Usted está aquí: jueves 19 de octubre de 2006 Política Experta cuestiona la valoración sicológica oficial

Experta cuestiona la valoración sicológica oficial

Del gabinete de la sicóloga Sigrid Frandsen-Pechenik, ex directora del Centro de Servicios Humanos Multiculturales de Washington, sale un diagnóstico de la personalidad de la abogada Digna Ochoa, asesinada hace seis años: "Una mujer impresionante, que mantuvo su capacidad de seguir funcionando al más alto nivel a pesar de haber vivido experiencias traumáticas. Era capaz de pedir ayuda para poder manejar el estrés (...) No registra indicios de pensamiento o acciones suicidas ni intentos suicidas".

De la oficina del sicoanalista Jaime Ayala Villarreal se conoce el "estudio sicodinámico de la personalidad" de la abogada, hecho posmortem, en 2003, que destaca una "notoria sintomatología obsesiva compulsiva, conductas esquizoides, antisociales y pensamientos paranoides", rasgos congruentes con la versión del suicidio y la pretensión de fingir un asesinato.

El primer diagnóstico fue elaborado por la sicóloga -especialista en tratar traumas de personas torturadas o perseguidas- que atendió clínicamente a la abogada durante nueve meses, a petición de Amnistía Internacional, durante el periodo en el que, acosada por amenazas de muerte en México, se fue a vivir a Estados Unidos entre 2000 y 2001.

El segundo estudio se realizó a petición de la ex fiscal del caso Margarita Guerra. Ayala Villarreal no conoció personalmente el objeto de su diagnóstico forense y basó su trabajo en los factores -todos negativos- que le allegó la fiscalía. Entre otros elementos tuvo un diario de la abogada escrito a los 22 años y una serie de versiones recopiladas por la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal que afirman que en los años que vivió en Veracruz la luchadora social ya había fingido un suicidio, culpando a una tercera persona, y había huido a Yucatán simulando un secuestro.

Por tanto, la visión de Ayala Villarreal es la de "una persona que pasó la mayor parte de su vida erigiéndose como defensora de víctimas y buscando agresores, estableciendo acusaciones que resultaron falsas".

Por el contrario, la sicóloga Frandsen-Pechenik hace constar, en una declaración notarial, que "su perfil sicológico no era consistente con el de una persona suicida". Frandsen respondió un cuestionario de 15 preguntas enviado por el gobierno mexicano en el que, más que interesarse por la personalidad de Digna Ochoa, se insiste en sus rasgos como "mitómana".

La especialista responde que durante la terapia que brindó a la abogada corroboró con terceras fuentes la información de su paciente, y que sus relatos y experiencias fueron "consistentes y sin fisuras", además de aclarar que la mitomanía no es una categoría clínica, según sus parámetros profesionales.

La terapia se interrumpió por la decisión de Digna de regresar a México, "rehacer su vida, reanudar su carrera profesional y continuar la lucha por la causa en la que creía." Y concluye la sicóloga que la trató: "Dado el compromiso con su causa, dudo que el suicidio sea la explicación de su muerte".

Blanche Petrich y Alfredo Méndez

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.