Usted está aquí: viernes 3 de noviembre de 2006 Política Posibles desencuentros entre AMLO y legisladores perredistas: Navarrete

López Obrador es la mayor reserva política y social del país, afirma el senador

Posibles desencuentros entre AMLO y legisladores perredistas: Navarrete

"Que Calderón nos rebase por la ultraizquierda si quiere, pero que concrete nuestro proyecto"

ARTURO CANO

Ampliar la imagen "La vía de los acuerdos legislativos puede no estar en la lógica de la presidencia legítima", advierte Carlos Navarrete, coordinador de la bancada del sol azteca en el Senado Foto: La Jornada

No vamos a tragarnos el anzuelo de nuestros adversarios que pretenden separar al Partido de la Revolución Democrática (PRD) del liderazgo de Andrés Manuel López Obrador, advierte, para abrir boca, Carlos Navarrete, coordinador de los senadores perredistas, para enseguida afirmar que en el futuro inmediato pueden darse desencuentros entre el tabasqueño y los legisladores, porque la calle y los espacios legislativos suelen tener "lógicas diferentes".

Aquí, extractos de la entrevista en que Navarrete, orador por el PRD en la toma de la tribuna que impidió el último informe de Vicente Fox, aborda las dificultades de su partido en los tiempos venideros.

-Cuauhtémoc Cárdenas se confrontó con los legisladores del PRD. ¿Veremos un episodio similar?

-Ese escenario no está lejano. A partir del 20 de noviembre la dinámica entre López Obrador y los legisladores va a ser diferente, porque desde esa fecha él será el presidente reconocido por nosotros, es decir, será cabeza del Poder Ejecutivo, y nosotros parte del Legislativo. Pertenecemos a dos poderes diferentes, ninguno supeditado al otro, y deberemos construir una relación sobre esa base.

-Parece una figura retórica.

-No, es una figura política, porque el acto del 20 de noviembre no es retórico, ni sólo simbólico. Andrés Manuel va a asumir como presidente legítimo. Y ambos, presidente y legisladores, somos partes fundamentales de un movimiento de resistencia. Asumiré plenamente que hay corresponsabilidad en las decisiones políticas. Pongo un ejemplo plástico y del momento: ¿qué hacer frente a las ternas para integrar el tribunal electoral? Legalmente nos corresponde resolverlo en el Senado; políticamente le corresponde al movimiento, junto con nosotros, tomar la decisión. La decisión se tomará en la coordinación del movimiento. Y así muchos temas tendremos que debatirlos.

-Gracias a la alianza PRI-PAN, ¿no terminarán ustedes como legisladores contestatarios?

-Pretendo coordinar un grupo eficiente en el Senado, que dé resultados al movimiento y al país. Me niego a asumir la actitud de denunciante permanente de una coalición legislativa PRI-PAN. No quiero ser plañidera. Estamos obligados a colocar nuestra plataforma legislativa en la mesa de negociación.

La unidad

Guanajuatense, miembro del Partido Socialista de los Trabajadores y luego del Partido Mexicano Socialista, Navarrete fue durante mucho tiempo "el número tres" en la corriente Nueva Izquierda (NI), cuya fuerza en el PRD lo llevó a la coordinación de los senadores.

Desde esa posición sostiene que la unidad del movimiento surgido del 2 de julio se mantendrá siempre y cuando se reconozca su diversidad y no se pretenda uniformarlo. Así, define como "pistas" diferentes a la convención nacional democrática (CND), el Frente Amplio Progresista (FAP) y los grupos parlamentarios.

Tales pistas, afirma, pueden llegar a tener "lógicas diferentes". "Puede ser que la lógica de las calles sea de una exigencia más radical de cambios profundos, pero la pista del FAP está obligada a responder qué, cómo y cuándo, porque no se puede agotar la intención de transformación que pretendemos en mítines masivos en el Zócalo".

En la calle, sigue, se expresará "la vitalidad de la fuerza del movimiento, pero los conductos para lograrlo son las cámaras del Congreso, y ahí necesariamente hablamos de acuerdos legislativos. Y la vía de los acuerdos puede no estar en la lógica de la presidencia legítima.

"La posición de Andrés en esta trilogía es de ser símbolo de la resistencia, la energía social atrás de él, la figura que no transa, no se dobla, no transita por ningún acuerdo: ese es su papel. Pero la vía del Congreso es buscar las transformaciones sobre la base de los acuerdos legislativos."

-Parece estar enviando a López Obrador a un nicho puramente simbólico.

-No es menor ser figura simbólica de un movimiento tan grande. Pero Andrés es mucho más que eso, es la reserva política y social más importante que el país tiene. Y por eso hay que cuidarlo y ayudarlo. A veces, aunque no le guste mucho que lo hagamos.

-¿En qué no le gusta que le ayuden?

-Andrés nunca ha sido legislador. No conoce el mundo del Congreso, y tengo la impresión de que no le gusta mucho. Andrés siempre ha sido un activista, un combatiente, un luchador social y un gobernante con estilo propio, pero el olor y los modos de las cámaras del Congreso les son desconocidos.

-No es alguien negado al acuerdo. Ahí está, por ejemplo, la salida negociada de los dos éxodos.

-No es lo mismo. La forma como un movimiento social negocia con el poder tiene códigos diferentes a las comisiones legislativas. Ahora nuestra fortaleza en el Congreso es la movilización popular en las calles. Si el movimiento se debilita, nuestra fuerza caería en picada. No, dependemos de la fortaleza de un movimiento nacional que se explica en gran medida por el liderazgo de Andrés. Por ello NI va a impulsar mantener los vínculos y las relaciones con el liderazgo de López Obrador al frente.

La disyuntiva en el Congreso

-Parece que en las cámaras los van a mayoritear durante tres años.

-Si nos atenemos a la correlación de fuerzas del Senado, estamos perdidos. Apelo a una correlación diferente. Pongo el ejemplo de la reforma electoral. Hoy nadie podría defender, y tener respaldo social, mantener el mismo régimen electoral.

-Les pueden pedir a cambio entrar a otros temas.

-Hay temas transitables y hay temas intransitables. Felipe Calderón representa sólo una parte del electorado, igual a la que representamos nosotros. En consecuencia, está imposibilitado de imponer su proyecto de país, a menos que quieran llevar a una división de otra naturaleza la división electoral. Y si Calderón no puede imponer su proyecto, tenemos una disyuntiva, aprovechamos la oportunidad y ponemos nuestro proyecto en la mesa, o nos arrinconamos para que ellos terminen recomponiendo su fuerza. Hay que poner nuestro proyecto por delante e imponer condiciones. Por ejemplo, en la política social...

-Ahí es donde dice Calderón que los va a rebasar por la izquierda.

-Le tomo la palabra: que diga cuándo y cómo, con qué instrumentos. Si Calderón propone al Senado el programa de adultos mayores para enero de 2007, con presupuesto, yo tomo ese camino. Que nos rebase por la ultraizquierda si quiere, pero que concrete nuestro proyecto.

La recomposición del PRD

En la visión de Navarrete el PRD ha entrado ya en una recomposición interna que lo obliga a incorporar a "muchos liderazgos y personalidades".

-¿En un nuevo partido?

-No, sería una torpeza mayúscula diluir lo que nos ha costado tanto trabajo construir.

Navarrete es "partidario de una disolución de la corriente, de una recomposición en una gran corriente. Por lo menos tres o cuatro corrientes con las que hemos platicado están receptivas a la autodisolución para conformar una gran corriente interna que sea la columna vertebral del partido".

-Las corrientes chicas.

-El movimiento se va romper. ¿Cuál fue la alianza que llevó a Javier González Garza a la coordinación de los diputados? Y en el Senado yo tuve el respaldo de Leonel Godoy, Pablo Gómez y Graco Ramírez. Eso debe decir algo. Viene una recomposición. Muchos que durante meses o años vieron a los dirigentes de NI como piedra de vómito tuvieron que reconocer que la esperanza del PRD de tener influencia en la campaña se llamaba Jesús Ortega.

-Pero esa confluencia no nació de la campaña nacional, venía de la elección interna del Distrito Federal.

-Continuó y se profundizó en el plantón. Muchos tuvieron que reconocer que tuvimos influencia por la actuación de Ortega y de Guadalupe Acosta.

Los dirigentes del PRD, sigue Navarrete, estuvieron y siguen en la primera fila de la "resistencia civil" por "convicción propia".

"Con Andrés no hay incondicionalidades, y él lo sabe. Hay coincidencias, y cuando éstas existen, se entrega más de lo que a uno le piden. Jesús Ortega entregó más de lo que Andrés le pedía a partir de enero de 2006. Pero no se nos olvida diciembre de 2005, y después de los resultados electorales, peor. Fue un grave error esa decisión del 4 de diciembre (la elección que ganó Marcelo Ebrard con apoyo de López Obrador). Se cayó estrepitosamente el argumento de que esa decisión le daba un plus, ese candidato terminó en la parte más baja. Y no se nos olvida".

 
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