Usted está aquí: lunes 23 de octubre de 2006 Deportes Baten ajedrecistas récord mundial en el Zócalo

Baten ajedrecistas récord mundial en el Zócalo

Jugaron 13 mil 446 personas en forma simultánea; Karpov y Korchnoi, en cotejo de lujo

PAULA MONACO FELIPE

"El ajedrez ya es un deporte masivo" y mejora muchísimo, principalmente en la capital, aseguró el gran maestro Gilberto Hernández después de que 13 mil 446 personas batieron ayer el récord mundial de juego simultáneo durante el Festival de Ajedrez de la Ciudad de México.

Para el deportista, destacado exponente nacional de la disciplina, este crecimiento tiene importancia social. "El ajedrez es una excelente herramienta educativa. Hay estadísticas que dicen que usamos 10 por ciento de nuestra capacidad mental; entonces, si trabajamos un poco más no sólo tendremos mejor calidad (de juego), sino también mejores ciudadanos, más capaces e inteligentes", señaló Hernández, quien disputó un cuadrangular con otras grandes figuras mundiales: el suizo Viktor Korchnoi, los rusos Anatoly Karpov y Alexandra Kosteniuk, así como el ucraniano Serguei Kariakin.

El festival, que en 1999 consiguió 5 mil inscritos y en 2000 llegó a 15 mil, rebasó ampliamente las expectativas durante la tercera edición. Más de 23 mil mexicanos de diversas edades quisieron sumarse al desafío, pero sólo 13 mil 446 pudieron jugar, por razones de organización.

Tras inaugurar el encuentro, Alejandro Encinas, jefe de Gobierno del Distrito Federal, indicó a La Jornada que desea incorporar el ajedrez en el sistema de educación básica, porque "ayuda al desarrollo intelectual de los muchachos, genera disciplina y favorece los procesos de enseñanza-aprendizaje". Por lo pronto, la ciudad será sede del Mundial 2007.

Desde la mañana y hasta mediada la tarde, hombres y mujeres de todas las edades y condiciones sociales -con notable participación de niños y ancianos- se ubicaron en 2 mil 750 mesas dispuestas en la plancha del zócalo. En cada caso, un maestro o una maestra desafió simultáneamente a grupos de entre 20 y 26 contrincantes.

En tanto, familiares y amigos de los ajedrecistas disfrutaron de espectáculos, documentales, clases de ciberaje- drez, muestras artísticas y torneos de scrabble.

Los protagonistas

Angel Ortiz Salinas tiene 92 años y vive en el Ajusco. Aunque está inválido, llegó al centro con ayuda de su nieto y se presentó por segunda vez al festival porque disfruta del ajedrez. Dice que le enseña a uno a pensar y se siente bonito hacer buenas jugadas.

Rubén Aguilar Austria es el maestro de la mesa C9 y allí compite simultáneamente con otros 20 jugadores. Tiene 12 años de edad, pero ya es subcampeón nacional 2006 y obtuvo medallas de plata y bronce en los Panamericanos de Ecuador. Rubén lamenta sólo poder jugar dos horas diarias, porque va a la escuela y tiene obligaciones.

Su hermana Silja, de 13 años, es campeona regional y participa en otra mesa. Su papá les enseñó a jugar ajedrez porque, dice, es más que mover piezas: es una práctica que ayuda a discernir y tomar decisiones.

Liliana Martínez es una mamá de 27 años que juega con su hija Eira, de siete años, sentada sobre la falda. A un lado está su esposo, Manuel Morales, quien también participa en el festival. Liliana y Manuel explican a su niña cada movimiento y opinan que el torneo es una buena iniciativa, porque ayuda a divertirse sanamente y en familia.

María Amelia Hernández Martínez y Lidia Huerta Leiva son dos chavas de 14 años.

Hace poco que juegan y el responsable es un maestro de su colonia, Chimalhuacán. Dicen que esperan dejar lo mejor, echarle ganas porque no quieren competir sino participar.

A Jesús Uriel Hernández López le gusta el ajedrez porque se mueven piezas y tiene tableros. Dice que es divertido y, sin soltar la mano de su papá, el niño de siete años llega sonriente a ocupar su lugar en la mesa.

 
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