Los sobrevuelos en Oaxaca nos recuerdan los del 2 de octubre, dice funcionario local
Deplora Encinas que prevalezca la impunidad
Representantes de la izquierda encabezaron ayer actos en recuerdo de los caídos el 2 de octubre de 1968 -poco antes de rendir por primera vez un homenaje público en la plaza de las Tres Culturas a los jóvenes masacrados aquel día-, y el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Alejandro Encinas, afirmó que a 38 años de estos acontecimientos lamentablemente las instituciones del Poder Judicial no estuvieron a la altura del reto de reconocer los actos delictivos cometidos por distintas autoridades en aquella oportunidad. Por ello prevalece una situación de impunidad respecto de quienes tomaron esa decisión en su momento.
La fiscalía creada para esclarecer el caso elaboró un trabajo sumamente interesante, dijo, cuyos resultados no han podido ser evaluados puntualmente por el perdón que se otorgó a los responsables.
Encinas lamentó que se haya considerado que el delito había prescrito, cuando había elementos suficientes en la investigación referida para delimitar responsabilidades y sancionar a quienes tomaron las decisiones de los hechos delictivos que derivaron en la matanza del 2 de octubre y el jueves de Corpus, tres años después, comentó el mandatario durante su conferencia matinal.
Encinas encabezó más tarde en la Plaza de las Tres Culturas la ceremonia en memoria de los caídos. Montó una guardia de honor y depositó una ofrenda floral en el monumento correspondiente. Encinas y otros funcionarios del gobierno local entonaron el Himno Nacional al final del acto.
En nombre del GDF, el subtesorero de administración tributaria, Jesús Martín del Campo, dijo que durante el régimen saliente continúa la impunidad de los ex gobernantes responsables de los crímenes de Estado, por componendas y cálculos políticos, pero también porque hay una misma neutralidad autoritaria.
Cuestionó la actuación del presidente Vicente Fox y la calificó de contradictoria, pues dejó diluir el compromiso de su administración para esclarecer los crímenes de Estado. "La frase de Fox de que 'no habrá piadoso olvido para quienes delinquieron' se convirtió en lo contrario", indicó.
Es notorio, agregó, que un viento autoritario sopla en la Presidencia y en la Secretaría de Gobernación; este viento amenaza con volverse huracán destructivo. "Los helicópteros que sobrevuelan Oaxaca nos recuerdan los del 2 de octubre" señaló.
Mencionó que "se planea un ataque por aire y por mar contra la población organizada de Oaxaca: no lo permitiremos" agregó.
Planteó que ahora se está creando un ambiente de que la APPO, la población oaxaqueña que rechaza al gobernador actual, es el enemigo público número uno de todos los mexicanos, "y no lo vamos a permitir" insistió.
En ceremonias por separado los jefes delegacionales de Coyoacán, Heberto Castillo Juárez; de Iztacalco, Erasto Ensástiga Santiago, y de Venustiano Carranza, Julio César Moreno, coincidieron en señalar que el fraude electoral de 2006 propició que no pocas voces se manifestaran en favor del uso de la violencia para resolver el conflicto poselectoral y, ahora, esas mismas claman por esa solución al problema de Oaxaca.
En el DF no se atrevieron a usarla, por el avance de la sociedad organizada, por su vocación de no violencia, por su prudencia y pacifismo, cuando es posible llegar a entendimientos mediante el diálogo y "no queremos que se vuelva a repetir lo ocurrido en Tlatelolco; sobre todo, cuando el objetivo debe ser construir una sociedad participativa y con un mejor futuro de vida", precisaron.