Usted está aquí: lunes 11 de diciembre de 2006 Política Conmemoran en la UNAM 70 años de la Guerra Civil

Presenta la muestra Barco en tierra: España en México

Conmemoran en la UNAM 70 años de la Guerra Civil

Reflexiones, canciones y testimonios en el Universum

MARIANA NORANDI

Las imágenes en blanco y negro de los buques españoles que llegaban a México en los años 30 del siglo pasado, huyendo de la Guerra Civil, adquieren hoy color, vivacidad y vigencia en la exposición Barco en tierra: España en México, que se presenta en el Museo de Ciencias Universum, de la UNAM.

La muestra, de carácter interactivo y temporal, recopila testimonios, reflexiones, libros, periódicos, poemas, canciones, fotografías, fragmentos de películas y documentos sobre la presencia de españoles en el país en el siglo XX y hasta nuestros días.

Organizada por la UNAM y la Fundación Pablo Iglesias de España, la inauguración coincide con el 70 aniversario del estallido de la Guerra Civil española (1936-1939) y 75 de la instauración de la Segunda República (1931-1939).

La exposición evoca el encuentro de dos culturas y refleja temas vigentes: la guerra, la migración, el exilio y el fructífero legado que los españoles republicanos aportaron a la vida cultural, universitaria, científica, comercial y cotidiana de México.

La muestra está dividida en tres periodos históricos: la emigración anterior a la Guerra Civil, el exilio y el arraigo en México, que incluye ya a los descendientes de los exiliados ibéricos.

El recorrido ofrece al visitante un mapa en el que se presentan las diferentes rutas que llevaron a los españoles a diversos puntos del continente: Nueva York, Santo Domingo, Veracruz o Buenos Aires. El espectador también puede entrar en una estructura que simula un barco, en el cual se escuchan sonidos de despedidas y mar, además del dolor de dejar atrás la tierra natal para adentrarse en un nuevo mundo: América.

Banqueta o acera; cubeta o balde

Canciones, poemas y cartas muestran cómo los españoles empezaron a adoptar al nuevo país como propio, y cómo los mexicanos los acogieron con hospitalidad, aunque la España republicana, la utopía socialista y la cultura ibérica nunca desaparecieron de la vida cotidiana de los exiliados. Por el contrario, esa visión del mundo fue fundida con el pensamiento mexicano más revolucionario.

Colegios como el Madrid o el Carlos Vives fueron baluartes de republicanismo español aplicados a la educación, y publicaciones como Catalonia o Izquierda Republicana son expresiones periodísticas que mantenían vivos los principios del exilio.

La lengua, aunque compartida, fue adquiriendo modismos mexicanos. Un juego interactivo, compuesto por cuadros giratorios, invita al visitante a conocer el significado que tienen las palabras a uno y otro lado del Atlántico.

Por ejemplo, la banqueta en España se llama "acera"; el popote, "pajilla"; la cubeta, "balde", y el papalote, "cometa". Asimismo, una computadora ("ordenador", para los españoles) se torna un juego de lenguaje para el visitante, pues muestra el significado que tienen en México los modismos españoles.

Una de las secciones más valiosas de la exposición es la colección de libros de la época, pertenecientes a exiliados. Ejemplares de obras de Miguel de Cervantes o León Felipe muestran cómo el republicano nunca abandonó sus raíces.

También se pueden disfrutar grabaciones musicales, poéticas y fragmentos de películas como Los olvidados, de Luis Buñuel, que potencian el legado cultural que el exilio aportó a México.

En el apartado "Arraigo", testimonios de exiliados, hoy docentes de la UNAM, recuerdan su llegada al país y explican la importancia que tuvo México en su vida. Ramón Xirau evoca su llegada a la ciudad de México en septiembre de 1939, procedente de Nueva York; cuenta también cómo su padre se "enamoró" de México de sólo verlo.

Pero el momento realmente conmovedor es el episodio histórico de los niños de Morelia: 450 menores, de entre cuatro y 17 años, llegaron en junio de 1937. Apoyados por Lázaro Cárdenas, los niños, la mayoría huérfanos, trabajaron en la escuela industrial España-México. Luego de la gestión de Cárdenas, el apoyo oficial disminuyó y tuvieron que ser repartidos en casas-hogares, orfanatos y escuelas.

Las imágenes acercan al visitante a la vida de esos niños, que revelan las consecuencias dramáticas de la guerra, el exilio y el arraigo en otro país. La historia de los menores puede resumir el mensaje y el trasfondo de la exposición, pero sus voces pueden también rememorar lo que viven hoy los niños saharauis, afganos o iraquíes, porque los conflictos bélicos transforman la historia, pero no la cambian.

La muestra permanecerá en el Universum hasta el 25 de junio.

 
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