Usted está aquí: lunes 9 de octubre de 2006 Mundo Inicia en Bolivia negociación para definir una nueva política minera

Entierran a mineros cooperativistas y sindicalizados que murieron en enfrentamientos

Inicia en Bolivia negociación para definir una nueva política minera

"El estaño es del Estado y debe generar divisas para la nación y los trabajadores": Evo Morales

La Paz y Caracas pactan la construcción de bases militares en todas las fronteras bolivianas

ROSA ROJAS CORRESPONSAL

Ampliar la imagen Aspectos del entierro celebrado ayer de los mineros que murieron en un enfrentamiento la mañana del pasado viernes por el control de los yacimientos del cerro Posokoni, en la provincia de Huanuni Foto: Ap y Reuters

Ampliar la imagen Aspectos del entierro celebrado ayer de los mineros que murieron en un enfrentamiento la mañana del pasado viernes por el control de los yacimientos del cerro Posokoni, en la provincia de Huanuni Foto: Ap y Reuters

La Paz, 8 de octubre. La enlutada comunidad de Huanuni enterró hoy a las 16 víctimas de los enfrentamientos entre mineros cooperativistas y sindicalizados de la estatal Corporación Minera de Boliviana (Comibol), luego que el gobierno del presidente Evo Morales se comprometiera a reconstruir decenas de viviendas que resultaron destruidas y a dar atención a los huérfanos y viudas, así como a unos 60 heridos por disparos de bala y estallidos de dinamita.

El llanto y los gritos de dolor se mezclaban con la rabia apenas controlada en este segundo día de tregua para honrar a los muertos, resultado de los enfrentamientos por la posesión del cerro Posokoni, a unos 30 kilómetros de la ciudad de Oruro, ocurridos el jueves y viernes pasados.

En el mismo cementerio fueron enterrados por la mañana los mineros sindicalizados y por la tarde los cooperativistas.

Además de la destrucción de las casas aledañas a la mina, de almacenes de la empresa minera Huanuni y de locales de los cooperativistas, los mineros volaron también el mercado, la compresora, que provee de aire los socavones y las torres de la Radio Nacional, propiedad del sindicato minero de Huanuni.

En tanto que una comisión de fiscales evalúa los daños, este lunes se inician las negociaciones entre una comisión del gobierno de Morales, la Federación de Sindicatos de Trabajadores Mineros de Bolivia (FTMB) y la Federación de Cooperativas Mineras de Bolivia (Fencomin) para buscar una solución integral al problema de Huanuni y una nueva definición de la política minera.

En entrevista con radio Panamericana, el vocero presidencial, Alex Contreras, afirmó hoy que en la matanza ocurrida en Huanuni "hay responsabilidad de los dirigentes que lanzaron a sus bases a hostigar a otro sector social... No se puede culpar al gobierno; acá se va a investigar y se va a castigar a los culpables".

El sábado, en Cochabamba, Morales aseveró ante una concentración de cocaleros que si el jueves 5 hubiera ordenado el despliegue de militares y policías en Huanuni, la cifra de muertos habría sido mayor.

"Alguna gente dice: ¿por qué el gobierno no ha militarizado? Si nosotros, si yo hubiera metido militares a Huanuni, los mineros se habrían enfrentado a los militares y a los policías. ¿Que hubieran dicho? Evo ha matado a los mineros".

Ya el viernes, a petición de los pueblos de Oruro y de Huanuni se envió un contingente policial, "felizmente con profesionalidad, con mucho respeto y sin disparar nada tomaron Huanuni, y frenaron ese enfrentamiento entre los compañeros mineros", indicó Morales, para luego agregar que nunca entendió cómo los dirigentes de la FTMB le pidieron militarizar Huanuni, cuando los mineros históricamente se enfrentaron al ejército.

En el fondo, los cooperativistas "querían adueñarse de toda la mina", pero "ese estaño sigue siendo del Estado y tiene que generar divisas para el Estado y los trabajadores", aseveró Morales Ayma.

El dirigente de la Central Obrera Boliviana (COB), Pedro Montes, señaló por su parte que "el gobierno nacional es responsable de lo que ocurrió en Huanuni", por no haber sabido darle solución a un problema que ya se veía venir. La COB ha convocado a un paro indefinido en Oruro, que podría extenderse a nivel nacional.

Santos Ramírez, dirigente de la Fencomin, indicó que los cooperativistas quieren estar presentes en toda la cadena productiva de la minería y ha hecho una propuesta de Código Minero.

Carlos Borth, senador del derechista partido Poder Democrático y Social (Podemos) por el departamento de Oruro, planteó la necesidad de una reactivación del sector minero con el impulso oficial.

Criticó que se haya tomado la decisión de despedir al ministro de Minería, Walter Villarroel, que era representante de las cooperativas mineras, y se haya puesto ahora a un ministro que es representante de los sindicalizados.

"Políticamente es una señal equívoca para el sector de las cooperativas, que sin duda es uno de los más importantes en la minería hoy. Y eso no quiere decir que no deba fortalecerse la Comibol", indicó.

Mientras, en Santiago, la prensa chilena reveló hoy que Bolivia y Venezuela pactaron el 26 de mayo pasado un acuerdo para la construcción de bases militares en las fronteras bolivianas con sus cinco vecinos, Perú, Brasil, Paraguay, Argentina y Chile, reportaron agencias de prensa.

Según el diario conservador El Mercurio, que consultó a una fuente de los servicios de inteligencia del gobierno de Michelle Bachelet, que pidió el anonimato, la primera fase del protocolo de nueve artículos considera la construcción de dos instalaciones militares totalmente equipadas en Puerto Quijarro -en los límites con Argentina- y El Prado -en la frontera con Brasil-, a un costo de 49 millones de dólares.

Serán 24 cuarteles

El documento fue firmado por Morales y su par venezolano, Hugo Chávez, con la intención de construir 24 cuarteles que faciliten la vigilancia sobre seis mil 918 kilómetros de fronteras.

Con base en este acuerdo, Bolivia podría regenerar material bélico antiguo, dar mantenimiento a la maquinaria pesada de las fuerzas armadas y permitir el ingreso de tropas venezolanas.

En Bolivia, en una declaración hecha durante una ceremonia con campesinos cocaleros, el embajador de Venezuela, Julio Montes, dijo que su país está dispuesto a defender con su "sangre" y sus "vidas" la revolución que encabeza Morales.

"Si por alguna razón estuviera amenazada la hermosa revolución boliviana y nos solicitaran nuestra sangre y nuestras vidas, aquí estaremos", afirmó Montes en la localidad de Shinaota, en el centro de Bolivia.

 
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