mayor de ser obesos en su edad adulta, con respecto a los menores que tienen una talla acorde con su edad.

De entrada, apuntó, las carencias en la nutrición comprometen la vida de los niños, pues son más propensos a las enfermedades, tienen mayores deficiencias en su sistema de defensas, lo que inhibe su capacidad de desarrollar todo su potencial humano, además que las secuelas a nivel neurológico son permanentes.

Planteó como alternativa la reorientación de los programas gubernamentales de apoyo a la alimentación y la atención integral de la infancia, tal como lo hace el programa Un Kilo de Ayuda, el cual ya ha demostrado su eficacia en esta materia, dijo el investigador. El Reloj de la Desnutrición se puede consultar en la página de Internet www.slan.org.mx

 
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