Usted está aquí: viernes 29 de septiembre de 2006 Política El envío de fuerzas federales a Oaxaca sería represivo, advierte Soberanes

Pasó ya el momento en que su intervención podría haber sido preventiva, dice

El envío de fuerzas federales a Oaxaca sería represivo, advierte Soberanes

VICTOR BALLINAS ENVIADO

Merida, Yuc., 28 de septiembre. El ombudsman nacional, José Luis Soberanes Fernández, aseveró hoy aquí que el envío de fuerzas federales a Oaxaca, con el argumento de restablecer el orden en la entidad, "es en el fondo una amenaza velada".

La utilización de la fuerza pública como medida preventiva, subrayó, "se debió haber hecho valer antes del conflicto y no después, porque entonces ya toma un carácter represivo".

Como presidente de la Comisión de Derechos Humanos (CNDH) se pronunció por que ese conflicto se resuelva por la vía política y no por la fuerza. "Hay que presionar para que los actores se sienten y lleguen a acuerdos, pero la presión no puede ser bajo amenazas".

El titular de la CNDH destacó: "Estos conflictos, si no se atienden, se van postergando. En este caso se ha dejado pasar el tiempo pensando que con eso se va a podrir, como se ha hecho eternamente en este país, pero aquí no. ¿Y por qué no? Porque son situaciones que vienen de hace 26 años, en las cuales vemos muchos intereses no resueltos, muchas situaciones postergadas, hasta que llega un momento en que hacen crisis, y eso es lo que pasa ahora".

Soberanes Fernández fue entrevistado al concluir la ceremonia de inauguración del Seminario de Capacitación para Visitadores de Organismos Públicos de Derechos Humanos, que se realiza en esta capital, mismo que concluye mañana.

-Con esta manera de actuar del gobierno federal, del Senado, del gobierno estatal, de postergar la solución en Oaxaca, ¿a dónde quieren llevar al estado?

-Mucho me temo que el presidente Vicente Fox pretenda heredar este conflicto a su sucesor. Le quedan dos meses a este gobierno y yo veo difícil que lo pueda resolver, sobre todo por la hondura del problema. Entonces, si vamos a tener un presidente impugnado o debilitado que forzosamente resuelva la situación, los augurios no son buenos.

Y agregó: "Nosotros estamos presentes en la mesa de incidencias -en la Secretaría de Gobernación- y estamos esperando que se resuelva este asunto. Estamos muy preocupados: ya lleva más de cuatro meses y va creciendo como bola de nieve. Nos preocupa mucho".

Luego apuntó: "No sé qué es lo que va a pasar, pero el conflicto de Oaxaca se va a conectar con la crisis poselectoral. Un contingente de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) llegará a la ciudad de México los próximos días.

"El problema poselectoral no se ha resuelto: todavía tenemos enfrente la protesta de Felipe Calderón en su toma de posesión. No sé qué va a pasar ahí, y después a ver si lo dejan gobernar. Se está conjuntando todo un rompecabezas de conflicto social y político en el país", advirtió.

Soberanes comentó: "Sí, tenemos un conflicto en Oaxaca, pero hay otro que a mi modo de ver es mucho más serio: es la crisis poselectoral que no se ha resuelto ni veo que se esté negociando ni que vaya en vías de negociación. Entonces, ¿qué va a pasar? Que Calderón tomará protesta en unas condiciones bastantes desastrosas.

"Ahora adonde vaya tiene que entrar escondido o cuando llega es impugnado. El gobierno que se le espera es muy difícil si no se arregla el aprieto poselectoral, y yo lo veo muy difícil. A mi modo de ver ese es el conflicto más duro que tenemos en la actualidad".

-¿La renuncia del gobernador Ulises Ruiz sería la solución en Oaxaca?

-A mí no me corresponde decir si es la solución o no. No quiero ser criticado por interferir.

"Pongamos el caso de la renuncia del gobernador. ¿Y qué pasa con todo lo que hay atrás, por ejemplo, con todas las demandas económicas? Cuestan mucho dinero, son miles de millones de pesos en las demandas sociales. Este es un problema que sólo se ha administrado y que después de 26 años de no resolverse tiene que hacer crisis".

-¿Cómo resolver el conflicto poselectoral?

-La diferencia de votos entre uno y otro es de 0.5 por ciento. No es que Calderón entre así con una gran fuerza o un gran bono democrático. Al contrario. Entonces esperaría que desde hace rato se estuviera negociando, sobre todo porque la postura de Andrés Manuel López Obrador en principio es que no piensa ceder. Entonces va a pasar lo mismo que con lo de Oaxaca, que cuando se quiera arreglar el problema ya estará muy podrido.

-¿El gobierno ha atendido a tiempo otros conflictos de este tipo?

-Por supuesto. Acuérdense de lo que pasó en 1988: se atendió inmediatamente y más o menos se pudo resolver, pero aquí no veo que se atienda el conflicto poselectoral, que tiene todavía características más graves y dramáticas que las de aquel entonces.

 
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