Cuauhtémoc Blanco convirtió el penal para el segundo tanto; Padilla entró y anotó

Golazo del Piojo López abrió la vía al triunfo del América ante Necaxa

El argentino realizó vistosa chilena dentro del área tras un pase del orquestador águila

Entre candidatos a dirigir al Tri, Luis Fernando Tena ganó la partida a Hugo Sánchez

JORGE SEPULVEDA MARIN

Con una genialidad de Claudio López y un penal de Cuauhtémoc Blanco, América venció 2-1 a los Hidromachos de Hugo Sánchez en el cierre de la jornada 12, ante una entrada no mayor a las 16 mil personas en el estadio Azteca.

Con este resultado, los dirigidos por Luis Fernando Tena acumulan 21 unidades para afianzarse en el segundo sitio del grupo dos y tercero de la clasificación general, en tanto que Hidrorrayos se mantuvo con 13 puntos, y se fue al fondo del sector uno.

El primer tiempo más bien fue de un prolongado bostezo, pues tan escasas fueron las llegadas de ambos cuadros a las porterías rivales como erróneas las jugadas que intentaron armar las ofensivas para hacer daño al oponente.

La leña que trató de incendiarse durante la semana con las declaraciones del ex americanista Kléber Boas finalmente se cebó, pues el brasileño no pasó de asustar al portero Guillermo Ochoa durante la primera parte, quien debió aplicarse para no ser vulnerado en su meta.

Igualmente el dueto de los anfitriones López-Vuoso hizo temblar a Iván Vázquez Mellado, en una combinación que, para fortuna del portero, el Piojo culminó con tiro desviado.

Apenas iniciada la segunda parte, Blanco brindó un servicio medido al Piojo López, quien de vistosa chilena, pero conectada con la espinillera, abrió el marcador, gracias al espacio que le cedió el zaguero necaxista Osvaldo Lucas.

Las porras de los anfitriones comenzaron con sus cánticos y el estratega del Necaxa, Hugo Sánchez, desapareció de la zona técnica para planear los cambios que haría, aunque una segunda anotación lo apuró para mover a su gente.

Al ingresar al área Vuoso recibió un empujón de Lucas, por lo que el silbante José Abramo, quien tenía seis meses sin pitar un encuentro, decretó la pena máxima. Se dispuso de inmediato que fuera Blanco al cobro de la falta.

Custodiado por cuatro jugadores rojiblancos en la media luna, Cuauhtémoc no perdió la concentración y mandó el esférico al ángulo superior izquierdo, pero el silbante acalló el coro que empezaba a inundar coso al ordenar la repetición.

De nuevo conectó el balón para ubicarlo en el mismo sitio, ante la solicitud del portero que con una mano lo retaba a repetir la ejecución, pero nada pudo hacer para evitar el 2-0, al minuto 59. Esta vez el coro estalló.

Fue entonces que el encuentro cobró más vida; latía fuerte en cada jugada, hasta que poco antes del final, cuando corría el minuto 88 y el cotejo se disputataba apresuradamente, Mario Pérez soltó un cañonazo que se estrelló primero en el poste izquierdo y rebotó luego en el derecho; cuando parecía que Ochoa se salvaba, llegó el ahora amuleto de Necaxa, Aarón Padilla, para meter el pecho y descontar con el 2-1 final.