Usted está aquí: martes 7 de noviembre de 2006 Política Prevé Rivera cerrar templos al culto público para evitar ataques e insultos

Preparan denuncia contra la actriz Jesusa Rodríguez por las movilizaciones recientes

Prevé Rivera cerrar templos al culto público para evitar ataques e insultos

ALMA E. MUÑOZ

El cardenal Norberto Rivera Carrera consultará con sus obispos auxiliares en el Distrito Federal la pertinencia de cerrar templos en la capital del país en protesta por las irrupciones de manifestantes en su contra, durante las misas dominicales en la Catedral Metropolitana. Es decir, limitar el culto público ante los "ataques" recibidos.

Mientras, el equipo jurídico de la arquidiócesis primada de la ciudad de México, a cargo del jerarca católico, prepara denuncias contra Gerardo Fernández Noroña, vocero del Partido de la Revolución Democrática; la actriz Jesusa Rodríguez; Juan Carlos Ocampo, del grupo de Diversidad y Género, y Fernando González, perredista de Coyoacán, a quienes ubican como responsables de las movilizaciones citadas.

Hugo Valdemar, vocero de la curia, aseguró en entrevista que limitar el culto público forma parte de una "serie de medidas drásticas" que estudian para frenar los "desmanes" contra el arzobispo y su feligresía. El abogado Bernardo Fernández del Castillo, afirmó, considera que "efectivamente hay elementos para una demanda, no sé si penal o civil, y el mismo cardenal Rivera pidió que se estudiara esta posibilidad porque, entre otras cosas, se está violando la libertad de culto, como establece la ley, para que se haga con el debido respeto y decoro". Y las intromisiones como las del domingo, dijo, donde un grupo de personas se presentó con las manos entintadas de rojo, simulando sangre, y gritó consignas contra el religioso por suponer que avaló la irrupción de la fuerza pública en Oaxaca, "no tienen razón de ser".

Reacciones "totalmente desproporcionadas"

Retó a quienes impulsaron esa protesta a que "nos demuestren dónde o cuándo el cardenal avaló la represión. Esa es una total falsedad. Aclaro que (la entrada de la Policía Federal Preventiva en la entidad) tenía que ser para restablecer el orden y respetando los derechos humanos. En eso, cualquier persona sensata en el país estaría de acuerdo". Calificó las reacciones de "totalmente desproporcionadas, y la impresión que tuvimos es que fueron para amedrentar al cardenal, para que no hablara sobre la ley de convivencia (que se espera hoy se apruebe en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal) y la atención se fuera al escándalo. Tan apurados están que mañana (hoy) la van a aprobar".

Aseguró que en la arquidiócesis de México, ante las protestas recurrentes, "hemos buscado ser verdaderamente pacientes, tolerantes, no responder a la agresión y no lo vamos a hacer, pero todo tiene un límite".

El domingo, quienes irrumpieron en la catedral, asentó, "fueron con toda la intención de insultar al cardenal y de interrumpir la celebración eucarística, lo cual a nivel canónico se considera una profanación de la eucaristía, y un pecado grave".

­Entonces, limitar el culto público ¿podría darse?

­Es una cosa que el cardenal va a consultar con sus obispos auxiliares porque vienen a la mente los años 20 (la Cristiada duró de 1926 a 1929), cuando ya no había condiciones para que se celebrara el culto público. No estamos en esa situación, pero una manera en que los obispos protestaron fue suspendiendo el culto.

­¿Eso significa cerrar por un tiempo las puertas de templos?

­Efectivamente, la medida era cerrar los templos a manera de protesta para decir 'no tenemos las condiciones básicas de libertad para poder ejercer dignadamente el culto'.

"No estamos siendo perseguidos, estamos siendo atacados y agredidos, pero no perseguidos", aclaró, pero "como ellos han dicho que domingo a domingo van a ir (a la catedral), el cardenal está muy preocupado. No tanto porque puedan insultarlo, sino por el sacramento de la eucaristía que se ve profanado con ese tipo de situaciones", añadió.

Entonces, continuó, "él valorará si en un momento no se dan las garantías para que se pueda celebrar la eucaristía. Si esos grupos radicales están violando la libertad de culto de los católicos, pues podría considerarse esa medida".

­¿Hablamos sólo de la catedral, o todos los obispos auxiliares cerrarían templos?

­Todavía no queda determinado, pero el miércoles, en la junta con su consejo de obispos y el rector de Basílica de Guadalupe (Diego Monroy), el cardenal va a consultar si la amenaza sigue vigente, si conviene o no tomar una medida, pero verdaderamente es lamentable a qué grado hemos llegado.

 
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