Deberíamos mejorar la producción nacional, señala
La planta regasificadora de Altamira no elimina dependencia externa: Canacintra
Con la construcción de la primera terminal de almacenamiento y regasificación de gas natural licuado en Altamira, Tamaulipas, sólo se cambia la dependencia hacia Estados Unidos por la de otros países, cuya situación geopolítica puede generar situaciones de inestabilidad que no garanticen el suministro del energético a México ni precios de conveniencia.
Gilberto Ortíz, presidente del Comité Directivo de Energéticos de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación. (Canacintra), insistió una vez más en que resulta mucho más barato tratar de extraer el gas natural que se encuentra en el subsuelo de México que importarlo, por lo que desestimó el ahorro de 25 millones de dólares anuales que las autoridades ponderaron se tendrá en importaciones con la planta que fue inaugurada el miércoles pasado.
Los cinco mil millones de pies cúbicos de gas natural que recibirá la regasificadora no sólo provendrán de Estados Unidos, pues el energético será traído a través de barcos desde Argelia, Rusia, Australia y Trinidad y Tobago. Pero la distancia que existe con México y la situación conflictiva que se vive en otras regiones del mundo imprime factores de vulnerabilidad a dichas importaciones, advirtió el dirigente de Canacintra.
"Podíamos haber salido de la dependencia del gas natural que tenemos con Estados Unidos sin caer en otra si mejoramos tanto nuestra producción nacional de gas como el uso que le demos, porque inclusive en algunos casos puede ser sustituido por el combustóleo, lo que reduce nuestra dependencia al exterior", puntualizó.
Construida por los consorcios mundiales Shell, Total Gaz y Mirsui, la planta está destinada a abastecer a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y, con ello, de acuerdo con las autoridades del organismo, se garantizará a largo plazo el servicio eléctrico del país, dado que la importación de gas natural de Estados Unidos resultaba cada vez más incierta, porque además de que el precio del energético es el más caro del mundo, ha registrado mucha volatibilidad.
"La inauguración de Altamira representa la culminación de toda la tendencia que asumió el presidente Vicente Fox durante su gobierno de no contar con un programa definido de desarrollo para el sector energético, vinculado al área industrial y al mercado interno, con una visión nacionalista", comentó Gilberto Ortiz.
Consideró que aun cuando la CFE obtenga un ahorro significativo en las importaciones de gas y pueda tener garantizada la producción eléctrica del país, ello no se traducirá en el descenso de las tarifas eléctricas.
"Si hay un programa de desarrollo y competitividad, contemplado inclusive dentro de la Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte (ASPAN), que suscribieron México, Canadá y Estados Unidos, debe haber una reducción de tarifas eléctricas si en verdad se pretende que nuestra economía se desarrolle", dijo.