Usted está aquí: lunes 23 de octubre de 2006 Deportes Se presentará Al alimón, poesía taurina escrita por un tlaxcalteca y un catalán

Incluye prólogo del matador, abogado y pintor español Luis Francisco Esplá

Se presentará Al alimón, poesía taurina escrita por un tlaxcalteca y un catalán

Los autores abordan el toreo como metáfora de la vida y viceversa y el toreo bufo

LEONARDO PAEZ

Ampliar la imagen Durante la tercera corrida de la Feria Internacional de San Francisco Pachuca 2006, El Zotoluco cortó una oreja tras lidiar a su primer enemigo Foto: Notimex

En estos días la fiesta de los toros en México parece retomar el camino: se anuncian carteles atractivos en la feria de Tlaxcala y se concreta la postergada aunque justa y necesaria despedida de Rodolfo Rodríguez El Pana en la Plaza México. Torero de misterio entrañable y duende que suspende el alma, a su propuesta le faltó país y le sobró boca.

Pero además el deliberadamente alicaído mundo de la tauromaquia nacional se ve animado con la inminente aparición de un estupendo libro de poemas inspirados en el fenómeno taurino. Se trata de una obra escrita, como su título señala, Al alimón, dividido en dos poemarios no antagónicos ni mutuamente alcahuetes: al Toro o nada y Ciudad y toro.

Dos intensas visiones en franca alternancia, dos rasgos de lo taurino pocas veces atendidos: el toreo como metáfora de la vida y la vida como metáfora del toreo, así como el toreo bufo, el toreo cómico y sus personajes minorizados en sus cotidianos y riesgosos avatares de la risa y la tragedia. Dos visiones poéticas actuales, una de México y otra de España.

Al Toro o nada, dice: Se da de tarde/ El dado nuestro/ De cada día.

O también: Yo, lidiador/ Incierto y fiel/ Del mismo yo,/ Besar no logro/ La fina tela.

Y esto otro: El dado rueda/ En cada tarde/ Y cae la suerte/ Al cite vano/ Del suave engaño/ Que nunca miente.

Mientras que Ciudad y toro refiere: Se cerrará la luz y el tendedero/ exhibirá el ahorcado del Billón,/ mañana, cuando el sol nos diga basta,/ la noche en el sendero deshojada./

Así la vida, tienta de un bufón/ macabro hasta el humor o la palabra./ Una bandera negra, noche y músculo,/ con un pitón se adentra entre las venas/ y corta hasta la náusea cuanto alcanza./ Qué disgusto le va a dar a su madre.

Escrito por el tlaxcalteca Manuel Camacho Higareda (Españita, 1971) y por el catalán Juan Carlos Elijas (Tarragona, 1966), Al alimón ofrece otra singular cualidad: el rotundo prólogo del maestro alicantino del toreo Luis Francisco Esplá, en quien el arte de la pluma y el arte de la lidia se equiparan y se sintetizan, fundidos en una excepcional capacidad sensitiva que al presentar la citada obra poética realmente incita a su lectura.

"...puedo expresar sin rubor -plantea Esplá en su magistral faena ensayística- que de al Toro o nada me ha conmovido sobre todo esa esencia común al toreo grande, a las faenas rotundas: La hondura... Pero a esta tarjeta de visita hay que añadir otra particularidad, la liviandad (rayana en lo metafísico) de los versos de Manuel Camacho Higareda. Si la ingravidez no conviene a la prosa, en la poesía es alado don. Crear y evocar desdeñando lo matérico requiere de sutiles filtros, y estos tamices se dan aquí con profusión."

"Juan Carlos Elijas -añade en su presentación Esplá- nos introduce en un cosmos urbano, el habitado por sus personajes; personajes solanescos moviéndose en ese barrio marginal que supone el toreo cómico. La vejez, el alcoholismo, la deformidad física y síquica de esta trouppe parecen encontrar, en la recreación de un conmovedor surrealismo, amparo ante los rigores de tantas calamidades... Si además, como en el caso mío, has convivido y compartido más de media vida con este concurrido elenco de toreros bufos (entre los que se encontraban indiscutibles artistas), es imposible adjetivar Ciudad y toro sin dejarse arrastrar por esta riada de evocadoras nostalgias..."

Tan acertada y oportuna publicación se debe a las editoriales poblanas Ala Impar y Siena, quienes junto con el Instituto Tlaxcalteca de Desarrollo Taurino, el Club Taurino de Alicante y por lo menos un sello universitario, han reconocido el alto valor literario y cultural de Al alimón.

Y sí, como hay figuras que por predecibles sacan de la plaza, hay toreros que por su misterio o su conocimiento cabal sacan de la casa para ir a verlos donde se presenten.

Lo mismo ocurre con la poesía, donde no son pocos los consagrados ininteligibles de cuya lectura se debe huir, y algunos otros, aún sin el virus de la fama, con una poética fresca, intensa y lograda a la que se ha de atender con asiduidad, en aras de una oportuna y verdadera nutrición del espíritu, sometido como nunca a las embestidas descompuestas de la vulgaridad.

Noviembre traerá algo más que hojas sueltas: todo un banquete de poesía y además taurina.

 
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