El gobierno apuesta a la chatarrización de instalaciones de la paraestatal: disidentes
El sindicato de Pemex "calla" ante los accidentes e irregularidades laborales
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Los cuerpos de rescate se dirigen al lugar del accidente ocurrido el pasado martes en el complejo petroquímico de Pajaritos
Foto: Cuartoscuro
Durante este gobierno se incrementó en 37 por ciento el número de "siniestros" en Petróleos Mexicanos (Pemex); ascendió a 10 mil el número de trabajadores de la paraestatal que laboran en forma irregular; se multiplicaron los contratos de empresas privadas propiedad de "prestanombres" de funcionarios; se reprimió la organización democrática de los trabajadores y hubo sobrexplotación, todo avalado y silenciado por el sindicato petrolero.
Juan Carlos Chávez, presidente de la Alianza Nacional Democrática de Trabajadores de Petroleros, y Alfredo Hernández Peñaloza, de la Unión Nacional de Trabajadores de Confianza de Pemex, ofrecieron este panorama al dar a conocer el informe Turbiedad en las elecciones en el sindicato petrolero, elaborado por un comité de observadores independientes.
Según establecieron, es sumamente penoso que la autoridad laboral haga caso omiso de las denuncias que se han hecho en torno a la ilegalidad, violencia y gansterismo con el que se llevan a cabo las elecciones en este sindicato, para mantener controladas las secciones a través de "amigos" y dirigentes apoyados por el líder petrolero, Carlos Romero Deschamps.
Hay por ello tres caminos que van a seguir: el primero, se reiterarán las denuncias internacionales que se han llevado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos sobre el caso petrolero, y además se impugnará el proceso en los tribunales laborales y las juntas de conciliación y arbitraje de diversos estados, así como ante el Registro de Asociaciones de la Secretaría del Trabajo.
Alfredo Hernandez planteó que internamente hay un gran descontento entre los trabajadores por la represión que se ha registrado, ya que existen graves amenazas de que aquellos que quieran denunciar violaciones laborales serán corridos y formarán parte del proyecto Suma, que comprende el despido de más de 20 mil trabajadores de la paraestatal en los próximos 20 años.
El sindicato por su parte sostiene una política de silencio, mediante la cual además de acallar cualquier brote de reclamo, mantiene silencio y complicidad con el despido de personal técnico y sobre los múltiples accidentes que ocurren en la empresa. Tampoco dice nada por la redición de formas de trabajo, por el cúmulo de trabajadores que no tienen derechos laborales ni salarios iguales y laboran en espera de una plaza, así como tampoco habla sobre la ampliación ilegal de las jornadas laborales de estos trabajadores, según, dijo.
En tanto, el líder de la Alianza Nacional Democrática de Trabajadores Petroleros señaló que este gobierno le está apostando a la "chatarrización" de las instalaciones de Pemex.
También pide al Poder Judicial tramitar las previsibles impugnaciones legales a dichas elecciones. Sin embargo, la solicitud más fuerte la hace al Ejecutivo federal para que tramite conforme a derecho la averiguación previa derivada de la inminente denuncia penal contra José Cervantes, director del Registro de Asociaciones, por las ilegalidades en que incurrió al otorgar la toma de nota a Carlos Romero Deschamps como secretario general del sindicato petrolero.
El informe, en el que participaron el Centro de Reflexión y Acción Laboral, la Pastoral Laboral, el Frente Auténtico del Trabajo, el Programa Universitario de Derechos Humanos, entre muchas otras organizaciones, señala que ante la serie de irregularidades bajo las cuales se realizaron las elecciones en este sindicato, exhortan a la Secretaría del Trabajo y a la Dirección del Registro de Asociaciones a "no otorgar la toma de nota de las secciones petroleras" y aprobar la obligatoriedad del voto secreto para este proceso.