Usted está aquí: martes 16 de enero de 2007 Política Organizaciones campesinas exigen al gobierno impulsar producción de maíz

Al traer el producto del extranjero se corre el riesgo de que esté contaminado, advierten

Organizaciones campesinas exigen al gobierno impulsar producción de maíz

MATILDE PEREZ, JUAN CARLOS G. PARTIDA, MARTIN SANCHEZ, ELIO HENRIQUEZ REPORTERA, CORRESPONSALES

Ampliar la imagen Hipólito Bravo López, asambleísta del PRD, mediante un oficio exigió a la Secretaría de Economía una explicación sobre el alza de precio a la tortilla Foto: Víctor Camacho

La importación de 650 mil toneladas de maíz que anunció el gobierno no ayudará a regular el mercado del grano ni de la tortilla, afirmaron organizaciones campesinas y sociales, las que alertaron sobre la pérdida de la soberanía alimentaria.

Exigieron al gobierno que se comprometa a impulsar la producción del grano, pues en la década reciente la superficie sembrada no ha rebasado los 8 millones de hectáreas, e inclusive en los dos últimos años se redujo a poco más de 7 millones, y si bien los rendimientos tuvieron una ligera variación y alcanzaron en promedio nacional tres toneladas por hectárea, existe abandono del campo por la falta de estímulos.

Max Correa Hernández, dirigente de la Central Campesina Cardenista, señaló que con el aumento al precio de la tortilla los trabajadores tendrán que destinar al menos una quinta parte de su salario diario para comprar un kilo del alimento. Lo que requiere el campesino son apoyos para comprar insumos, el respaldo técnico y tecnológico para aumentar la producción, agregó.

Postura similar sostuvieron organizaciones ecologistas como Greenpeace: "frente al escandaloso aumento del precio del maíz, es necesario fomentar y defender la producción del grano blanco para asegurar la oferta suficiente, de alta calidad, a precios accesibles, además de crear oportunidades de empleo e ingreso en las zonas rurales".

Una de las medidas que debe aplicar de inmediato el gobierno es evitar el control monopólico del grano, señaló Areli Carreón, responsable de la campaña de Greenpeace contra los transgénicos.

Advirtió que mientras no se estimule la producción de maíz, el país será víctima de alzas, desestabilización y desabasto. "Es urgente aplicar políticas públicas de agricultura sustentable y soberanía alimentaria que garanticen la producción limpia y suficiente de alimentos sanos para todos".

El Congreso Agrario Permanente, la Unión Nacional de Organizaciones Regionales Autónomas Campesinas y la Asociación Nacional de Empresas Sociales aseguraron que se podría alcanzar la autosuficiencia en la producción de maíz si se destinaran 10 millones de hectáreas a su siembra y se respaldara a los campesinos para elevar la productividad. Estadísticas de la Secretaría de Agricultura indican que la producción anual de maíz amarillo es de un millón 800 mil toneladas, frente a un consumo de 7 millones; en el caso del blanco, la producción es de 20 millones de toneladas, con un consumo de 13.5 millones, es decir, se estima que hay un superávit de 6.5 millones de toneladas, pero en los últimos años estos datos han sido contradictorios.

En tanto, organismos no gubernamentales marcharon en Guadalajara, Jalisco, en repudio a los aumentos a la tortilla y a otros artículos de la canasta básica. En tanto, la dirigencia de la Confederación Nacional Campesina (CNC) en Tamaulipas aseguró que existe el riesgo de que las 650 mil toneladas de maíz que el gobierno federal pretende importar estén contaminadas con aflatoxinas, sustancias potencialmente cancerígenas producidas por hongos.

La movilización en Guadalajara concluyó frente a la delegación de la Secretaría de Economía. José Luis Sánchez, líder de la Coordinadora Estatal del Movimiento Urbano Popular, que convocó a la marcha junto con el Movimiento Patriótico, exigió "que se replantee la política agropecuaria: no es posible que se dependa de Estados Unidos, y todo se debe a las políticas neoliberales que han abandonado al campo. Tiene que haber una solución integral al problema", indicó.

En Ciudad Victoria, Tamaulipas, el dirigente de la CNC, Cruz Aguilar, afirmó que hay riesgo de contaminación por aflatoxinas en las 650 mil toneladas de maíz que el gobierno federal pretende importar. Sostuvo que los productores mexicanos de maíz no son responsables del desabasto, y culpó al gobierno federal de hacer competir a los agricultores sin ofrecer subsidios para la producción de granos.

De su lado, el Frente Nacional de Lucha por el Socialismo afirmó en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, que la importación de maíz no resolverá el problema del alza en el precio de la tortilla, sino que "promoverá la especulación de coyotes (intermediarios), incluido el propio gobierno".

 
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