Usted está aquí: martes 16 de enero de 2007 Mundo Inicia en Ecuador una revolución política, económica y social: Correa

Asume el economista la presidencia y anuncia un nuevo modelo socialista para el país

Inicia en Ecuador una revolución política, económica y social: Correa

Convoca a una Asamblea Constituyente el 18 de marzo que no esperará el aval del Congreso

AFP, REUTERS, DPA

Ampliar la imagen El presidente de Ecuador, Rafael Correa, cantó ayer luego de la ceremonia de toma de protesta a su gabinete en la ciudadela Mitad del Mundo, 22 kilómetros al norte de Quito, acompañado de una mujer no identificada Foto: Reuters

Quito, 15 de enero. El economista Rafael Correa, de 43 años, asumió hoy la presidencia de Ecuador en una ceremonia en la que advirtió del inicio una revolución política, económica y social, cuyas primeras medidas se tradujeron en la convocatoria a una Asamblea Constituyente y en el anuncio de una renegociación de las "inadmisibles" condiciones de la deuda externa de este país, que desde 2000 sustituyó al sucre, su histórica moneda corriente, por el dólar.

"La patria ya es de todos. La lucha recién empieza. La revolución ciudadana recién se ha iniciado y nada ni nadie la podrá parar", afirmó el mandatario en la ceremonia en que recibió la banda presidencial de manos del mandatario interino en los dos últimos años, Alfredo Palacio, en la cual anunció una "revolución radical" que incluye un modelo económico socialista.

Correa es el octavo presidente de Ecuador en los últimos diez años y el decimotercer jefe de Estado desde que en 1979 los militares dejaron el poder en este país, que entró en un periodo de inestabilidad política en 1996, marcado por constantes protestas sociales que obligaron a la salida precipitada de tres mandatarios elegidos por la vía de las urnas.

"No negociaré con nadie la dignidad de la patria. La patria ya no está en venta", sostuvo el nuevo mandatario, un académico que en menos de un año se convirtió en la figura central de la oposición y quien derrotó en las elecciones de noviembre pasado al empresario más rico de Ecuador, el magnate Alvaro Noboa.

"Iremos a una renegociación soberana y firme de la deuda externa ecuatoriana y, sobre todo, de las inadmisibles condiciones que nos impusieron en el canje del año 2000", dijo Correa, que estuvo acompañado de siete mandatarios latinoamericanos, incluidos Hugo Chávez, de Venezuela; Evo Morales, de Bolivia; Luiz Inacio Lula da Silva, de Brasil; Daniel Ortega, de Nicaragua, y Alan García de Perú. Además asistieron representantes de las Madres de Plaza de Mayo, de Argentina, y el actor de nacionalidad francesa, Gerard Depardieu.

Condena privilegios de la oligarquía

El discurso de Correa se caracterizó por sus críticas a la corrupción y a los privilegios de la oligarquía, así como a las prácticas económicas neoliberales que han privilegiado "el control de la inflación" y la calificación "riesgo país" (de empresas financieras estadunidenses) a las necesidades de empleo y alimentación de la población.

"¿Acaso no es corrupción la existencia de leyes absurdas como la Ley de Transparencia Fiscal que limita cualquier gasto, menos el servicio de la deuda?", dijo Correa en la primera parte de su discurso, que también dedicó a cuestionar las acciones de gobierno de los partidos políticos tradicionales, a los que considera llenos "de intereses privados o familiares", sin responsabilidad social.

"¿Acaso no fue corrupción el canje de deuda en 2000, que explícitamente buscó mejorar el precio de los bonos en beneficio de los acreedores, mientras que el país estaba destruido?

"¿Acaso no es corrupción la existencia de bancos centrales completamente autónomos, cuya opulencia es un insulto a la pobreza de nuestra gente y que, además, no responden a controles democráticos, pero sí a burocracias internacionales?

"¿Acaso no fue corrupción la Ley de Garantía de Depósitos impuesta por el poder político de los banqueros, que obligó al Estado a garantizar el ciento por ciento de los depósitos bancarios, sin límites de monto, días antes de la quiebra generalizada de los bancos?

"Todo esto nos llevó a la dolarización de la economía, cuando en 1999 el Banco Central triplicó la emisión monetaria para la salvación bancaria. Hoy, ya no tenemos moneda nacional, no está más la simbología heroica del Mariscal de Ayacucho ( ), pero los culpables de esta destrucción, la banca y el Banco Central, están más prósperos que nunca".

Con esas interrogantes, el mandatario aludió a la negociación que abrió el camino a la emisión de dos "bonos globales", con un capital que actualmente asciende a 3 mil 210 millones de dólares, con tasas de interés de entre 10 y 12 por ciento anual.

Esa negociación puso fin a la moratoria declarada por Ecuador un año antes sobre sus bonos Brady y Eurobonos, e incluyó una "condonación" de 40.6 por ciento de la deuda original, con lo que el saldo a cancelar se contrajo a 3 mil 950 millones de dólares en papeles que vencen en 2012 y 2030.

El año pasado Ecuador recompró 740 millones de dólares de estos títulos emitidos al amparo del acuerdo que Correa considera "corrupto", porque benefició a los acreedores sin considerar la pobreza que afecta a 60 por ciento de los 13 millones de la población de Ecuador, cuya deuda externa se situó en noviembre pasado en 10 mil 312 millones de dólares.

En cuanto a la "revolución constitucional", Correa anticipó en su discurso de toma de posesión, lo que más tarde convertiría en el segundo decreto de su mandato (el primero fue aceptar su cargo como presidente constitucional): la convocatoria a una Asamblea Constituyente el 18 de marzo que no esperará el aval del Congreso unicamaral, donde el mandatario no cuenta con un solo legislador de su partido, Alianza País.

El mandatario realizó la convocatoria escudado en un artículo de la Constitución vigente desde 1998 que le permite llamar a los ecuatorianos a las urnas para resolver asuntos de trascendental importancia, sin mediar una declaración favorable del organismo legislativo o de la corte electoral.

Reducción de sueldos

"Queremos una transformación profunda; nuestras clases dirigentes han fracasado", dijo Correa, que también anunció un plan para reducir los sueldos de altos funcionarios públicos, con ingresos superiores a los tres mil 500 dólares mensuales.

Correa, que tendrá un sueldo de cuatro mil dólares ­la mitad de lo que ganaba Palacio­, adelantó que todos los regalos que le envíen particulares o gobiernos serán remitidos a un museo.

En la ciudadela Mitad del Mundo, 22 kilómetros al norte de Quito, sobre la línea ecuatorial, Correa tomó protesta a su gabinete, que estará formado por 17 ministros, incluidas siete mujeres.

María Fernanada Espinosa se convirtió en la segunda canciller ecuatoriana y Guadalupe Larriva ocupará la cartera de Defensa.

Sobre su revolución social, especialmente en las materias de educación y salud, el gobernante dijo que no olvida "que el Reino de Dios debe ser construido aquí, en la Tierra", por lo que a continuación solicitó a los ecuatorianos que "pidan por mí para que el Señor me dé un corazón grande para amar, pero también fuerte para luchar".

Al final de la ceremonia, Correa empuño la réplica de una espada que el presidente Chávez le regaló la víspera, y en una emotiva acción, que acompañaron muchos de los asistentes, el presidente coreó la consigna: "Alerta, alerta, alerta, que camina la espada de Bolívar por América Latina".

 
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