Usted está aquí: jueves 30 de noviembre de 2006 Sociedad y Justicia Aumentó el número de pobres en el país durante el gobierno de Fox

Balance sexenal

La gestión panista elevó la cifra de personas en esta condición a más de 50 millones

Aumentó el número de pobres en el país durante el gobierno de Fox

La Sedeso se destacó por permitir el desvío de recursos a las campañas de AN

ALMA E. MUÑOZ

Ampliar la imagen Mientras el presidente Vicente Fox se jacta de sólo haber dejado 47 millones de pobres en el país, otros datos indican que la cifra en realidad llegó a los 53.6 millones. En la imagen, una familia marginal en Chiapas Foto: Archivo/Víctor Camacho

Vicente Fox inició su gestión, hace seis años, con 40 millones de pobres, y concluye su gobierno con una cifra superior a los 50 millones, pese a que uno de sus ofrecimientos de campaña fue precisamente terminar con la "dictadura de la miseria y la ignorancia" que aqueja a este país.

En 2001, la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso) creó el Comité Técnico para la Medición de la Pobreza, con el propósito de contar con "cifras oficiales y confiables" que permitieran contrastar los resultados obtenidos durante su administración con sexenios pasados.

Durante la presidencia de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) se manejó que había 27 millones de pobres; con Ernesto Zedillo Ponce de León (1994-2000) la cifra ascendió a 40 millones, mientras Fox se jacta de dejar unos 47 millones, aunque en realidad los datos apuntan a 53.6 millones de personas en esa condición.

El manejo de los números recayó en la Sedeso, una de las dependencias, por cierto, más cuestionadas durante este sexenio, entre otras causas, por permitir el desvío de recursos de programas sociales para apoyar campañas políticas del Partido Acción Nacional en la pasada contienda electoral. Específicamente, del esquema de vivienda rural.

También, por otorgar contratos a Diego Hildebrando Zavala, cuñado del presidente electo, Felipe Calderón, cuando aquel, además, trabajaba para el equipo de la campaña presidencial panista y brindaba, al mismo tiempo, servicios para el Instituto Federal Electoral, con lo cual, se denunció desde diversos frentes, sobre todo de parte de ex legisladores federales perredistas y organizaciones campesinas, accedió al padrón de beneficiarios sociales.

Desde la Sedeso, asimismo, se propiciaron 11 cambios de delegados estatales, algunos por sus vínculos priístas, cuando comenzó el proselitismo para la contienda del 2 de julio pasado. Al menos cinco de esos movimientos se dieron para que los entonces funcionarios se sumaran a la campaña de Calderón o buscaran una candidatura del PAN.

Un año después del lanzamiento del comité técnico, sus siete integrantes, todos ellos académicos, dieron a conocer tres tipos de pobreza, utilizando como fuente primaria de información la Encuesta Nacional de Ingreso-Gasto de los Hogares 2000.

Así, en el rubro de pobreza alimentaria ubicaron a 24.2 por ciento del total de la población, con un ingreso inferior a 15.4 y 20.9 pesos diarios por persona en áreas rurales y urbanas, respectivamente; en la pobreza de capacidades, a 31.9 por ciento de los mexicanos, con ingreso individual menor al necesario para cubrir las necesidades de alimentación y para asumir gastos en educación y salud. Es decir, equivalentes a 18.9 y 24.7 pesos diarios en campo y ciudades, en ese orden.

Finalmente, en el rubro catalogado como patrimonial, contabilizaron 53.7 millones de mexicanos, cuyos ingresos por persona (equivalentes a 28.1 y 41.8 para zonas rurales y urbanas, respectivamente) eran inferiores a los indispensables para cubrir las necesidades de alimentación y el consumo básico en salud, educación, vestido, calzado, vivienda y transporte público.

El gobierno federal, por conducto de la Sedeso ­durante los cuatro primeros años de la administración a cargo de Josefina Vázquez Mota, y después con Ana Teresa Aranda, criticada por su escaso nivel de preparación para dirigir una secretaría de Estado y por asegurar conocer la pobreza porque le pegaron los piojos los hijos de los peones del rancho de su padre, a un mes de asumir el cargo ­ fue exhibido por su falta de combate al flagelo en el penúltimo año de gestión.

A principios de octubre, el Consejo Nacional de Evaluación (Coneval) ­organismo descentralizado encargado de la medición de la pobreza, en sustitución del citado comité, tal y como mandata la Ley de Desarrollo Social impulsada en este sexenio­, evidenció que en el periodo 2004-2005 el combate a la pobreza fue "no significativo", pues el número de personas que padecen esa situación se incrementó en el país, especialmente en el ámbito rural. En ese periodo, la cifra de personas en condición de indigencia creció en más de un millón.

Fue la confirmación de lo que los académicos de El Colegio de México, Julio Boltvinik y Araceli Damián, venían manejando, respecto a que la Sedeso retrasó el anuncio para ocultar los datos y no afectar la campaña electoral del partido en el gobierno.

Sin embargo, el Coneval habló de retrocesos, aunque el Ejecutivo presumía éxitos en materia de política social. El organismo reveló que prácticamente 19 millones de mexicanos aún carecen de ingresos suficientes para adquirir la canasta básica de alimentos, y 25.7 millones no pueden acceder a los mínimos requerimientos de alimentación, salud y educación.

Pero la cifra más evidente de lo que, con base en datos de 2005, aún se padece en México, la engloba la pobreza patrimonial, donde aún hay, de acuerdo con ese organismo, 47 por ciento del total de habitantes afectados por la miseria. Especialmente, el número se elevó en el área rural, al incrementarse los 22 millones 139 mil 967 pobres a 23 millones 828 mil 638, de 2004 al año siguiente.

El Coneval aseguró entonces que no obstante registrar una reducción en los índices prevalecientes de pobreza entre 1992 y 2005, lo alcanzado "ha sido menor a lo que el país requiere". En específico dio cuenta que en el sexenio del presidente Fox dicho comportamiento se mantuvo en los primeros años de gestión, aunque en el penúltimo se revirtió.

Creció la desigualdad

Tomando como base los parámetros adoptados por el Comité Técnico para la Medición de la Pobreza, mencionó que en realidad el mandatario recibió 53.6 millones de pobres y no 40 millones, como se aseguraba, y que logró reducir la cifra hasta 47.2 millones ­hasta 2004­, aunque un año después el número se elevó 270 mil 491, en términos generales.

Sostuvo que el reto de reducir la pobreza de manera sostenida a largo plazo "sigue siendo un imperativo para el país", por lo cual consideró "importante hacer un esfuerzo adicional para fomentar el crecimiento económico a escala nacional y reforzar los mecanismos de creación de empleos, el aumento de la productividad y el fortalecimiento de los salarios reales".

Aunado a lo anterior, se suma el señalamiento del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo respecto de los elevados índices de desigualdad que privan entre la población. En su más reciente análisis sobre desarrollo social y humano, señaló que la disparidad de ingresos o gastos entre 10 por ciento de los más ricos y 10 por ciento de los más pobres es de 24.6 por ciento.

Hoy, la Sedeso enfrenta la disyuntiva de mantener el incremento de un peso al precio de la leche Liconsa, tras cinco años y medio de sostenerlo en 3.50 pesos. Las críticas por esta decisión asumida desde la empresa que lleva el nombre del producto, propició que los diputados federales exigieran al Ejecutivo dar marcha atrás en este aumento.

 
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