Usted está aquí: domingo 8 de octubre de 2006 Sociedad y Justicia Disposición del sector privado para asistir a la Ssa en pruebas a condones

Desde 2003 han propuesto ayuda para que ejerza plenamente su autoridad

Disposición del sector privado para asistir a la Ssa en pruebas a condones

Resolvería conflictos y guerra sucia entre empresas por la obtención de contratos

ANGELES CRUZ MARTINEZ

Ampliar la imagen La Ssa carece de capacidad técnica y operativa para vigilar el cumplimiento de la Norma Oficial Mexicana sobre especificaciones sanitarias de los condones de látex Foto: María Luisa Severiano

Desde 2003, los fabricantes, importadores y distribuidores de condones en México propusieron a la Secretaría de Salud (Ssa) ayudarle con el equipamiento del Laboratorio Nacional de Salud Pública, ahora Comisión de Control Analítico y Ampliación de Cobertura de esa dependencia, a fin de que pudiera realizar las pruebas de calidad de los preservativos, y estar así en condiciones de ejercer plenamente su autoridad normativa y regulatoria.

Con la tecnología suficiente para verificar el volumen de estallamiento, los defectos visibles, la existencia de orificios o rasgaduras, el envasado y etiquetado, así como la hermeticidad del envase primario, entre otras, la Ssa podría resolver con eficacia los conflictos entre las empresas y la guerra sucia por la obtención de los contratos en el sector público y privado, afirmó Jaime Montejo, coordinador de comunicación de Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer Elisa Martínez, organización pionera en el mercadeo social de condones en México.

Mencionó que aunque existe la Norma Oficial Mexicana (NOM) 016 que establece las especificaciones sanitarias de los condones de látex, la Ssa carece de la capacidad técnica y operativa para asegurar su cumplimiento. De ahí que los conflictos y acusaciones de unas empresas contra las otras se repitan una y otra vez. Es el caso, en estos días, de la pelea que protagonizan las empresas Profilatex y Trenkes.

No ha habido hasta ahora la instancia adecuada para dirimir las diferencias, ni siquiera en el subcomité 45, creado el 10 de julio de 1998 e integrado por instituciones de los sectores público, privado y social. Este organismo ha sido protagonista en la actualización de la NOM, proceso en el que los diferentes organismos han logrado acuerdos importantes, comentó Montejo.

Sin embargo, cuando se ha tratado de abordar algun problema por la comercialización, los posiciones se han polarizado sin encontrar alternativas. De ahí la propuesta que los participantes del subcomité 45 hicieron a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) de donar el equipo necesario para las pruebas de calidad. Se incluía la capacitación para el personal operativo, la cual estaría a cargo de expertos australianos con el fin de evitar cualquier conflicto de interés.

Además, por la tecnología y buen funcionamiento de los equipos se podría obtener la certificación de calidad internacional ISO 9000. La Cofepris, dependiente de la Ssa, nunca respondió a la propuesta.

Lo que desde entonces ha ocurrido con las pruebas a los preservativos es que existen diversos laboratorios privados reconocidos por la Cofepris como terceros autorizados. Sin embargo, ellos mismos admitieron no tener capacidad para hacer las evaluaciones, y se las dividieron. A decir de Montejo esto se presta a todo tipo de suspicacias.

También por esta razón es que cada uno de los fabricantes de condones aseguran que sus productos cumplen con la NOM 016, y ante los conflictos y denuncias la Cofepris "parece no poder hacer nada".

Se supone que hace unos meses la Comisión de Control Analítico y Ampliación de Cobertura adquirió el equipo para las pruebas, pero oficialmente nada se ha informado, comentó el activista.

En lo que las empresas han logrado acuerdos importantes es en el compromiso por garantizar la calidad de los preservativos. De esa manera convinieron en hacer más estricta la NOM y, por ejemplo, las evaluaciones que anteriormente se hacían sobre 78 a 90 condones de cada lote, hoy se realizan en una muestra de mil piezas. Con ello, lo que antes se hacía en un periodo de uno a dos meses, actualmente puede tardar hasta siete meses.

Por eso, apuntó Jaime Montejo, llama la atención que la Cofepris permita que circulen y se distribuyan en unidades médicas del sector público de los estados, condones que no cumplen con los requisitos marcados en la NOM. Recordó que Brigada Callejera ha denunciado la existencia de preservativos sin registro sanitario y sin la información del fabricante.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.